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Las llanuras ardientes

El viaje a través del agujero oscuro fue muy extraño, es como si me deslizara sobre el agua mientras mi cuerpo se estira como un chicle masticado, un viaje peculiar el cual no pude ver ni escuchar. Pero ese es el menor de mis problemas. Cuando este viaje terminé mi destino será el mundo demoníaco, un lugar peligroso y traicionero, habitado por todo tipo de demonios y criaturas de terror. Lo poco que sé, se lo debo al diario del señor Gen-an del clan Shinganji, el padre de Kurenai, donde contó toda su odisea por esas tierras malditas clasificando demonios y zonas de la más peligrosa hasta las más tóxicas.

Como me gustaría tener ese diario, sería una gran ventaja saber más del lugar a donde voy.

El lugar más tóxico del mundo demoníaco sería el Yomi, una región maldita cubierta de un espeso miasma y nubes tóxicas, habitado por súcubos e íncubos corrompidos llamados, Hades. Por otro lado, el lugar más peligroso del mundo demoníaco serían las llanuras ardientes, un área de calor extremo de donde provienen los demonios infernales y demonios de naturaleza de fuego. También existe la Tierra de hielo y nieve, el territorio de Margrave, las tierras del Señor Fantasmas, las tierras del señor de la Sangre, las tierras del señor del cadáver y muchos más. Pero el lugar o zona, que desearía aparecer, sería La ciudad Puerta en las Tierras desconocidas, hay literalmente se construyó una masiva puerta demoniaca que conecta el mundo demoníaco con el mundo humano, fácilmente podría infiltrarse en la ciudad y cruzar la puerta hacia mi mundo sin sufrir mutación o corrupción por la magia demoníaca.

Si fuera un humano normal, solo unos pocos minutos bastarían para que mi cuerpo mutara por la magia demoniaca o el miasma del ambiente. Las partículas Tai de mi cuerpo me protegerán, y con el tiempo mi celular debería acostumbrarse al ambiente, pero eso no lo sabré hasta verlo por mí mismo.

El agujero comenzó a cerrarse y el cuerpo a estirarse mucho más, hasta que fui expulsado como si el agujero me escupiera, el golpe me dejó un poco aturdido, pero me levanté y me arrastré afuera del agujero en donde caí. Al salir intenté respirar, pero al instante mis pulmones ardieron y mis ojos también, fue muy incómodo no poder ver nada, así que me recosté en el suelo, el cual también ardía. Fue en ese momento que me di cuenta en qué parte del mundo demoníaco había llegado.

Levante la mirada y solo vi fuego, lava y ceniza volcánica, me encontraba en el infierno.

Estoy seguro de que si no fuera por la armadura de metal adherida a mi cuerpo, mi piel se estaría ardiendo o poniendo rojo por el calor. Ni siquiera mis tentáculos me responden, si húmedas se secan al instante, así que solo me quedaban mis garras y mi manipulación de gravedad como armas.

"¡Elsa!…" grite. "¡Elsa!…"

"Elsa no está" dijo una voz en mi hombro. "El agujero oscuro era más estrecho de lo que habíamos pensado, por lo que solo una de nosotras podría cruzar"

"¿Tú eres…?"

"Ana, la diosa del espacio y el tiempo y… tu compañera en esta travesía por el mundo demoniaco" dijo mientras sonreía. "Un gusto, Hito"

"¿Solo una de las dos podía acompañarme?"

"Sí, y para tu buena suerte fui yo"

"Buena suerte… mi trasero, necesito magia de agua ¿Dónde está Elsa?"

"Ella no está aquí, reaccionó muy tarde y ahora estoy yo. Así que acostúmbrate mortal, ya verás que soy más útil que la despreocupada de mi hermana"

"… ¿puedes conjurar una cascada de agua?"

"No"

"… ¿puedes conjurar una fría ventisca?"

"No"

"… ¿Puedes usar magia?"

"Sí, pero no la de este mundo"

"… ¿Puedes ayudarme con este calor?"

"Podría, pero primero tengo que aprender los principios de este mundo"

"… ¿Puedes hacer algo para ayudarme?"

"No, pero puedo aconsejarte, juzgarte, inspírate y organizar tu agenda"

"… — _—…" Juro que si fueras un insecto te aplastaría "Voy a ignorar lo que has dicho y al igual que tu hermana espero que aprendas a usar magia lo más pronto posible. Por ahora presta atención"

Agarré una piedra volcánica y con ella comencé a dibujar en el suelo un mapa del mundo demoníaco, al terminar se lo mostré a Ana para que se lo aprendiera.

"Nos encontramos en el norte del mundo demoníaco, en Las llanuras ardientes, hogar de demonios de fuego y territorio de la reina del infierno. Si queremos sobrevivir debemos ir directamente hacia el sur, hacia la tierra del señor de la sangre, luego nos dirigimos hacia las Tierras Desconocidas en donde nos infiltramos a la Ciudad Puerta para cruzar al mundo humano. No sé cuánto tiempo nos demoremos, pero si mantenemos un ritmo constante y no nos involucremos con los nativos, esta travesía por el mundo demoníaco no dura mucho. ¿Alguna pregunta?"

"No, te entiendo completamente"

"Perfecto, nuestra misión es regresar al mundo humano por cualquiera medio necesaria"

"Sí, comandante"

"Bien, ahora hay que ubicarnos y descubrí por donde es el sur"

"Eh… Comandante"

"Sí, Ana, ¿qué pasa?"

"Deberíamos preocuparnos por ellos" dijo señalando detrás de mí

Mire hacia atrás y vi decenas de gusanos lava surgían de la tierra roja, todos al mismo tiempo, el impacto debió haberlos despertado, lo que significa que debajo de mí debe haber un nido de gusanos de lava.

"¿Debería buscar el sur?"

"¡Olvida el sur, Ana! ¡Corre!"

Debido a mi armadura mi cuerpo pesaba, lo que me dificulta la huida, cada vez más gusanos de lava surgían de la tierra e intentaban atraparme, pero solo lograron derretir el hierro y quitarme parte de la armadura. Ana voló alto, pero luego se detuvo al ver que no lo conseguiría, miró a todos lados y estaba claro que no sabía qué hacer. Con toda mi fuerza seguí corriendo perdiendo cada parte de mi armadura trozo por trozo, cuando mis brazos se liberaron y por fin pude liberar mis articulaciones, saque mis garras y comencé a cortar algunos gusanos abriendo paso entre la enredadera de lava.

"¡Comandante!" Grito Ana "Sigue adelante, al frente hay un cañón. Si logras saltarlo, los gusanos no podrán seguirlo"

Con esta información seguí adelante, el número de gusanos comenzó a disminuir, lo que me alivio un poco, hasta que vi el cañón del que me habló Ana. Si no estuviera cansado y deshidratado podría fácilmente saltar ese extenso cañón, pero en mis condiciones solo caería al vacío y por suerte sobreviví a la caída.

Necesitas ayuda, hermano.

Sombra, ahora no es el momento.

No, si es el momento, quiero volver al mundo humano tanto como tú y solo lograremos si trabajamos juntos.

No te daré el control de mi cuerpo

No tienes que hacerlo, te compartiré parte de mi poder para que puedas salir de esta. Te doy mi palabra.

¿Cómo puedo confiar en ti?

¿Alguna vez te he mentido?

… Está bien.

