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Mushoku Tensei: El placer de vivir

Un bastardo con mala suerte esta en los brazos de la muerte se sorprende al sentir que su vida se escapa y muere sin poder hacer algo para evitarlo. Este vuele a nacer con la posibilidad no sólo de vivir una vida totalmente nueva no, todo un mundo lo espera. Personas y misterios que son de lo en este mundo una cosa normal. La magia y la fuerza también es un factor importante. Esta es la historia de ludeus Greyrat. Nota: no se me ocurrió otra cosa para el título

Splotbreak · Anime & Comics
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Capitulo 8: Magia, magia y más 'magia'

El sol empezó a iluminar el día dando paso a ala mañana, dejando que el telón de la noche empezara a levantarse. Se supone que a esta hora comienza su día Rudeus, pero ahora lo último que quiere el levantarse de su cama. 

Lo último que quería era tener que salir del calor de sus sábanas y la comodidad de su cama. Por desgracia el universo no fue amable y su madre llegó para levantarlo. 

"Vamos Rudy tenemos trabajo por hacer". Su madre estaba más enérgica de lo normal y bastante despierta para alguien que no se levanta con los primeros rayos del sol. Su padre había conseguido nuevas semillas para ellas en un intento de ganarse el 'favor' de su madre. En parte era culpa de él por causarle unas bolas azules y no dejar tiempo para ellos. 

Su madre empezó a moverlo sin éxito de levantarlo. "Despierta cariño". Su madre le hablo a su oído dándole un escalofrío por la espalda al oír la forma en que lo dijo. 

Abrió los ojos y miro a su madre sonreírle de una manera gentil y dulce que no parecía que hubiera salido una voz tan erótica y sensual de sus labios de esa mujer. Al final suspiro y se levantó para ayudarla con su jardín. Su madre solo celebró como una niña haciendo que valiera la pena salir de su cama. 

Con eso se pusieron a trabajar hasta que llegó la hora de desayunar para después empezar con sus clases de magia. Ahí empezaba la diversión mientras su madre lo sentaba en sus piernas y él recargaba su cabeza en sus pechos mientras ella empezaba la lección. 

Su madre había notado sus avances en la magia y ahora empezó a enseñarle magia curativa. Se dio cuenta de que no era tan fácil como los otros hechizos qué había realizado. Requería un control de magia más hábil que el que tenía. Había podido realizar el hechizo en una planta marchita, pero sin obtener los resultados que quería. 

Estuvo así hasta que su padre llegó con un par de espadas de madera acompañado con Lilia listos para empezar su entrenamiento de la espada. Se levantó listo para enfrentar a su padre, hoy definitivamente le daría un golpe como mínimo. 

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El sudor recorrió su rostro mientras hacía el intento de esquivar y bloquear los cortes de su padre con su espada de madera. No le daba respiro dejándolo a la defensiva. Mostró una mejora en su entrenamiento y su padre decidió empezar a subir la dificultad y ritmo al entrenar. 

Solo podía retroceder ante los intensos ataques de su padre, pero, aun así, no se quejó. El mejor que nadie sabía que solo podía mejorar ante la presión y no debía estar acostumbrado a un ritmo lento. 

Empezó a intentar usar la fuerza de los ataques de su padre para desviarlos y poder contraatacar usando ese impulso. Lamentablemente, no funcionó ante la diferencia de fuerza y experiencia que ejercía su padre. 

El resultado fue una vista invertida de todo, notando como ahora es suelo, se acercaba a su rostro cayendo de espaldas en él. Miro el culo antes de suspirar con indignación, cada vez que se acerca y mejoraba su padre encontraba una forma de que besara el suelo y sus esfuerzos parecieran nulos. 

Se levantó listo para otro enfrentamiento. Tomo su espada y corrió en dirección a su padre listo para golpearlo con su espada. 

Su padre suspiró viendo como su hijo se consumía por la ira y le lanzaba como un loco. Se preparó para desviar el corte, pero se sorprendió a ver cómo su hijo dejo caer su espada en cuanto hizo contacto con ella. Aprovechando la sorpresa de su padre, Rudeus tomo su muñeca y aprovecho el impulso de su carrera para girar su cuerpo y darle una patada doble en el rostro de su padre. 

