Odisea misión 1. Parte 1/2

El caballero encargado de resguardar la puerta de Astronia observó a un joven de constitución atlética y musculosa que se acercaba a la ciudad. Con un solo vistazo, notó que el joven vestía ropa vieja y gastada, propia de un novato aventurero. Su camisa estaba abierta en la parte superior, mostrando un poco de su piel bronceada, y sus pantalones estaban gastados en las rodillas, probablemente debido a muchas horas de entrenamiento y lucha.

El caballero también notó los rasgos faciales marcados de Kael: una mandíbula cuadrada y cejas pobladas, lo que le daba un aspecto seguro de sí mismo y decidido. Sin embargo, a pesar de su aspecto tosco, había algo atractivo en él. El caballero notó que muchas miradas femeninas se desviaron hacia el joven mientras caminaba con confianza.

Mientras se acercaba, el caballero percibió una energía juvenil y una determinación férrea en Kael. A pesar de la apariencia desgastada de su ropa, el joven se movía con un aire de confianza y seguridad, como si estuviera acostumbrado a enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Kael se acercó y le hizo una seña al guardia para que se acercará más a él, y cuando estuvo lo suficientemente cerca del guardia de Kael le susurro unas palabras "Helestromancia" kael pronunció cuidadosamente mientras le ponía la mano en el hombro al guardia.

Este frunció el ceño y miró de arriba a abajo a kael y le preguntó "Señor, ¿no le gustaría que trajera un carruaje para su comodidad?" Le preguntó Cortés, el caballero, mientras hacía una leve reverencia.

"No te preocupes así estoy bien, sigue haciendo un buen trabajo" le respondió Kael mientras cruzaba el portón enorme de la muralla para entrar a Astronia.

El caballero lo miró con los ojos entrecerrados mientras Kael se alejaba, sin creer lo que acababa de escuchar.

Kael al cruzar las murallas pudo ver un espectáculo de fantasía ante sus ojos. Los edificios, con columnas elegantes y adornos dorados, se alzaban imponentes en la distancia, como si fueran palacios de dioses griegos. El ambiente era bullicioso, con gente de todas partes del reino caminando por las calles y disfrutando de la vida. El sonido de las risas, el tintineo de las monedas y el murmullo de la multitud llenaba el aire.

A medida que avanzaba, Kael se maravillaba cada vez más. La ciudad parecía un laberinto de callejuelas y plazas, cada una con su propio encanto y misterio. En cada esquina había tiendas, tabernas y talleres, con vendedores tratando de atraer su atención con sus mercancías.

Las casas tienen tejados rojos y ventanas de madera tallada, adornadas con flores y enredaderas. Los patios estaban llenos de fuentes, estatuas y jardines exóticos. En las plazas se podían ver artistas callejeros realizando acrobacias y malabares, y músicos tocando instrumentos extraños.

La luz del sol, filtrada por los árboles y las fachadas de los edificios, creaba sombras y reflejos fascinantes en los suelos de piedra. Kael se sentía como si hubiera entrado en un mundo de ensueño, y no podía evitar sonreír mientras caminaba rompiendo su habitual cara de enojado que llevaba siempre.

En cada esquina había nuevos descubrimientos, desde los aromas de los platos exóticos de los puestos de comida hasta la música en vivo que emanaba de las tabernas. La emoción y la energía del reino eran palpables y contagiosas.

Kael solo pudo llorar cuando olió el aroma de la carne siendo asada ya que en estos momentos no tenía ni un duro para comprar esas delicias.

Kael agitó su cabeza para despejar cualquier tipo de pensamiento intrusivo de comer o similares y cambió su rumbo hacia un templo, caminó un buen rato mientras miraba a los NPC caminar de un lado a otro tan ocupados como una persona real, y antes de que Kael se diera cuenta llegó a las puertas de la iglesia.

Kael no entró sino que se sentó en las escaleras y esperó a alguien, después de unos buenos 25 minutos de mirar a la gente pasar de un lado a otro, ya cuando el sol se estaba ocultando una persona encapuchada caminaba hacia el templo, esta persona encapuchada parecía tener prisa para entrar al templo.

Kael al ver a esta persona pensó <<bingo>> Kael le habló rápidamente "¿Necesitas ayuda? Pareces muy angustiado… sabes solo soy bueno matando monstruos y así pero creo que si ocupas mi ayuda puedo ser de utilidad"

El encapuchado se detuvo un momento pero no volteó a ver a Kael en cambio habló dándole la espalda "veamos si tienes lo necesario… ve al lado sur del bosque, en esa parte crees una flor muy rara con pétalos multicolor, tráeme 5 de estas y te recompensare bien" dijo la persona misteriosa mientras seguía su camino con prisa.

De inmediato el sistema de Kael sonó épicamente mientras que con unas trompetas y tambores sonaba una melodía y una ventana emergente del sistema invadía la vista de Kael.

["???" Te ha ofrecido una Odisea en cadena.

Número de misiones 1/?.

Misión 1: ve al lado sur del bosque y encuentra la flor lumínica.

Condiciones de la misión: las flores no deben de tener ni el más mínimo daño o tener menos de 9 horas de ser cortadas.

Recompensas: 1000 de Xp, 10 monedas de plata, un artefacto misterioso y el seguimiento de las misiones.