Sombra fluyó su esencia demoníaca a mis brazos recargando mi energía al absorber la magia demoníaca del ambiente, con esta fuerza agarre a unos gusanos y lo saque de la tierra, luego los lleve al risco del cañón y di un gran salto hacia delante. En el aire agarré la cabeza del gusano y los lancé contra el otro lado del cañón, cuando sus cabezas chocó contra la tierra comenzó a excavar y adentrarse, con fuerza agarre sus colas y conforme los gusanos más excavan me fue más fácil escalar el risco logrando llegar a la cima del cañón con apenas unas cuantas quemaduras en el brazo.

El gusano trató de escapar, pero sosteniendo su cola comencé a drenar su energía vital hasta dejarlo seco. Al parecer ya no puedo depender tanto de las partículas Tai para restaurar la energía de mi corazón o fortalecer mi cuerpo, tendré que usar la magia demoníaca como fuente de poder o no podré usar mis poderes.

"Lo logró comandante" dijo Ana "Nada mal para un mortal"

"No me digas más mortal, solo comandante o amo"

"Olvídalo, no te diré amo. Pero sí comandante, me gusta la estética militar"

"Bien, continuemos. Solo espero que…" En ese momento mis brazos comenzaron a pensar y a arder "¡¡Agh…!!"

"¿Qué sucede?"

"No… lo sé"

La misma magia demoniaca que fluyo hacia mis brazos se movió hacia mi ojo derecho, transformando mi ojo de uno relativamente normal a uno completamente negro como una luz roja en el centro.

¡Qué estás haciendo…! ¡Sombra!

Solo quiero ver lo que tú puedes ver, de esta forma tú podrás ver lo que yo puedo ver

¡Y que puedes ver tú!

Magia demoníaca, la energía que fluye en el ambiente. Así sabrás quién es fuerte en este mundo.

Cuando el dolor se fue, mi nuevo ojo me mostró lo que Sombra me había dicho, si bien la imagen aún era muy clara, pude ver y saber la acumulación de magia demoníaca como en el caso de los gusanos de lava. Al otro lado del cañón, justo debajo en donde estaba, se concentraba una gran cantidad de magia en movimiento, de haberlo visto antes habría podido escapar de la mejor forma.

"Comandante, ¿se encuesta bien?"

"Sí, ya estoy bien Ana, puedes venir un momento"

"Sí" Ana voló hacia mi mano

"Sabes, estoy muy cansado y aún tengo trozos de metal adherido al cuerpo. Así que necesito restáurame y alimentarse, por lo que… tendré que comerte"

"¡¡Qué!!" Dijo volando lejos "¡Qué te pasa enfermo, no soy tu comida de emergencia!"

"No te preocupes, antes de triturar con mis dientes tu cuerpo se convertirá en polo de hada y te reconstruiré en otro lado. No es tan malo como se escucha, Elsa y yo lo hacíamos todo el tiempo"

"¡Pero qué marranas hacías con mi hermana!" Dijo mirándome con una cara de asco "¡No! ¡Me niego! ¡Absolutamente no! ¡Jamás permitiré que me comas!"

Reacciono mucho peor que Elsa, pero eso me dice que es más sensata que su hermana.

"Está bien Ana, no te comeré, pero aún sigue estando esa opción si la situación se complica"

"Sigue soñando, pervertido"

Ana me ignoró luego de eso, pero siguió a mí lados acompañándome mientras subía la montaña más alta que pude encontrar. Mi objetivo era ver qué parte de las llanuras ardientes es menos caliente, de esta forma sabría cómo alejarme más del fuego. Lamentablemente dicha montaña era un volcán activo, por lo que tuve que ir con cuidado hasta llegar al borde del volcán.

"Abre bien los ojos, Ana, busca una zona lejos de este infierno"

"Ni aunque tuviera una supervista, podría ver con todo este vapor. Pero, tomado como referencia ese rudimentario mapa que dibujaste y la ubicación de este volcán… Calculo que estamos a 500 kilómetros a tu derecha de una zona sin fuego o lava, y… Más al frente, a unos 700 kilómetros, debería estar ese señor de la sangre, pasando bosques y senderos".

"¿Cómo sabes todo eso?"

"Soy la diosa del espacio, la tipografía no es un problema para mí"

"… puedes dibujar un mapa más detallado"

"No, solo puedo calcular distancia, para retratar un mapa completo tendría que explorar la zona o tomar referencia"

"Bueno, al menos ya tenemos un rumbo"

"Ah… ¿Comandante?"

"Sí, Ana"

"Creo que otra vez estamos en peligro"

"¿Cómo?"

El volcán hizo erupción, salpicando gotas de lava por todos lados, rápidamente agarre a Ana y salte antes de que la explosión nos atrapara. Usando el poder de Sombra, transmute la piel de mis piernas en metal para deslizarse por el relieve del volcán, logre ponernos a salvo, pero antes de llegar abajo unas piedras se interpusieron en mi camino y tropecé. Rodé cuesta abajo por la poca distancia que quedaba, cuando me volví a levantar vi al frente de mí una docena de demonios infernales.

Aquellos demonios vestían armaduras negras y portaban espadas de filo ardiente, todos usaban máscaras de hierro y alguna cascarilla de hierro, poseían un cuerpo humanoide, pero con los ojos dorados y con fuego en el cabello.

Los demonios sacaron sus armas y unas cadenas, no dijeron nada e intentaron encadenarme, forcejearon conmigo hasta que saque mis cargas para defenderme. Agarre a uno de ellos, coloque los dientes de mis garras en su cuello y tome como rehén.

"Muy bastardos, ahora se me calman. Díganme, ¿quiénes son? ¿Por qué quieren encadenarme?"

"…"

"No quieren hablar… Bien, no necesito que hablen"

La mente de un infernal no era nuevo para mí, sabía cómo ver sus recuerdos sin perderme entre sus pensamientos, solo tenía que hacerlo recordar en un estado crítico emocional. Con mis garras le corté el cuello y en ese estado de desesperación recordó el momento en que su ama le dio su misión.

"Perdóneme… reina Astaroth…" dijo antes de morir.

Astaroth, la reina del infierno, un demon lord tan poderoso como Black e incluso diría que más. Los archivos de la Aldea Gosha no eran muy claros, pero la describen como una demonia beligerante, cruel, dominante y en ocasiones sexualmente sádica. No es alguien con quien quisiera relacionarme y mucho menos conocer, porque con sus poderes fácilmente podría rostizarme en segundos si así lo deseara.

Los demás demonios atacaron, tenían órdenes de capturar con vida, pero no órdenes de llevar en una sola pieza. Con mis garras y con la energía que le drene a mi primera muerte, contraataque logrado acabar con los once demonios faltantes. No eran tan poderosos como esperaba que fueran; aun así, como no estaba en mi mejor forma, fue muy agotador.

"Comandante, ¿qué hacemos?"

"Huir, de seguro estos solo fueron uno…"

Al instante varias bolas de fuego fueron disparadas contra mí, logré esquivarlo con las justas, protegido por mi armadura. Cerca de mí otros doce demonios de fuego aparecieron, aquellos no portaban armas blancas, porque usaban magia de fuego como arma principal. Los demonios volvieron a lanzar sus bolas de fuego contra mí, así que tuve que transmutar la piel de mis brazos para usarlos de escudo.

"Arte ninja, Paso rápido" Me impulse hacia delante y usando mis garras los destripe a un par de demonios. "Arte ninja, Paso rápido" Al impulsarse nuevamente logré acabar con otros dos demonios, pero aún quedaban más.

