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Episodio II

— Están todos preparados, en 3 minutos comenzaremos a descender a nuestro destino, informo Marck.

—¡¡Si!!, contestaron todos emocionados.

En el monitor se podía observar el tan ansiado PLANETA ROJO, todos estaban maravillados con la hermosa vista del planeta. El imponente color rojo tan característico de Marte como lo es el azul de la tierra.

— ¡¡Ooh por dios!! esta es la mejor vista que he tenido en toda mi vida, comento Mark observando el planeta, por el cristal desde el centro mando.

— Esos 12 meses en los simulacros, no se comparan con esto, verlo en vivo...., por dios mi sangre se está calentando, siento la adrenalina recorrer todo mi cuerpo, dijo Jake muy emocionado.

Pasaron los tres minutos en un parpadeo, todos estaban perdidos con la hermosa vista, la gravedad del planeta comenzó a atraerlos poco a poco, el peso de la nave era mucho pero la gravedad de Marte es casi tres veces menor que la de la tierra. El descenso sería mas lento que en la tierra.

— Prepárense!!, ya fuimos atraídos por la gravedad, agárrense muy fuerte, informo Marck.

— ¡¡Maldición!!, estamos siendo atraídos muy fuerte por la gravedad, la nave no podrá aterrizar automáticamente, tendremos que eterizarla manualmente, dijo Jake

— ¡¡Que!!, practicamos un muy poco el aterrizaje manual en los simulacros, contesto Marck nervioso.

Era verdad en el papel en la teoría no tenía que ser atraídos con tanta fuerza hacia la tierra como lo está pasando en ese instante.

— Las misiones son así soldado, siempre se salen de lo planeado, si no fuese así, créeme, no serian interesantes, dijo Jake sonriendo.

— Tienes razón, me disculpo, me deje llevar por las circunstancias, yo me encargo de los propulsores traseros, comento Marck más tranquilo.

— Muy bien, empecemos con el baile, dijo Jake a un sonriente.

— Estabiliza la nave, nos estamos inclinado mucho así el frente, ordeno Marck.

— Ya lo ten..go, respondió Jake colgándose de el volante de la nave con todas sus fuerzas.

— listo, ya entramos a la atmósfera, encendamos los propulsores para el aterrizaje, dijo Marck.

— Si a la cuenta de tres, 3....2..... ahora.

"Propulsores encendidos exitosamente, se escucho la computadora de la nava"

— Ya está todo listo, solo tendremos que esperar que todo salga bien, dijo Jake secando el sudor de su frente.

— Los controles indican que el descenso es seguro y estable, comento Marck suspirando aliviado.

— ¡¡Sujetense fuerte!!, en 90 segundos aterrizamos.

— Hay que empezar con el conteo, comento Marck.

— De acuerdo.

— 5.....4.....3...2.....

Toda la nave se estremeció al parecido a lo que se siente en un avión en una turbulencia. La enorme nave cada vez estaba más y más cerca del la superficie marciana.

"Aterrizaje exitoso sobre el PLANETA ROJO"

— ¡¡Genial lo logramos!!, todos gritaron felices.

Marck abrazo a Jake de la emoción.

— Tranquilo soldado, dijo Jake apartando a Marck.

Todos se miraban uno a otros expectante, mirando un terreno inmenso lleno de montañas, seco, muy seco, pero a lo lejos se podía observar un pequeño punto a penas visible por lo lejano, era un pequeño bosque.

— Vaya, ahora veo porque es llamado el planeta rojo, comento Marck.

— Antes de salir a nuestra exploración tendremos que sincronizar el horario terrestre a el de aquí, como todos sabemos la rotación de este planeta dura aproximadamente una hora más a la de tierra, una vez que sea sincronizado nuestro sistema, podremos salir a explorar, no queremos que la noche nos tome por sorpresa cuando estemos en una misión, dijo Jake.

— El tiene razón, afirmó Marck.

— Los encargados de poner en sincronía nuestro sistema, pueden empezar a trabajar, ordenó Jake.

Pasaron algunas horas después del aterrizaje, el clima era muy diferente al de la tierra, eso se sabía desde los datos recolectados por los robots enviados años atrás, aún así según los termómetros las temperatura durante el día oscilan en los 0 y 3 grados centígrados, muy frio para ser de día.

— Bueno, los científicos me informan que los sistemas quedaran sincronizados mañana temprano, así que por lo pronto hay permiso para descansar mañana iniciamos con nuestro trabajo, notifico Jake.

La gran mayoría regreso a sus dormitorios, a descansar del viaje, pero muchos otros festejaron el triunfo de poder aterrizar en el planeta Marte. Al estar conviviendo juntos por tanto tiempo ya había grupos de amigos y muchos de ellos convivían en ese momento esperando todos con ansias a que llegara la hora de poder salir a explorar el lugar.

Los dos Sargentos había convido juntos durante todo el viaje analizando los detalles y pormenores de sus respectivas misiones pero aún así no se conocías todos, Marck no conocía a todo el escuadrón de Jake ni ni Jake conocía todo el escuadrón de Marck. Así que decidieron presentarse en ese momento.

— Deberíamos de presentarnos todos, ya que ambos escuadrones estamos en este lugar. Sugirió Marck.

—¡Si! —afirmaron todos.

— Yo iniciare, Mi nombre es Jake T. Smiht, tengo 25 años, soy sargento desde hace 3 año, mido 1.85, peso 80 kg, soy nacido en USA pero mi madre es mexicana, soy muy estricto y soy el primero al mando en esta misión, es un placer trabajar con ustedes, a algunos los conozco, algunos no, espero que nos llevemos lo mejor posible.

— Vaya..., no era necesario todo eso.., creo.., comento Marck.

— Bueno, me gusta ser muy detallista, contesto Jake sonriendo.

— Es mi turno, yo y Jake ya nos conocíamos desde mucho tiempo aclarando, mi nombre es Marck lee, tengo 27 años, mido 178, peso 70 kg, soy nacido en USA pero de padres Chinos, soy sargento y segundo al mando en esta misión, mucho gusto en conocerlos, termino.

Así se presentaron soldado tras soldado de cada escuadrón e incluso los científicos, biólogos y doctores se unieron a la presentación masiva. Después de unas horas de platicar todos se fueron a sus habitaciones a dormir y descansar para la primera misión.

Aterrizar en otro planeta era un logro histórico, todos los tripulantes de la nave habían desde ese día, marcado sus nombres en la historia universal y espacial de raza humana, ahora solo falta consumar ese paso poniendo un pie en el planeta y colocando la bandera de las ONU y NASA sobre Marte.