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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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Capítulo 2: Por un segundo

Las palabras de su madre se quedaron grabadas en su cabeza, se preguntaba una y otra vez sobre el supuesto trato, incluso intento preguntarle a varias mucamas que se encontraban recogiendo prendas lujosas de su gran armario.

—Ho-hola, ¿alguna sabe algo de un trato?

—Señorita Sun hee, disculpe pero no sabemos nada.

Tenían una voz temblorosa, ¿porqué todos tenían miedo de hablar con ella?

Sun hee se abalanzó sobre la cama preguntándose sin parar sobre ese trato, la curiosidad la mataba, ¿cuándo decidió ella casarse?

Sun hee no aguantaba más que le ocultaran algo de tanta importancia, se iba a casar quién sabe por cuánto tiempo y no sabía ni con quién.

Bajó otra vez por las escaleras corriendo como una niña, las personas que estaban trabajando y se encontraban alrededor se sorprendieron.

Al llegar a la sala su madre se encontraba hablando por teléfono, Sun hee no quería molestar, así que solamente se sentó en un sillón de preciosas telas y se concentró en mirar con detalle la gran sala, en cada rincón qué miraba habían objetos de un valor incalculable.

—¿Qué quieres otra vez?— Le hablaba con indiferencia.

—El... trato, por favor háblame sobre el trato...

—¿Me ordenas?, no tengo tiempo para estupideces.

Kuyng Shin se levantó del sofá dejando sobré la mesa una taza de café con un diseñó de flores precioso.

Ni siquiera se despidió al salir de la sala, eso hizo qué la intriga de Sun hee aumentará a tal punto qué decidió ir al dormitorio de su madre, quiso abrir la puerta, pero algunas mucamas le rogaron qué se detuviera, la intriga de Sun hee en ese momento se lo impedía, abrió la puerta del dormitorio de su madre.

Decidió buscar primero por los cajones, solamente habían papeles sin importancia, los volvió a dejar en el mismo lugar para no levantar ninguna sospecha, la adrenalina qué sentía en ese momento era increíble, se preguntaba sin parar lo qué pasaría si su madre la encontrara registrando su habitación, Sun hee sin darse cuenta dejó caer una lámpara, por suerte llegó a poner una pierna para no romperla.

Le sudaba todo el cuerpo, tenía las manos empapadas, cada segundo era importante en esa situación, rápidamente volvió a buscar por toda la habitación, debajo de los sitios pequeños, bajo la cama, en el clóset, incluso dentro de los zapatos, no tenía ni idea sí era una carpeta de papeles, solo uno o incluso podría ser digital y no escrito, cada momento hacía qué se sintiera mas tensa.

Sun hee levantó el colchón pesado de la cama para ver si podria encontrar algo abajo, no pudo ver nada, cuándo bajó el colchón vio qué una pequeña llave sobresalía de la cama, la cogió y buscó por la habitación algo qué pudiera tener una cerradura, había una pequeña caja fuerte, eso hizo qué Sun hee se sintiera mal por lo que iba a hacer, de todas maneras sólo quería ese supuesto trato así qué sin pensarlo dos veces cogió la clave qué se encontraba bajo la caja fuerte y luego puso la llave.

Al escuchar clik, el corazón de Sun hee empezó a latir con fuerza, abrió la caja y encontró lo qué se esperaba, joyas, dinero, habían algunos papeles qué se encontraban al fondo, estiro su brazo y empezó a mirar por encima, había uno en el qué ponía "SUN HEE", supo qué era lo qué buscaba, casi al instante lo abrió para luego ver qué estaba vacío, solo tenía una firma al final de la hoja, era... ¿la firma de Sun hee?, volvió a dejarlo en el mismo lugar, quería llevárselo pero no podía levantar sospechas, lo único qué sabía de su vida por ahora es qué dependía de una simple hoja en blanco.

Siguió buscando por la habitación, ella quería saber más, quizás algo, aunque sea pequeño podría darle alguna pista más.

Cuando de repente escuchó voces fuera, rápidamente dejó todo otra vez en su sitio, habían algunas mucamas hablando con Kuyng Shin, le decían qué ellas podrían entrar en la habitación a buscar lo qué le fuera necesario, intentaban qué no la viesen, Kuyng Shin se negó, haciendo qué las mucamas tuvieran qué retirarse, en el momento qué fue a abrir la puerta Sun hee se tiro bajo la cama para qué no pudiera encontrarla...

Sun hee tenía tenso todo el cuerpo, solamente podía ver los enormes tacones qué llevaba su madre...

Kuyng Shin cogió la llave de la caja fuerte y luego se inclinó un poco para poder abrir la caja fuerte, cada movimiento lo hacía con elegancia daba igual el lugar en el qué se encontrase.

—Ya lo tengo, por fin toda la fortuna será mía.

Soltó una risa mezquina qué provocó escalofríos en todo el cuerpo de Sun hee.

Su madre salio del dormitorio, volviendo a dejar sola a Sun hee pero esta vez sin saberlo.