Yang Meirong obviamente era algo tímida, ya que sonrió, pero no dijo nada...
Huo Mian tomó el gigantesco sobre rojo de Qin Chu y lo abrió. Luego de contar rápidamente, exclamó: —Oh... ¡Hay más de 10,000 aquí!
—Hay 20,000 yuanes —dijo Yang Meirong con una sonrisa antes de continuar—. Qin Chu, tómalo. Sé que eres rico, pero ese es tu dinero. He estado ahorrando y ese es el dinero que Mian me ha dado a lo largo de los años, no tendría tanto de otra forma. Sé que ese dinero es una gota en el océano para ti, pero igualmente quería que lo tuvieras. Solo no pienses que es muy poco.
—No lo haré, gracias, mamá.
Qin Chu estaba conmovido; era muy amable de parte de la madre de Huo Mian darle dinero en un sobre rojo. Ninguna cantidad era muy poco para él, habría estado satisfecho incluso aunque Yang Meirong le hubiera dado dos mil en lugar de veinte mil yuanes.
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