Oye, hermano, esto no se ve nada bien

Al levantar la mirada aparecieron más y más demonios de fuego, algunos parecían más humanos y otros no tanto, armados con espadas, lanzas, arcos ardientes y pistolas incendiarias, todos a mi alrededor mirándome como si yo fuera la presa. Aunque creo que eso es lo que soy.

"Comandante… no, aún muy pronto para que mueras"

La hada tiene razón, te guste o no podemos volver a morir.

Y crees que yo quiero morir, no me jodas Sombra, si tanto quieres el control tómalo cuando ya no pueda luchar más.

Sabía que mis probabilidades de salir de esta eran bajas, y las probabilidades de salir en una pieza aún menor, pero no tengo opción. Choque mis garras entre sí provocando un fuerte chirrido para que todos los demonios lo escucharan, luego arremetió contra todos usado Paso Rápido para tomar ventaja, como necesitaría energía con mis garras derecha atravesé a un demonio para absorberlo mientras que con mis garras izquierdas me abrí paso entre la multitud de espadas. Cuando al demonio que capture se le acabó la energía, la deseche y capture a otro para continuar, usándolo también como escudo contra las balas y las flechas. Sabía que usar mis partículas Tai me traería consecuencias, pero mutar o de descuartizar son cosas muy diferentes. Usado mi arte ninja, transmute mis garras y parte del metal adherido a mi piel en Kaitetsu, dando más protección y aligerando mi cuerpo, luego cargue mis garras de energía eléctricas para mayor desgarro.

Ana vio cómo me convertía en un rayo rojo, moviendo de aquí y por allá hiriendo a cuantos enemigos podía, sintiéndose muy frustrada al no poder hacer nada para ayudarme.

Debido al sobre esfuerzo y al calor excesivo, el metal de mi piel comenzó a desprenderse abriendo heridas en mi cuerpo, pero mi súper regeneración los curó al instante dándome más vitalidad para seguir luchando. Los demonios de fuego vieron esto y sintieron miedo, no parecía un humano, sino una bestia salvaje sedienta de sangre y muerte.

"¡Eso es todo!" Grite a todo pulmón"¡Todavía puedo luchar más…! ¡Ja, ja, ja…!"

No sé si es por la adrenalina que mi cuenta está segregando, o por la corrupción del miasma del ambiente, pero realmente me volví un maniático homicida asesinado sin piedras y con mucha crueldad, es especial por los desdichados demonios que use como baterías y escudo.

Ana también se horrorizó, por lo que sintió más culpa, así que decidió ayudarme. Usando su autoridad divina del espacio, desvío los proyectiles del enemigo hacia sus compañeros, dándome más aperturas para atacar. Cuando vio que ya no podía seguir usando paso rápido, colocó puntos de transporte cerca de los enemigos, trasladándome ceca de ellos para acabar con todos los artilleros.

Pero, aun así, eran demasiados demonios y ya casi no tenía energía, por lo que no tuve otra opción que darle control a Sombra para que con su poder los destruyera a todos.

Sombra tomó el control, pero como compartimos un ojo pude ver todo lo que hacía. Primero transmuto toda mi piel para evitar el fuego, luego estiró todos sus tentáculos para atacar a los artilleros y al arquero antes de que se secaran. Con su magia restauro nuestra energía y continuó luchando por casi una hora hasta que ya no quedaba ningún demonio vivo por el cual luchar. Excepto por los que escaparon o por los que aún están moribundos.

Lo siento, Hermano, esto me consumió más de lo que había esperado. Te devuelvo el control… ahora…

Incluso para Sombra esta situación lo ha agotado, no lo culpo, este calor y estas constantes quemaduras nos limitan. Pero no importa, ahora que no hay más demonios, nada podrá detener mi travesía.

"¡Comandante cuidado!" Gritó Ana

Mire hacia atrás, pero no pude reaccionar a tiempo, un pie me pisó la cara y con una poderosa fuerza me hundió la cabeza en el suelo. No sé quién es este demonio, pero tiene una fuerza sorprendente. Al instante intenté absorber la energía del demonio que me atacó con el contacto de piel, pero de inmediato el demonio me piso las rodillas y me destruyó el hueso por completo, luego me piso los hombros y finalmente la columna dejándole inmovilizado.

Pude ver el miedo de Ana, realmente estaba asustada, tanto que se fue volando sin mirar atrás.

Con una patada en las costillas el demonio me volteo y por fin pude verla. Pude ver a la demonia que me atacó.

"A… A… Astaroth…" dije cuando apenas pude verla.

Astaroth, está igual a como la recuerdo, vistiendo un vestido rojo, con su extremadamente largo cabello rojo, sus ojos dorados, sus dos enormes tetas con un tatuaje de corazón en una de ellas, dientes afilados y su lengua extremadamente larga que por alguna razón estaba fuera de su boca. Ella me miró, no puedo ver su mente ni nada, por lo que no sé que es lo que quiere de mí.

Intenté moverme para seguir luchando, pero esto solo probó una sonrisa en su rostro como si hubiera visto algo muy gracioso. Astaroth no dijo nada, solo levantó su pie y pisó con fuerza dejándome fuera de combate, antes de perder el conocimiento pude intuir lo que me espera, y aunque no me desagrada, tampoco es lo que quiero en este momento.

Cuando desperté me encontré en un amplio calabazo iluminado por velas rojas, tenía grilletes en el cuello, en las muñecas y en el tobillo, por lo que me encontraba completamente inmovilizado. Intenté liberarme al sacudir las cadenas, pero el hierro me quemaba mucho con la fricción, así que deje de hacerlo.

La puerta principal se abrió y entró Astaroth en compañía de una elfa oscura, ella no pisaba el suelo, solo flotaba en el aire hasta que le trajeron un asiento en donde se sentó, cruzó las piernas, y dijo.

"Es inútil, Humano, esas cadenas fueron forjadas bajo el fuego de un volcán, sólo se pueden abrir con estas llaves" De entre sus tetas Astaroth sacó una llave y la colocó entre los dedos de sus pies. "Tómalo, si puedes, tienes un minuto para lograrlo"

Con una sonrisa en la cara, Astaroth acercó su pie con la llave a mi rostro, esperando a que lo agarras con mis dientes. Esto era muy humillante, pero si quería salir tenía que jugar su juego, estilado mi cuello, trate de morder las llaves, pero por pocos centímetros no podía lograrlo, así que saqué mi lengua y cuando por fin logre tocarlo, Astaroth pisó mi cara haciendo que me tragara las llaves.

"¡Tiempo…! ¡jajaja…! Estuviste cerca, Humano… ¿eh? ¿Y la llave?"

"Creo que se lo tragó mi señora" dijo la elfa oscura.

"Oh, bueno, al menos sé dónde encontrarlo"

"¡Bruja!" Dije mirándolo fijamente. "Como te atreves a humillarme de esa forma"

"Humano tonto, acaso no tedas cuenta de tu situación. Bien, mejor para mí, a si esto será más divertido"

"Je… divertido fue asesinar a esos patéticos demonios infernales que enviaste a capturarme. No fueron un verdadero reto para mí, eran débiles"

"Por supuesto que eran débiles, por eso los enviamos, no me gusta tener demonios de baja categoría entre mis filas. Ah, pero tú… a pesar de ser un humano pudiste enfrentarte a todos ellos sin perder, no sé qué clase de magia usaste, pero verte ese estado tan salvaje y despiadado me emociono. Como los destripabas, como los aplastabas, aun cuando te pedían piedad no la contuviste, fuiste tan cruel y sádico como un demonio de pesadilla"

"No me digas… ¿te gusto?"