Su padre recibió la patada, no por qué su guardia fuera burlada. Los movimientos y acciones aleatorias de su hijo le permitieron darle ese golpe. 

Sabía que no podía ganar ahora con su nivel, así que jugó sucio usando el pretexto del estilo del dios del norte como excusa ante su falta de honor en la práctica. 

Su padre no tuvo consideración y lo hizo comer polvo durante el resto de su entrenamiento.

Después de su practicar se dirigió al pueblo para pasar el resto de la tarde con William. Algún día le ganaría a su padre, pero no sería hoy. Camino y disfruto del trayecto hasta llegar al corral de cerdos dónde lo estaban esperando.

Al llegar William no era el único esperándolo, junto a él estaba un grupo de cinco niñas todas pelirrojas que se lanzaron sobre él en cuanto lo vieron. Él solo extendió los brazos y se preparó para su ataque.

Al principio se sorprendió al enterarse de que su amigo tenía cinco hermanas, todas con la misma edad. Sus madres se embarazaron al mismo tiempo con la diferencia que una de ellas tuvo gemelas y otra tuvo trillizas. Al ser todas iguales y lo único que las diferencia eran sus nombres, cada una vestía con diferentes colores. Aunque cada una tenía su propia forma de ser única, también se confundía.

Marilyn, Mayra, Maylea, María y Margot eran sus nombres. Quería decir que sus padres era muy creativos, pero él tampoco dijo nada tomando en cuenta como lo nombraron.

"CUENTO, CUENTO, CUENTO". Sus pequeñas voces entraron en coro y le pidieron un cuento. Levantó las manos y él poco se levantó para dar imagen a su relato. Cuando las conoció invento esta forma para mejorar sus narraciones, además de que le ayudaba a controlar su magia. Las figuras eran ahora más completas y tenían movimientos más naturales que cuando comenzó esto.

"Esta es la historia de una niña que vivió atormentada por su madrastra y sus hermanas". Mientras comenzaba a contar el cuento, la mirada de asombro y emoción crecía en las niñas cuando su magia movió la tierra para dar forma a los personajes.

William no dijo nada y se sentó a oír la historia, parecía divertido y mientras sus hermanas se divirtieran él lo haría.

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Suspiro mientras se recostaba en el pecho desnudo de Lilia. Se le había pasado la mano con un topo en el jardín de su madre cuando regresó y termino haciendo explotar la tierra cerca de su jardín, por suerte para el no daño ninguna planta, pero Lilia y él terminaron todos sucios.

Estaba agradecido con que Lilia se haya acostumbrado a bañarse junto a él. Disfruto del agua y el cuerpo desnudo de Lilia junto al suyo dentro de la tina de madera. No pudo evitar recordar el beso de su madre le había dado, realmente quisiera comprender a esa mujer.

Mientras Rudeus disfrutaba del baño, Lilia vio como el hermano menor de Rudeus empezaba a despertarse. Se dio cuenta de que su cuerpo reaccionaba y la reconocía como mujer, encontrando atractiva su figura, pero al ver su falta de interés en él le hizo recordar su edad y que él no estaba al tanto de varias cosas. Su cuerpo reaccionaba a ella, pero su mente no podía comprender lo que él sentía.

No pudo evitar sonreír al saber que la encuentra deseable, toda mujer sin importar quién sea le gusta saber que es atractiva. Si tan solo supiera que Rudeus la encuentra algo más que atractiva, no pensaría así.

Claro que Rudeus era consiente de su erección, simplemente no quería mostrar conocimiento ante las reacciones de su cuerpo. Era mejor prevenir que lamentar y que pensaran que todavía no era del todo consiente de sí mismo a pesar de su talento en la magia y la espada.

Mientras estaba recostado sobre el cuerpo desnudo de Lilia se le ocurrió una gran idea. Se dio vuelta y la abrazo, 'accidentalmente' rozo su miembro con la raja de Lilia causando en escalofrío en ella.

