Recuerda Todo

Fiona se apresuró al ver esto y apartó a Oliver, usando su cuerpo para proteger al pequeño cachorro. —¡Maestro, le ruego que le perdone la vida! ¡Solo tiene tres meses!

Oliver soltó una burla fría —Fiona, te respeto por cuidar a la Abuela, ¡pero no te excedas! Solo eres una sirvienta en esta casa. Hazte a un lado o te golpearé a ti también.

El pequeño cachorro pareció intuir que Fiona estaba en peligro, así que salió de su protección. Apenas podía mantenerse en pie sobre sus patitas, una de las cuales estaba lisiada. Se tambaleó allí, ladrando de nuevo a Oliver.

—¡Realmente es una bestia!

Oliver murmuró entre dientes, y con eso, su palo golpeó con ferocidad.

Por supuesto, él no estaba realmente enojado con un pequeño cachorro, pero el perro pertenecía a Keira.

Pensando en cómo ella lo había golpeado el día anterior, y su rostro todavía le ardía ahora, incluso los sirvientes y guardaespaldas de la casa se reían de él...