"… No seas tan engreído humano, solo llamaste mi atención" ella voló hacia mí y me miró fijamente "Eres débil y frágil como todos los de tu especie, pero no te preocupes, desde ahora serás mi juguete personal, te someterás a mis deseos y me suplicarás que te castigue. ¿No es emocionante?"

Lo miré a la cara y le sonreí "Inténtalo… maldita bruja…"

Fue así que comenzó mis días en aquel calabozo en donde Astaroth y su asistente jugaron conmigo para satisfacer su más bajas y sádicas perversiones.

Diario del esclavo, día uno.

En el primer día, me enteré de que aparentemente a Astaroth no le gusta que su juguete tenga vello facial o capilar, así que comenzó a depilarme de la cabeza hasta los pies con sus llamas infernales. Como tenía una súper regeneración que incluso supera la piel y carne quemada, Astaroth no tuvo piedad el primer día, usado como práctica de tiro mientras me quedaba completamente calvo. Luego me bañaron con agua caliente, aunque de eso se encargó la elfa oscura. Astaroth solo observo y comió algunos dulces, mientras sé lamia los dientes observando mi piel roja por el calor

Cuando terminó me vendaron los ojos y me obligaron a comer de un tazón en el suelo como si fuera un perro, luego tuve que lamerle los pies a Astaroth como postre. Aproveche este momento para absorber su energía y morderle un dedo, pero fui rápidamente descubierto y castigado.

Astaroth me dio una fuerte patada en la cara, arrancándo varios dientes hasta que por el dolor volvía a perder la conciencia.

Diario del esclavo, día dos.

En el segundo día, desperté con las manos atadas a mi espalda y de pie, no podía moverme o flexionar los músculos, por lo que supe que me habían drogado. Astaroth me masajeó el pene y presiono mis testículos, cuando mi pene se puso erecto, comenzó a chuparla con su larga lengua que ardía como fuego. 

Aunque no podía ver, sentí el ligero movimiento de su lengua estimulando la uretra, sus movimientos eran tan buenos que al final me vine con fuerza.

Escuché sonidos extraños, Astaroth estaba chupando algo, posiblemente sus manos al beber mi semen.

"Te gusto, maldita bruja" dije con una sonrisa a pesar de que me ardía el pene.

Astaroth se enojó y como castigo me dio diez latigazos en la espalda, luego continuó exprimiendo mi pene con su lengua y boca, mordiendo con su afilado dientes mis testículos y el glande, lo que me mantuvo en alerta por horas.

No sé cuantas veces me vine ese día, mi regeneración debió actuar mucho, pero al final debió a tanto esfuerzo, perdí el sentido del tiempo y no supe cuándo Astaroth se fue. Logre absorber un poco de energía, sin llamar mucho la atención, pero seguro se consumió al curar mis bolas.

Diario del esclavo, día tres.

En el tercer día, me desperté atado aún pesa de madera, mis ojos aún permanecían vendados y no sabía qué pasaría ahora. De pronto sentí algo suave en la cara y algo húmedo en mi boca, el objeto era áspero y dulce a la vez.

"Lámelo humano" dijo Astaroth, quien comenzó a jugar con mi pene, poniéndole un aro metal en la base inferior.

Aunque dudaba que era lo que tenía en la cara, obedecí y comencé a chupar metiendo mi lengua en la parte húmeda, al escuchar los gemidos de Astaroth supe de inmediato lo que era. Tenía la vagina de Astaroth en la boca y su trasero en la cara, la posición restringida del 69.

Realmente odié tener los ojos vendados y las manos atadas, ya que si no los tuviera de seguro podría ver un bonito espectáculo y agarrar el trasero de la reina del infierno. O podría empujarla y escapar de la mazmorra

Use mis mejores técnicas para hacer venir a Astaroth, y ella también para hacerme venir a mí, iniciando una competencia de quien hacía venir más al otro hasta que finalmente termine perdiendo. Aun así, mi técnica le gusto tanto que dejó de chuparme el pene para apoyar más sus caderas contra mi cara. Los gemidos que ella emitía eran muy excitante, pero poco a poco comencé a perder el conocimiento debido a la falta de oxígeno.

Al final me ahogué, pero sobreviví para luchar otro día más.

Diario del esclavo, día cuatro.

En el cuarto día, desperté sentado y a la espalda de una pared, seguí con los ojos vendados, escuché la voz de Astaroth exigiendo que le rogara por atención, a lo que respondí.

"Bruja, si tanto quieres chuparme el pene, hazlo y evita estas tonterías"

Escuché la risa maldad de Astaroth, luego sentí como algo afilado atravesaba mi pecho provocando un fuerte sangrado interno. Por alguna razón mi pene se puso erecto, quizás por la sanación de sentir la muerte cerca o el deseo humano de dejar descendencia. Sea como sea, Astaroth me piso el pene erecto y exigió que le rogara piedad, en situaciones normales rogaría piedad, pero no en esta situación ni por este modo.

Con su mano adentro de mi cuerpo absorbe directamente su energía sanando y protegiendo mis órganos vitales hasta que Astaroth se cansó. Retiró su mano de mi cuerpo e imagino que luego lamió mi sangre como usa psicópata, sin saber que se estaba bebiendo un poderoso afrodisiaco altamente adictivo. Especialmente luego de que Sombra lo potenciará con su magia demoniaca.

Mientras mi pecho se cerraba, escuche extraños sonidos y gemidos hasta que repentinamente fui bañado por un fuerte chorro mientras escuchaba cómo Astaroth gritaba de placer. Luego de eso escuche la puerta cerrarse.

Creo que esto no es agua…

Diario del esclavo, día cinco.

En el quinto día, desperté sentado y aun con los ojos vendados, pero con las manos encadenadas sobre mi cabeza por alguna razón. Escuché a Astaroth conversar con alguien llamada Wester, ella discutía sobre el incidente de ayer y que debería tener más cuidado, pero Astaroth no la escuchó y se sentó encima de mí. Comenzó a masajear mi pene con sus pies y a lamerme la cara con su larga lengua.

Aprovechado el momento, atrape su lengua con mis dientes y cuando Wester pensó que le iba a arrancar la lengua, yo lo jale hacia dentro de mi boca y besé los labios de Astaroth. Al instante apliqué el beso de la muerte dándole 20 Hits en 10 segundos, hasta que ella contraatacó con los mismos Hits.

Al final tanta estimulación provocó que me viniera que probablemente cayeron sobre Wester, ya que dio un fuerte quejido de sorpresa.

Diario del esclavo, día seis.

En el sexto día, ya no me encontraba encadenado de las piernas porque me habían cortado los tendones, los cuales ya se regeneraron, pero aún mantenía mis brazos restringidos. Aprendí a sentir la presencia de Astaroth, por lo que supe que estaba detrás de mí, ella me empujó hacia el suelo y me pisó el pene estimulando. Luego comenzó a chuparla con su larga lengua hasta que me vine, escuchando unas pequeñas risitas. Astaroth tiró de la cadena de mi cuello hacia delante para luego sentarse encima de mí, sintiendo cómo su parte húmeda frotaba mi pene.