Ella lo miro un momento, pero sus acciones y su forma de ser, eran opuestos. Por un lado, su cuerpo de Rudy reaccionaba a ella, pero por el otro, él no parecía darse cuenta de sus acciones.

Se deslizó y se aferró fuertemente de Lilia. Lilia soltó un gemido al sentir como la invadió. Si bien no era grande, golpeó su punto débil. Rudeus mismo sabía que estaba en desventaja y tenía que ser preciso ahora que no tenía el mismo tamaño y grosos que antes.

"Hah ha hah". No recordaba que el coño de una mujer se sintiera también.

"Ah~ aha~ a-alto detente". Mientras empujaba su miembro y golpeaba los puntos débiles de Lilia sin soltarse de ella, sentía como lo apretaba y exprimía.

Lilia estaba sintiendo un placer que un niño no debía ser capaz de provocarle. Por un lado, quería golpearlo por hacer esto de forma tan repentina, pero por el otro, ella pensaba que esto era producto de estar tan expuesto a las actividades nocturnas de su padre.

"Ah ah e-es muy bueno". Compenso su falta de tamaño con su vasta experiencia, haciendo que Lilia empezará a gemir su nombre.

"L-lilia te amó". Sintió su pene querer explotar y la sensación de euforia y éxtasis lo consumió. Aun cuando sintió como llego al clímax, no para de moverse sintiendo como Lilia apretaba su miembro y la sensación de algo caliente y resbaloso abrazaba su pene.

"Ah ah aha h-he caído muy bajo~"Lilia era ahora un desastre de emociones al ser llevada al orgasmo por un niño que ha cuidado desde su nacimiento y empezado a querer como si fuera suyo.

Miro el rostro rojo y embriagado de placer de Rudeus sintiendo una mezcla de culpa y excitación al verlo así. No podía culparlos cuando claramente no era su culpa y solo se dejó llevar por sus instintos y lo que veía hacer a sus padres.

Por su parte, Rudeus estaba cansado ante su primera experiencia sexual desde que llegó. También se dio cuenta de que no pudo eyacular, pero era de esperarse teniendo en cuenta su edad hasta ahora. Sin más, se dejó caer ante el sueño en los pechos de Lilia, dejaría las consecuencias para su yo futuro.

Unas horas más tarde.

Cuando despertó se dio cuenta de que estaba en su cama. No sabía si Lilia le habría dicho algo a sus padres o si su relación entre ellos la habría estropeado. Se maldijo por dejarse llevar por sus impulsos.

Salió de su cama buscando respuestas, no queriendo retrasar lo que sea que haya provocado. Cuando salió vio a sus padres reír y platicando amenamente listos para salir.

Claro que quien noto su presencia fue su madre, ya que su padre estaba más enfocado en lo que su madre vestía. realmente su padre piensa más con su pene que con el cerebro.

"Rudy cariño, no te duermas tarde. Tu padre y yo tenemos una cita". La risa de su padre hizo que su mente hiciera clic. Era obvio que encontró la forma de aliviar sus bolas azules que le había provocado, no podía hacer nada al final, le guste o no era esposa de él, bueno al menos le daría tiempo para tratar su situación con Lilia.

Al menos estaba feliz de que Lilia no les mencionara nada sobre lo que pasó en el baño. Despidiéndose de sus padres, dio media vuelta para retirarse notando que Lilia estuvo detrás de él.

Ahora lo miraba con esa mirada fría que no había visto en mucho tiempo. Necesitaba un plan y uno rápido.

"L-lilia l-lo siento". Decidió actuar como se supone que debería y lloro mientras se lanzaba a ella mientras se aferraba a su pierna. Logro que su miraba dejara de ser tan fría y que ella se agachara para abrazarlo. 

Lilia lo sostuvo en sus brazos tratando de calmarlo, en su mente ella pensaba que estaba confundido y no tenía la culpa que su mente infantil y sus impulsos lo hayan dejado llevar. Además de que ella culpaba a sus padres por tener poco pudor frente a él, todos los niños aprenden viendo a sus padres imitando lo que hacen, ella misma experimento de primera mano lo que el amo Rudeus aprendió de su padre. 

