—¿Qué pasó? —dijo Shen Jiani frunciendo el ceño ligeramente.
Huo Zhenghai también miró hacia la puerta: —Dile que entre.
Shen Jiani abrió la puerta, y Huo Yanyan lloraba tan fuerte que su maquillaje se había corrido completamente, haciendo que su cara pareciera un panda.
Después de que entrara, ella les contó lo que sucedió mientras lloraba... por supuesto, le dio más importancia a sus errores y menos a los que cometió ella misma.
Después de escuchar su historia, Huo Zhenghai preguntó: —¿Trataste otra vez mal a Huo Mian?
—Yo... no lo hice, solo tuvimos una breve conversación —dijo tímidamente Huo Yanyan.
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