"Humano" dijo Astaroth "Te juro que si te rompes antes de que esté satisfecha, agarrar un dildo de fuego y te lo mete por el culo"

"O_O"

Astaroth metió mi pene dentro de ella, tirando de la cadena de mi cuello para que se lo metiera más, moviendo sus caderas con fuerza mientras gemía de placer. El interior de Astaroth es caliente como el infierno y apretado como si fuera una virgen, el placer que sentirá era adictivo y satisfactorio, pero como tenía los ojos vendados no podía ver su cara de placer, lo que me ayudó a mantener la compostura. Astaroth no se contuvo dando fuerte setones mientras tiraba con más fuerza la cadena de mi cuello, sabía que pronto me vendría, así que comencé a mover mis caderas para penetrar su útero y hacer que se viniera primero.

Si perdía, el castigo sería horrible.

Nuestra batalla fue dura, hasta que finalmente los dos no venimos al mismo tiempo

Astaroth jadeo del cansancio "Bien humano, te salvaste del castigo, pero aún no estoy satisfecha. Vamos, una ronda más, no, diez rondas o veinte rondas más…"

La libido de la reina del infierno es brutal, incluso diría que es mucho más que el mío, pero mi culo estaba en juego, literalmente, así que tenía que satisfacerla aunque se me caiga el pene. Durante horas complací los deseos de Astaroth hasta que volví a perder la noción del tiempo, preguntándome si logre satisfacer.

Diario del esclavo, día siete.

En el sétimo día, volvía a estar completamente encadenado, Astaroth me saludo y me dijo que ayer me exprimió hasta la última gota, ella se sentó sobre mí y metió mi pene adentro de ella, dándome fuertes sentones mientras que Wester estimulaba pis menos y me besaba la boca.

Aproveche este momento para darle el beso de la muerte, pero de la misma forma que Astaroth, ella era muy hábil con la boca.

Luego Astaroth colocó su trasero sobre mi cara repitiendo la anterior posición, pero esta vez la estimulé lo suficiente para no ahogarme. Realmente estaba muy cansado, tanto que el pene me dolía y sentía que estaban por explotar. Wester me quitó las cadenas de los pies para que saliera de la mesa, luego me empujo hacia delante y caí sobre Astaroth, ella jaló de la cadena de mi cuello haciendo que penetrara su cuerpo en la posición de perrito.

"Jajaja vamos humano, muévete o te castro"

Obedecí su orden y comencé a moverme, haciéndola gemir una y otra vez, sin siquiera preguntarme por qué lo estaba haciendo. Me vine dentro de ella, pero no era suficiente, así que continúe moviéndose con más fuerza, sus gemidos me excitaban más y el ardor de su cuerpo aún más. Pero… ¿realmente eso es tan bueno? No puedo ver nada, así que no puedo ver la expresión de satisfacción de la otra persona, así no es divertido, no me gusta este tipo de sometimiento, ni siquiera es suficiente como para saciarme.

No, no es suficiente, nosotros no nos sometemos a nadie y mucho menos a una bruja que ni siquiera podemos ver.

Con un último empujón atravesé su útero y liberé toda mi carga dentro de ella.

"¡Ohh…! ¡Si…! Hay tanto semen a dentro de mí…"

Sombra me dio parte del poder que estuvo aculando y con la energía que había drenado logre recuperar mis fuerzas. Con un fuerte rugido rompí las cadenas que restringía y luego me quité la venda. La elfa oscura intentó atacarme con sus llamas azules, pero con mi manipulación la gravedad la empujó hacia el suelo con la suficiente fuerza como para noquearla. Astaroth seguía aturdida por el orgasmo que tuvo.

"¡Bruja! ¡Es mi turno!"

Sé que debo escapar, pero ahora que lo veo Astaroth es muy hermosa y sexi, sus manchas caderas, su delgada sincera, sus enormes tetas que era igual o incluso más grandes que los de Shiranui, sus pezones semi hundidos y su piel clara y tersa. Además, en mi vida anterior siempre me han gustado las pelirrojas, maldita sea mi lujuria no se puede controlar.

Metí mi pene en la vagina de Astaroth, el cual se volvió más grande y ancha que antes, lo suficiente como para golpear las paredes de su útero.

"¡¡¡¡Aaaaaaaahhhh!!!!!!" Grito de dolor y placer, aunque más placer que placer

"¡Te gusta esto maldita Bruja! ¡Ocultando ese rostro obsceno! ¡Ahora verá!"

Metí y saque mi pene una y otra vez con toda la fuerza de mis caderas, violente sus entrañas para hacerla sufrir, pero no era suficiente hacerla gemir como una cerda, no era suficiente.

Oye hermano, déjame unirme a la diversión

Haz lo que quieras de cualquier forma, tenemos el mismo cuerpo.

Me mordí el labio y de inmediato besé los labios de Astaroth, haciendo que bebiera mi sangre para drogarla con mi afrodisiaco, luego agarra sus enormes tetas y come para estimular sus pezones hundidos hasta sacarlos.

"¡Agh! ¡Aprietas fuerte, bruja! ¡Estas por venirte, perfecto yo también!"

Agarre con fuerza la cintura de Astaroth y con toda mi fuerza perfore su interior haciendo que ella apretara con fuerza provocando que ambos nos viniéramos al mismo tiempo. El orgasmo de ambos fuera lago y fuerte, nunca cantea había eyaculando tanto semen como ahora, el vientre de Astaroth se hinchó hasta aparentar estar envasada. Cuando expulsé la última gota de semen saqué mi pene y di unos pasos hacia atrás antes de sentarme en suelo, había agotado toda mis energías y más tarde que nunca me di cuenta de que la había cagado.

Astaroth intentó levantarse, pero sus caderas no le respondía, así que usando su magia levito mientras mi semen se escurría entre sus piernas.

"Tú… humano, uh… pagarás por esto…" lo dijo con una sonrisa erótica en el rostro.

Sea como sea, dudo que tenga otra oportunidad como esta, Astaroth es muy fuerte y sin mi energía restaurada es imposible que pueda escapar de ella.

"Jajaja…" me reí como un maniático. "Bruja, no, Astaroth. Realmente eres muy buena, pero es imposible que me sometas. Soy el elegido de esta historia, enviado para cumplir la misión de los dioses y… el ser más poderoso que este mundo ha visto jamás. Aunque me humilles y torture, nunca me somete, ni a ti ni nadie, ni en esta vida, ni en la otra"

Al escuchar estas palabras Astaroth se quedó en silencio por unos segundos, su sonrisa desapareció y sus ojos se abrieron, por momentos pude ver tu mente y lo que vi fue… confusión.

"¡Bien dicho mi elegido!" Dijo una voz en el techo, mire arriba y era Ana.

"¿Quién es esa maldita hada?" Pregunto Astaroth

"¡Soy Ana, la diosa del espacio y el tiempo! ¡Perra…!" Ana descendió con fuerza y extendió sus manos "¡Comandante, tu mano!"

Levanté mi mano y atrapé a Ana, de pronto mi cuerpo comenzó a brillar de forma intensa. Magia de espacio, Ana había aprendido verdadera magia de espacio y me estaba trasladando hacia algún lugar.

Mire a Astaroth y le dije

"Adiós, maldita bruja, espero que no nos volvamos a ver muy pronto"

Dichos esto, la magia de Ana se activó y fue traslada hacia algún lugar, terminado estos siete días de esclavitud.

