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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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132 Chs

Capítulo 35: ¿Tengo qué darte un beso para qué entiendas qué estás casada?

El aura de Seong-Jin cambió por completo, daba escalofríos pasar por al lado de él.

—J-joven amo, si lo desea podemos enviar a alguien para qué la recoja ahora mismo.

—No, iré yo—dijo ya dirigiéndose a la entrada.

—Joven amo no debería dejar su trabajo por algo tan simple.

Seong-Jin se giró rápido y miro directo a los ojos de Min ho, fue suficiente para dejarle claro que cuanto más hablara sería peor.

Luego se subió a un auto y llamó por teléfono para qué localizarán a su esposa.

En menos de cinco minutos ya tenía la dirección...

***

Sun hee había llamado hace un rato a Hye para poder contarle lo de la audición, quería volver a hablar con ella y ir a algunos sitios para divertirse.

Cuando ella llegó enseguida vio a Sun hee, corrió hacia ella y la abrazó fuertemente.

—Hye, me alegra verte.

—Igual, ¿qué tal la audición?

Sun hee le contó todo, no podía evitar emocionarse por lo que le dijo el director.

Querían ir a un bar para celebrar aquello pero un lujoso auto paro justo enfrente de ella.

Enseguida reconoció aquél auto...

Sun hee fue corriendo hacía el auto de Seong-Jin, intento decirle felizmente que seguramente le darían el papel.

Ella pensaba que él había venido para felicitarla nuevamente...

Seong-Jin bajó del auto, y ni siquiera miro a su esposa. Él entró en el edificio en el que había estado Sun hee antes.

Sun hee miraba confundida a su mejor amiga, ¿qué querrá hacer dentro?

—¿Ese es tu esposo?—decía Hye mientras sus ojos de color café brillaban.

—Sí...

—Es demasiado guapo, ¿cómo has conseguido casarte con él?—preguntaba curiosa.

—Es una larga historia...

"¿Porqué habrá entrado dentro?"

Poco después su esposo salió del edificio con la misma mirada. Subió a su auto y sin decirle nada a su esposa esperó a que subiera.

—No puedo ir ahora, estoy con una amiga.

Él seguía parado, parecia qué no se iva a ir sin ella.

Sun hee no tuvo otra opción, se disculpó con Hye y se despidió de ella.

Luego subió al auto de su esposo y se puso el cinturón de seguridad.

Estuvieron callados durante un rato.

"En serio va a estar callado cómo la última vez"

Seong-Jin comenzó a acelerar todavía más el auto, la velocidad sobrepasaba la de los carteles.

Sun hee estaba asustada, no tenía muy buena experiencia con los autos, para ella ya era un milagro poder subirse a uno. Aquél accidente no se le olvidaria tan fácilmente.

—Para—asustada.

—...

—Maldito bastardo, te estoy diciendo qué pares—furiosa.

Él aparcó el auto en una de las esquinas de la carretera. Luego se giró y miro a su esposa la cuál casi no podía respirar por el susto.

Se sorprendió bastante al verla así.

—¿Porqué no hablas, y ni siquiera me explicas la razón por la qué viniste?

—Tienes qué ser realmente estúpida si no lo entiendes—dijo serio.

—¿Te molesta qué haya echó una audición para una película de romance? Pero... nuestro matrimonio ni siquiera es real.

—¿Tengo qué besarte para qué comprendas qué estás casada?—dijo mientras se inclinaba hacia ella.

—¿Qué?—sorprendida.

Rápidamente Sun hee se movió evitando a su esposo. Tenía todo el rostro sonrojado y su corazón latía más qué nunca.

Seong-Jin solo miró el rostro sonrojado de su esposa y volvió a mirar enfrente suyo.

Volvió a arrancar el auto y siguió conduciendo.

Sun hee no podía parar de pensar en lo qué acababa de ocurrir, "tengo qué besarte para qué comprendas qué estás casada" no podía parar de recordar aquellas palabras.

Sus latidos aumentaban todavía más, quería llegar ya a la mansión y encerrarse en su habitación.

Miró disimuladamente a su esposo, no parecía tener ninguna reacción.

"Maldito bastardo de esta si te vas a acordar"

Poco después llegaron a la mansión, bajo rápidamente del auto y fue a su dormitorio. Se puso las sabanas encima de la cabeza y comenzó a recordar aquél incómodo momento...