Grado de dificultad: baja medio alta.

Nivel recomendado: nivel 16.

Quieres aceptar la odisea en cadena de "???"]

Kael no dudo ni un segundo y acepto la odisea, la música volvió a soñar y la venta se cerró, esta vez miró el mapa del sistema donde una pequeña parte se había puesto en amarillo, lo que significaba que esa era la área de búsqueda de la flor.

Kael se levantó de las escaleras, se estiró un poco y con una mirada emocionada caminó en dirección al bosque que estaba en la salida sur del reino.

<<tal vez debería esperar a que sea de día, quiero decir, sería más fácil hacer la misión con el sol en el cielo… Naaa que más da, no creo que haya algo peligroso en el bosque de nivel bajo>> pensó Kael mientras revisaba su mapa del sistema y caminaba por la calles del reino.

Mientras Kael caminaba por las calles de Astronia en dirección a la salida notó que una mujer corría hacia un callejón, pero eso no le llamó la atención sino que cuando el viento sopló pudo ver por un breve momento un delicado rostro de una mujer rubia con facciones de princesa, Kael la reconoció, Amelia una de las princesa del reino de Astronia.

<<¿Pero qué demonios hacía ella en las calles de los plebeyos?>> se preguntó Kael el cual pensó que era alguna misión especial secreta como la que él había buscado hace un momento, pero esto no le importó mcuho, solo miró la ora del sistema anotó la hora y siguió caminando.

Si realmente era una misión volvería aquí mañana a la misma hora y si aparece de nuevo eso significa misión especial seguro, de momento siguió caminando al bosque sur.

Kael salió sin muchas complicaciones del reino pero sin antes ver a unos cuantos jugadores intentando regatear el costo de la entrada al reyno con el guardia de la entrada el cual se negaba a dejarlos entrar sin antes pagar la tarifa de entrada ya antes establecida en 2 monedas de plata.

Kael se burló un poco de la situación pero en realidad no le importó mucho así que corrió hacia la zona en amarillo del bosque sin mirar atrás o ayudar a los jugadores, en su camino se encontró con más ratas moustro que mató de un golpe, pero algo muy curioso fue que entre más se acercaba al lugar amarillo marcado en el mapa menos frecuente era encontrar bestias de bajo nivel, hasta que llegó el punto en que su camino restante a la zona marcada fue muy tranquilo ya que no se encontró con ningún moustro más.

Kael entró en la zona amarilla y casi de inmediato sintió un cambio en el entorno, las vibras del entorno se sentía pesadas y raras, el ambiente húmedo y frío no ayudaban en nada.

Kael caminaba lentamente por el bosque, con una expresión seria en su rostro mientras observaba su entorno. El ambiente se sentía pesado y peligroso, como si algo maligno estuviera escondido entre los árboles. A medida que avanzaba, se dio cuenta de que los árboles eran raros como del tipo de fantasía, con troncos oscuros y hojas rojas y negras como si fueran creados por la imaginación de algún artista macabro.

<<Demonios este lugar tiene algo que está logrando que me ponga nervioso, sobre todo el aire frío sé siente poco reconfortante>> pensó Kael mientras caminaba con los sentidos alerta.

El suelo estaba cubierto de hojas secas y crujientes, que se rompían bajo sus pies con un sonido inquietante. Las ramas de los árboles colgaban sobre él como si fueran garras afiladas, y las sombras se alargaban a su alrededor, como si se movieran y cambiaban de forma por sí solas.

Kael se detuvo en seco cuando escuchó un ruido detrás de él. Se dio vuelta rápidamente, listo para defenderse, pero no vio nada. Sin embargo, podía sentir que algo lo observaba desde las sombras. Se acercó a un árbol para inspeccionar y notó que estaba cubierto de espinas algo raro.

<<alguien o algo está conmigo… no estoy solo en el bosque, esa sensación de que alguien me mira y me acecha no es paranoia, son mis instintos avisando de que algo peligroso está cerca>> pensó Kael mientras tragaba saliva y continuaba caminando

De repente, un viento frío sopló, haciendo que las ramas de los árboles crujieran y los sonidos aumentaran. Kael se dio cuenta de que algo estaba sucediendo en el bosque, algo que no era natural. Podía sentir la presencia de alguna entidad maligna que acechaba en la oscuridad.

Kael decidió seguir adelante, moviéndose con cuidado entre los árboles retorcidos y las sombras ominosas. Cada paso que daba lo llevaba más profundamente en el bosque, y el ambiente se volvía más espeluznante y peligroso. Las hojas de los árboles comenzaron a temblar, y las sombras parecían moverse como seres vivos.

De repente, Kael vio una figura oscura en la distancia, algo que parecía estar acechando entre los árboles, la figura parecía estar de espalda, pero de repente se giró mirando a Kael.

De repente todos los pelos de Kael se erizaron como sintiendo el peligro ominoso que salía de esa criatura, de la nada la criatura desapareció entre las sombras como un fantasma.

!Shlizz! !Shlizz! ¡Shlizz!

Un sonido de deslizamiento rápido sonó ruidosamente detrás de Kael el cual no tuvo tiempo de reaccionar debido a que estaba distraído por lo que había visto y debido a eso un gran golpe se estrelló sus costillas que lo mandó a volar a un par de metros antes de chocar contra un árbol.