Fin del diario.

A pesar de que Ana había dibujado bien los sellos mágicos, el traslado no fue muy cómodo, aparecí a dos metros sobre el suelo y caí sobre mis rodillas con todo el peso de los grilletes que aún estaban en mis muñecas.

Creo que me rompí o fracture las piernas.

"¡Argh! ¡Mierda!…"

"Tranquilo comandante, el dolor ya pasará"

El traslado me trajo al interior de una especie de iglesia o templo construido a base de piedras y granito, con unos cuatro pequeños flujos de lava y un altar en forma de jaula.

Viendo que Ana está cerca de mí, rápidamente la atrape con mi mano y la encare. Aquella diosa traicionera tenía que responder por su traición.

"¡Ah! Comandante, me duele… ¿Qué le pasa?"

"Qué me pasa… ¡Qué me pasa! Responderme, Ana, ¡¿Por qué me abandonaste?!"

"Ah… yo… solo… puedo decir… que lo siento"

"Lo sientes…" indignación "Tienes idea lo que esa bruja hizo conmigo, me drogo, me torturo y me humille, intento asesinarme y lo peor de todo es que me rapo el cabello… ¡Estoy calvo!"

Ana miró mi cabeza y sus mejillas se hincharon como una ardilla, conteniendo las risas.

"¿Te parece esto gracioso?" Presione mi agarre.

"Ug… no, comandante"

"Respóndeme con la verdad, Ana, ¿por qué me abandonaste?"

Ana bajó la mirada. "Lo siento, normalmente yo no me encargo de estos asuntos de reencarnados, para serte sincera esta es mi primera misión como acompañante"

"¿Explícate?"

"Normalmente, mi trabajo consiste en administrar los nuevos mundos, veo sus resultados en siglos y los clasificó según los anteriores resultados. Desempeñó este trabajo de forma impecable durante millones de años, sin malas letras o redundancias"

"O sea… eres una oficinista. Una diosa oficinista"

"Sí, pero gracias a tu elección, ahora soy una Diosa acompañante, con la misión de llevar al héroe hacia su victoria y acompañándolo de forma indispensable"

"Entonces… ¿Por qué me abandonaste?" Presione más fuerte

"¡Rghhh…!" su cara se puso roja. "¡Tuve miedo! ¡Nunca he hecho trabajo de campo y menos sé cómo funciona la magia! ¡Agh!… ¡Tampoco sé cómo ocultar mi presencia o volverse intangible! ¡Lo siento!"

Al casi intentar vomitar en mi mano aflojé el agarre, dejándola respirar.

"… Ana, solo por ser tu primera vez y por haber sacado de esa mazmorra, te perdono"

"¿En serio?" sus ojos se iluminaron

"Sí, pero con una condición"

"¿Cuál?"

"Esto… ¡Ñam!"

Me comí a Ana de un bocado, ella de inmediato se asustó y estaba por explorar en polvo de hada, pero no lo hizo.

"Watafak" dije con la boca llena. "Convierte en polvo, solo así podré restaurar mis energías y reconstruir mis piernas"

"Nyaa…" Ana me mordió la lengua.

"¡Ah! Si serás pendeja"

Con mi lengua comencé a sobar el cuerpo de Ana, pero esto solo le daba cosquillas.

"Jajaja… jajaja…"

"Ah… esto ya se está poniendo muy raro, ya explota antes de que… ¡Glug!"

O-O

Al instante Ana explotó en polvo de Hada y luego reapareció frente de mí, ella estaba en shock al igual que yo.

"Ana, estás completamente perdona. Es más, creo que debería disculparme por…"

"No quiero hablar de eso. Cometí un error y ya pague, eso es todo"

Asentí con la cabeza y ella también, luego chocamos los puños para pactar nuestro silencio.

"Muy bien, Cronos, en la semana que estuviste cautivo pude recopilar mucha información"

¿Cronos? ¿Qué significa eso?

"Aún no puede volverse intangible o desaparecer, pero soy tan pequeña que puede adentrarme en cualquier lugar"

Ya te lo explicaré luego

"Pude encontrarte ese mismo día, pero sabía que no podía hacer mucho, así que decidí aprender más de este mundo. Abrí una puerta dimensional hacia mi cuarto, en donde usando mi tableta accedí a los archivos de este mundo y comencé a estudiar. Aprendí los conocimientos básicos de la magia demoníaca y de los personajes más influyentes, incluyendo una forma de restaurar tu fuerza" Ana señaló el altar en forma de jaula "Observa. Hay lo tienes encerrado en hierro volcánico, el arma del antiguo demonio infernal más poderoso del mundo demoníaco, La alabarda de Gaap"

"¿Gaap?¿Quién es Gaap"

"Fue el anterior señor de las llanuras ardientes antes que Astaroth, en el apogeo de su poder forjó una poderosa alabarda y con ella desafío a las nueve familias demoníacas por el título de Rey demonio"

"Rey demonio, me gusta cómo suena eso"

"Y que lo digas. Según los registros, Heliogábalo Gaap, se proclamó así mismo el Rey del norte y señor de las llamas infernales, derrotó y humilló a los Demon lord de su tiempo y la Hell Knight que aún ostenta el título de la más poderosa"

"Hell Knight, eso también me gusta. Continúa"

"Gaap puso en jaque a todo el mundo demoníaco, pero, debido a diversas traiciones y conspiraciones, al final Heliogábalo Gaap fue asesinado por Teutates consumiendo sus llamas con la oscuridad de la muerte. Ahora nos encontramos en las ruinas del reino de Gaap, protegido por una comunidad de demonios leales a su señor, y resguardado los restos de su albarda en esa jaula"

"Resguardan su arma, ¿y por qué no sus restos?"

"No lo sé, seguramente fue destruido o se perdió, los registros no son muy claros"

"Bien, si el legado de ese tal Gaap fue así de impresionante, de seguro su alabarda también lo era"

"Si, fue forjado con su fuego y uso una piedra filosofa como núcleo para servir a un solo señor"

"Espera, si la alabarda de Gaap solo responde a su señor, ¿cómo esperar que me responda a mí?

"Simple. Soy la diosa del tiempo, usaré mi autoridad para retroceder el tiempo de la alabarda al momento antes de reconocer a su señor, de esta forma tendrás una oportunidad de reclamarla. Así que te recomiendo que lo aproveches"

Ana usó su magia para activar el mecanismo de la jaula, en ese momento se activó una alarma en forma de campanadas que atrajo la atención de todos los Leales al templo.

"No tenemos mucho tiempo" la jaula se abrió "Una vez que la gema de la alabarda se restaure y el fuego del filo se encienda, debes empuñarla y fluir tu poder hacia el núcleo" los leales entraron al templo, todos demonios infernales con armaduras medievales. "Listo… ¡Ahora!"

Agarré la alabarda y, con la ayuda de Sombra, hice fluir mi magia hacia el núcleo, de un momento a otro mi mente fue absorbida y me transportó aún jardín de fuego y cenizas. Al frente de mí apareció una piedra roja y un eco resonó en mi cabeza

"Un humano… porque un humano reclama el poder de las llanuras ardientes… es absurdo… Me niego a servirle un simple…" Agarre la piedra con mi mano envuelta de metal y comencé a presionarla con fuerza "Arrr…."

