3

Casi me caigo cuando escuché esas palabras. ¿Podría la hermana que me odia ser realmente una tsundere? Esperaba que fuera el hueso más duro de roer, pero ¿en un solo momento había logrado que aceptara cuidar de todas mis necesidades sexuales? Por supuesto, también entendí que hablar era barato.

"Hermana… no. No tienes que hacerlo, yo lo haré…" La voz de Hannah comenzó con fuerza antes de que de repente se sonrojara y mirara sus pies, un brazo frotándose con ansiedad.

"Si estás dispuesto a encargarte de eso, ¿no deberíamos empezar?" interrumpo. "¡Ah!" Esta vez fue Madison quien gritó. "¿Qué? ¿Ahora? P-pero… pero… no es difícil."

Mirando mi entrepierna por el rabillo del ojo, señaló hacia abajo deliberadamente y luego enderezó la espalda, como si la evidencia que había dado fuera innegable. Mientras tanto, Hannah se frotaba las manos mirando entre los dos con una mirada ansiosa.

"Cierto… no del todo… pero necesito saber que puedes hacerlo. Si vengo a ti y no estás dispuesto,

¿eso no causará aún más daño entonces? Por lo tanto, necesitamos practicar ahora para que no haya errores". expliqué con calma.

"Tú…" Madison se estremeció levemente, apretando las manos contra sus costados, pero después de un momento asintió deliberadamente. "Hannah, por favor vete por ahora".

La seriedad en su rostro rápidamente hizo que me emocionara, sin embargo, mi excitación se apagó rápidamente cuando Hannah dio un paso adelante. "N-no… Madison. No está bien. Yo… yo debo…"

Hannah miró hacia abajo antes de revelar lo que debía hacer, incapaz de canalizar más fuerza.

Madison la miró con simpatía, se acercó a Hannah y la abrazó. "Lo sé, Hannah, está bien. No tienes que forzarte. Nunca dejaré que nadie que no quieras te toque de nuevo.

"Está bien, ¿qué le pasó a Hannah? ¡Quiero saber!" exigí.

Madison me lanzó una mirada de odio, pero cuando Hannah tocó el hombro de Madison y asintió con la cabeza, Madison solo pudo suspirar.

"Mamá debe haberte ocultado eso, pero hace unos años Hannah fue... ella también fue... abusada sexualmente..."

Inmediatamente me puse de pie, la furia pintada en mi rostro. ¿Quién diablos tocó a mi hermana? Los mataría. Madison pareció desconcertada por la furia tardía, mientras que Hannah simplemente se escondió detrás de Madison. Después de respirar hondo y asentir para que Madison continuara, continuó.

"Era una de esas lesbianas con pintalabios. Esos que odian a los hombres que corren usando partes masculinas falsas y se divierten abusando de las mujeres. Fue en un cine. Se suponía que