Mientras ella lo envolvía en sus brazos para calmarlo, él empezó a formar una sonrisa bastante desagradable. Había sido más fácil de lo que creyó, pero no debía confiarse, al menos no por ahora. 

"L-lilia me duele". Probando las aguas, Rudeus le mostró el bulto que empezaba a formarse en sus pantalones. Lilia al verlo no sabía qué hacer, miro su rostro lloroso y suplicante que le mostraba haciéndola entrar en conflicto. 

"Ven conmigo". Tomo su mano y lo llevo a su habitación, donde Rudeus cambio su expresión de inmediato cuando no lo miraba. Definitivamente, empezó amar a esta hermosa sirvienta. Era casi tan despistada como su madre, con la diferencia de que ella era la más lista de esta casa, siempre observando, en especial, a él. 

Una vez el cuarto lo sentó en la cama mientras le bajaba los pantalones. "Hoy te ayudaré, pero esto tienes que hacerlo tú cada vez que sientas tu cosa dura". 

"Porque no puedes hacerlo tú". Su actuación merecía un premio sin duda alguna. El rostro de Lilia buscaba algo como explicarle todo esto. 

"Esto es cosa de adultos que se aman y hasta que seas grande tienes que hacerlo solo". Decidió decirle esto por el momento y si las cosas avanzan tendría que hablar con su madre. Ella debería ser quien le diera, esta charla y no ella. 

"Pero yo te amo Lilia". Esas palabras hicieron que el corazón de Lilia se calentará dudando de sí misma. Sabía que lo que hacía no era profesional, pero había un lugar en el corazón de ella que ocupaba Rudeus. No era nada romántico, pero era de un amor maternal que se vería morboso en esta situación.

"Estás confundido ahora, cuando seas grande y si no te has olvidado de mí puedes buscarme". Antes de que Rudeus pudiera decir algo, Lilia tomo su miembro en sus manos y empezó a masturbarlo. 

Las manos de Lilia se sentían más geniales de lo que él creyó, se sentía tan bien pero no lo suficientemente fuerte para hacerlo correrse de inmediato. Se sorprendió cuando algo cálido y húmedo empezó asfixiar su miembro.

"Ah~ aha~ aha~". Empezó a sonar gemidos ante la habilidad de Lilia con su boca. La forma en que chupaba y succionaba era demasiado para él. Su lengua se retorcía sobre la cabeza, su pene, haciendo soltar sonidos que no creyó que pudieran salir de él. 

Lilia tenía una sensación de culpa mezclada con orgullo al ver al niño que se supone que estaba a su cuidado y estaba empezando a querer como si fuera suyo, empezando a retorcerse bajo su boca. Se dijo así misma que solo sería esa vez y que lo estaba ayudándolo para engañarse así misma de la culpa que sentía. 

Rudeus se retorció hasta que la sensación de clímax se apoderó de él. Realmente volver a experimentar el placer sexual con un cuerpo tan joven era otra cosa. Eso lo ayudaría a no ser un tiro rápido en un futuro. 

"Eso sería todo amo Rudeus a partir de ahora sí se vuelve a sentir, así tendrá que tocarse usted mismo". Queriendo darse la vuelta e irse, pero fue detenida por Rudeus que no la dejo irse. Miro como su miembro se volvía a levantar dándose cuenta de que su padre no solo le dio su apariencia. 

Lastimosamente, se retiró sin decir nada, causando que Rudeus se resignara y se acostara en su cama. Realmente había conseguido más de lo esperado teniendo en cuenta el profesionalismo de Lilia como sirvienta. 

"De cualquier manera el resultado es una ganancia si lo pienso". No solo no le dijo a sus padres sobre lo que hizo, también logro que le hiciera una paja y una mamada. Se preguntaba si esto afectaría su comportamiento con él en el futuro, quien sabe, si las cosas avanzan bien con ella, no se negó a qué él la busque en un futuro. 

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Eso fue todo, espero y disfruten de esta historia. No he subido nada por la maldita universidad. Realmente me están jodiendo en este semestre.