"Esa es la forma de hablarle a tu señor, tu insignificante piedra" Si la historia que me contó Ana es verdad, Gaap seguramente fue alguien ambición y crueldad, una personalidad que la piedra filosofal podrá reconocer en mí. "Respóndeme piedra, ¿quién es tu señor?"

"Arrr… arrr"

"Si no me respondes entonces no me sirves en mi deseo de conquista, me eres inservible"

"Arrr…" la piedra comenzó a quebrarse "No… mi señor… usted es mi señor… Mi señor de las llamas"

La piedra brilló de un intenso rojo segador, devolviendo la conciencia a mi cuerpo y devolviéndome la magia que le di. También sentí cómo el poder de un sol incandescente se impregnaba en mi alma, fortaleciendo mi cuerpo y brindarme el poder de las llamas infernales. La alabarda de Gaap se encendió en fuego y me reconoció como su señor, de inmediato todos los leales se deslumbraron con mi fuego y se arrodillaron.

"¡Larga vida al nuevo rey del norte!" Dijeron todos en coro. "¡Heredero de nuestro señor Gaap, el nuevo señor de las llamas!"

En mi mente vi visiones de la vida Heliogabalus Gaap, quizás como un remanente de su ser en la alabarda, vi su absoluta crueldad y sus más retorcidas ambiciones. Realmente era un ser muy malvado, pero también un buen gobernante, además que ahora sé cómo fue que murió.

En su batalla final contra Teutates y las familias demoníacas, Gaap confió en Belcebú, una diosa de otro mundo, y ella lo traiciona justo cuando más lo necesitaba.

Miré a los leales a Gaap y luego a Ana, ella se veía muy orgullosa por haber cumplido su objetivo. Sonriendo, calmada, ignorando todo el odio y resentimiento que esta arma les tiene a los dioses, en especial a los que vienen de otro mundo.

Tranquilo hermano, aún nos es de utilidad.

Sabía que no podía quedarme en el mundo demoníaco y mucho menos iniciar una guerra por el control de las llanuras ardientes. Los Gaapnianos, a quien llamaré a partir de ahora a todos los demonios que habitan las ruinas del reino Gaap, no tiene el armamento ni los numero necesarios para luchar contra los demonios infernales de Astaroth, sin mencionar que las condiciones de vida de su pueblo son muy deplorables y poco saludables. Así que escogí a un representante, el más capacitado según todos los Gaapnianos, y le di la misión de restaurar la gloría de su gente y de prepararse para luchar. También les ordené a todos que mantuvieran en secreto y que todo lo referido al Señor de las llamas o sobre Rey en el Norte este en absoluto secreto, ya que si Astaroth se entera de esto, todos los Gaapnianos, incluyéndome a mí, serían exterminados.

El poder de la albarda es increíble, pero no suficiente.

Dicho esto abandone las ruinas y me aventure en las llanuras ardientes, no pasó mucho tiempo cuando de pronto un montón de gusanos de lava y demonios de fuego aparecieron para capturarme. No vi demonios infernales por ningún lado, pero sabía que pronto llegarán. Gracias al poder de la albarda de Gaap, el fuego y el calor ya no me afectaba, pudiendo respirar vapores como si fuera aire y tocar la lava como si fuera agua, aunque mi piel se puso un poco morado, es un costo mínimo en comparación al poder que tengo ahora.

Los gusanos de lava atacaron y los demonios de fuego lanzaron bolas de fuego, venían de todos lados y sería imposible escapar, pero no tuve que hacerlo. Blandí la alabarda con una sola mano y con un solo movimiento de mi hoja incandescente, lance una llamarada que desintegró a todos los enemigos a mi alrededor.

Mi ataque no los dañó, sino que absorbió su fuego, que sería la fuente vital de cualquier demonios de fuego.

Sin obstáculos continué con mi camino hacia este, del suelo aparecieron más gusanos de lava y más demonios de fuego, pero fueron fácilmente aniquilados y no me detuvieron hasta que cuando estaba por llegar a la frontera sentí la presencia de los demonios infernales. No desperdicie el tiempo, me detuve en seco, agarre mi alabada, me moví con paso rápido, intercepte a los demonios infernales y los ataque por sorpresa, logrando acabar con tres demonios, pero aún quedaban cuatro.

Estos demonios estaban mejor equipados y reaccionaron mejor que los anteriores, seguramente no son demonios desechables como los gusanos de lava, son demonios infernales entrenados y curtidos para la batalla.

Los cuatro demonios sacaron sus armas y me atacaron de forma coordinada, uno era rápido, el otro más fuerte, otro hábil con las armas de fuego y el último con la magia de fuego. Lograron entretenerme por un buen rato, pero al final cayeron cuando mi fuego consumió sus armas y su magia.

Les provoqué una muerte rápida, uno por ser buenos contrincantes y dos porque tenía prisa.

En ese momento sentí un escalofrío en la espalda y supe de inmediato lo que veía ahora. Sin tiempo de esquivar o contraatacar, con mi alabarda bloqueé la patada de Astaroth con todas mis fuerzas, ella se sorprendió al ver cómo detenía su ataque, momento que aproveché para atacar, pero ella usó su fuego para protegerse lo que la empujó lejos de mí.

"Guau, nada mal humano"

Al verla empuñé con fuerza la albarda Gaap y arremetí contra ella, esquivando sus bolas de fuego e incluso algunos gusanos de lava que aparecieron de repente, hasta que por fin la tuve al frente. Pero entonces Astaroth levantó un muro de fuego el cual atravesé, a pesar de tener una alta resistencia al calor, parte de mi piel se quemó por ese ataque imprudente. Apoyado sobre la albarda, me levanté y luego le arrojé un corte de fuego, el cual Astaroth neutralizó con sus manos.

"Me impresiona humano, hace apenas unos días solo eras un mísero pelele. ¿Qué pasó en el tiempo que estuviste lejos?"

Astaroth es la actual reina del infierno, por lo que debí suponer que los ataque de fuego no tendrían efecto en ella. Quizás absorber su fuego funcione, pero tendría que arriesgarme.

"Respóndeme humano, es de muy mala educación, dejar a la reina con la palabra en la boca"

"No respondo preguntas… Bruja"

"humano insolente" Astaroth levantó sus manos "Ola de fuego"

De sus manos lanzó una poderosa llamarada de fuego que me cubrió por completo, rápidamente cubrí mi piel con metal y me apoyé con mi alabarda para resistir el impacto. La alabarda de Gaap comenzó a absorber el fuego de Astaroth, pero era demasiada magia y muy lento para absorberlo todo. Poco a poco la temperatura aumentó al igual que la intensidad, parecía como si estuviera dentro de un gigantesco soplete, imposible de moverme o de escapar.

"Meteoro infernal" dijo Ana

Un gigantesco círculo mágico se dibujó en el cielo, invocando una gran roca volcánica que descendió con fuerza contra Astaroth, ella intentó defenderse, pero fue enterrada bajo tierra y escombros.

"Comandante, levántate, aprovecha esta oportunidad para huir"

"Ana… ¿Qué fue eso?"

"Magia infernal de alto nivel, te lo explicaré luego. Ahora hay que ir antes de que…" El suelo tembló y los escombros que enterraron a Astaroth salieron disparados por todas lados. "Maldita sea ya es tarde"

Ana se transformó en un gusano de fuego y oculto entre mi ropa. Astaroth se veía claramente disgustada, miró a todos lados en busca de la persona que invocó el meteoro.

