El Asesino

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La habitación estaba muy silenciosa, así que los golpes en la puerta de Keira se volvieron muy distintos.

Lewis hizo una pausa por un momento.

Pareció haber escuchado la voz de Keira...

Aunque sabía que era un pensamiento ilusorio, quizás incluso una fantasía, ya que había experimentado esto varias veces en los últimos días.

Aun así, miró hacia arriba con alegría hacia el balcón.

De hecho, a través de la puerta de vidrio, el balcón estaba vacío.

Lewis frunció el ceño y se levantó lentamente, caminando hacia el balcón.

En el balcón.

En ese momento, alguien cubría la boca de Keira, y ella se escondía a un lado, luchando con todas sus fuerzas pero sin poder ejercer ninguna!

Justo entonces, vio a Lewis, quien parecía caminar hacia ella. Los ojos de Keira se iluminaron levemente. Estiró el pie, lista para patear la maceta que estaba al lado.

¡Con tal de hacer un ruido, Lewis definitivamente saldría y la vería!