En este momento crítico, Su Li le pidió dinero e incluso le pidió que saliera. No importa cómo lo pensara, era extraño.
Pero Su Wan realmente estaba en conflicto.
Después de pensarlo, Su Wan llamó a Jing Chen.
Jing Chen también pensó que era extraño, pero estaba muy preocupado por permitir que Su Wan saliera. —¿Tiene que ser hoy? Dile que mañana. Yo iré contigo mañana y traeré más gente para prevenir cualquier accidente.
Tras una pausa, Jing Chen continuó:
—Pero no le digas que voy contigo. Veamos primero qué quiere hacer, en caso de que no solo quiera dinero.
—Está bien.
Su Wan aceptó e inmediatamente llamó a Su Li.
Su Li lo pensó y sintió que mañana no era imposible, así que aceptó.
Al día siguiente, Jing Chen y Su Wan llevaron a toda la familia y partieron hacia la dirección dada por Su Li.
Sin embargo, cuando entraron en el café, ambos sintieron que su entorno era muy oscuro y la atmósfera era extraña.
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