"Si esa bruja me ve, estaré frito, literalmente"

"¿Qué pasa Ana, creí que no podías usar magia ofensiva"

"¿Qué? ¿Quién te dijo eso?"

"Bueno… Elsa no puede y pensé que tú tampoco"

"… Hablaremos de eso después, por ahora tienes que escapar. Astaroth es muy poderosa, incluso más que Heliogabalus Gaap antes que forjar su alabarda"

"Pero yo lo tengo ahora, si esta arma es tan legendaria fácilmente podré derrotar a esa bruja"

"Estoy hablando con el Taimanin analítico Hito del clan Tetsuteku o con el impulsivo cabeza dura de Sombra. Piensa, tener poder no implica que puedas ganar"

"pero… yo… no sé qué diablos estoy haciendo"

No seas cobarde hermano, aún podemos pelear, si la derrotamos las llanuras ardientes serán nuestras.

Debí imaginar que eras tú, maldita sea Sombra, nos vas a matar a ambos. ¿En qué diablo pensabas?

Pensábamos, hermano, los dos decidimos luchar. Tú por orgullo y yo por ambición, ya deberías dejar de echarme toda la culpa.

Maldita sea. Sombra, sigue brindándome tu poder que ya se me ocurrirá una forma de salir vivos de esta.

¿La mataremos?

Sabes también como yo que eso sería un desperdicio.

Ja, tiene razón, por ahora.

En la aldea me enseñaron que la mejor arma contra un demonio son las partículas Tai y las artes espirituales, dos formas de magia anti-demonio sumamente efectivas si se aplica de forma correcta. Lamentablemente, nunca aprendí a usar las artes espirituales, pero sí las partículas Tai que están en mi sangre, especialmente cuando lo aplico con mi arte ninja.

"Maldita sea como odio hacer esto en público" agarre la albarda con las dos más y Grité. "¡Arte ninja! ¡Arte metal! ¡Transmutación sanguínea!"

En ese momento las arterias de mis muñecas se abrieron y brotaron chorros de sangre, la alabarda se cubrió con mi sangre y la absorbió transmutando en el metal Kaitetsu, pero con un tono más rojizo. Cuando el proceso terminó había perdido un cuatro de mi sangre, pero gracias a ello forje una nueva arma anti-demonios con el hierro de mi sangre.

"Ah… " suspire "En estos momentos Elsa usaría su magia para curarme"

"Oye… no se fue lo que hiciste, pero espero qué funciones"

Astaroth dejó de buscar a su atacante y se concentró en mí, ella realmente estaba enojada y no parecía querer seguir jugando, volvió a lanzar la misma Ola de fuego con intenciones de desintegrarse, pero esta vez estaba preparado. Usado el filo de la alabarda, separé su ataque en dos olas de fuego, mantuve la punta del filo en el frente y lo sostuve con fuerza hasta que la llamas cesaron.

"Pero, qué…" dijo Astaroth "¡Humano! ¿Cómo hiciste eso?"

"Si no puede absorber sus llamas, lo mejor sería desviarlo o, en este caso, separarlos en dos llamas fácilmente disipables"

Una arma anti-demonios se especializa en destruir o repeler la magia demoníaca, logrando un mayor daño al cuerpo o a los ataques mágicos. Las llamas de Astaroth son pura magia demoníaca, por lo que al convertir la alabarda de Gaap, una arma que absorbe la magia infernal, en una arma anti-demonio le dio la habilidad de repeler y destruir magia infernal avanzada.

Aunque desconozco sus límites, pero, por el momento me resulta útil.

Astaroth se elevó por los cielos e invocó varias bolas de fuego atrás de sí, luego con un chasquido de sus dedos me los lanzó contra mí. "Explosión de fuego"

Usando paso rápido esquivé los proyectiles, pero aquellas bolas de fuego explotaban al chocar contra el suelo, lo que me dificulto moverme. Cuando el ataque cesó, Astaroth desapareció y reapareció detrás de mí con una pequeña flama en su palma.

"Sufre humano" Ella me tocó con su palma y la flama explotó subiéndome por completo. "Neblina de llamas"

Cuando las llamas cesaron, Astaroth vio sorprendida como todo mi cuerpo se cubrió de un metal brillante como el platino. Cortesía de Sombra, es el mismo metal, pero con mayor resistencia al fuego y a la corrosión. "Cuerpo de metal"

Al tenerla tan cerca ataque con mi alabarda, pero ella detuvo el ataque agarrando los dos extremos de la alabarda. Ambos tuvimos un duelo de fuerza, el cual comencé a perder, hasta que las manos de Astaroth comenzaron a dolerle como si se estuviera quemando. Al verla confundida solté la alabarda y al agarre de las muñecas, aplicando técnicas de taijutsu la derribé al suelo y antes de someterla su cuerpo se desvaneció en llamas y se restauró al frente de mí.

El efecto de mi cuerpo de metal se desvaneció, al parecer no duraba mucho.

Debido al exceso de uso de magia demoníaca y partículas Tai al mismo tiempo, me encontraba agotado, pero fingí no estarlo para no mostrar debilidad ante mi oponente.

Astaroth vio sus muñecas magulladas y me miró.

"¿Eres un humano o un demonio? Si me respondes con sinceridad, quizás te perdone la vida"

"… Soy un híbrido, mi madre es humana y mi padre un demonio" obviamente eso es mentira, pero continuemos con la farsa.

"Oh, eso explica mucho y… ¿Sabes quién es tu padre?"

"No, y no me importa saberlo" Recogí mi albarda y usando la poca magia que me quedaba encendí su fuego. "Escúchame reina del infierno, no tengo interés en pelear contigo ahora, tengo asunto importante que resolver, así que me dejara irme de este infierno, ya sea por las buenas o por las malas"

Astaroth me miró y sonrió, sus ojos brillaron y sus mejillas se ruborizaron.

"Jajaja… eres interesante, mestizo, me agradas. Bien permite que te vayas, pero con una condición"

"¿Cuál?"

"Cuando termines tus asuntos y te hayas vuelto más fuerte, ven a verme para enfrentarme con todo tu poder"

"… ¿Por qué? ¿Es acaso una trampa?"

"No, verás ser la reina del infierno y la demonia más fuerte de las llanuras ardientes es un poco… solitario, es por eso que estoy en busca de un hombre fuerte que pueda derrotarme, un digno oponente a mi grandeza y un excelente amante marital"

"… ¿Estás en busca de una pareja?"

"Sí, deseo que mi hombre sea alguien poderoso, cruel, despiadado, inmisericorde, de voluntad inquebrantable, rebelde ante la autoridad y que me ame de verdad. Hasta el momento pocos han sido los elegidos y todos ellos me decepcionaron, pero quizás tú seas diferente, mestizo"

"Lo dudo, pero gracias por el cumplido. Bien, ahora me voy, pero regresaré cuando tenga la suficiente fuerza como para derrotarte"

"Y te estaré esperando" Astaroth se mordió el labio.

Dicho esto, comencé a correr con todas mis fuerzas hacia cualquier lugar en donde no haya demonios de fuego o demonios infernales. En mi camino, bestias de fuego comenzaron a perseguirme, había abandonado la zona civilizada y había entrado en una zona salvaje, pero aquella bestia no resultaba un gran problema. Aunque me muerdan y me arrastre por el suelo, abandonaré este maldito infierno, saliendo por fin de las llanuras ardientes.

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