Laura no parecía feliz al escuchar la reacción de su gerente. Frunció el ceño, fijando su fría mirada en su gerente, Robert.
Al verlo llevar una camisa ajustada para cubrir su corpulento cuerpo, ella se sintió disgustada. —¿Puedes hacer lo que te pido, Robert? —espetó Laura.
Robert suspiró silenciosamente, al escuchar que Laura estaba enfadada con él. En ese momento, quería expresar su sarcasmo, pero se contuvo; solo podía maldecirla en su mente.
Cuando el escándalo sobre su falta de ética laboral y su despido de Entretenimiento Estelar se difundió en internet, Robert no tenía muchas esperanzas en esta mujer.
Pierde el respeto por Laura cuando ella obstinadamente utiliza métodos no convencionales contra Entretenimiento Estelar para reparar su reputación. Él constantemente la advertía que se detuviese, pero esta mujer era demasiado terca para escuchar.
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