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Es una lástima, mi nieta ya es demasiado mayor, es demasiado tarde para educarla. Si hubiera sido diez años antes, ella podría haber seguido sus pasos... —mientras Shen Yuansong reflexionaba, el Vicepresidente no pudo evitar murmurar:
— Habría sido estupendo si el Dr. Z fuera uno de los nuestros.
Shen Bijun: "..."
Ella giró su cabeza y de repente dijo:
— ¿Y cómo sabes que ella no es uno de los nuestros?
El Vicepresidente quedó momentáneamente atónito, mirándola confundido. Luego frunció el ceño, mostrando una mirada de disgusto. Ignoró completamente su comentario, dejando en evidencia que tenía un profundo problema con ella.
Shen Bijun no se inmutó.
Shen Yuansong estaba a punto de regañarlo cuando el presentador subió al escenario, llamando al Presidente Shen para anunciar el inicio de la ceremonia de premiación.
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