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CAPITULO 28

CARLOS

De camino a su casa cierra los ojos y descansa un rato, puse música a volumen moderado para que no perturbe su sueño, pensé que estaba profundamente dormida cuando de un momento a otro pega un grito que me asustó mucho, parqueo el carro en la orilla de la calle y le pregunto qué sucede, la noto muy nerviosa, su rostro esta pálido y está sudando, me está asustando, me dice amor, debemos ir a una farmacia, yo la miro extrañado, como preguntando a que, cuando ella me dice, necesitamos una pasta del día después o pastilla de emergencia, como la quieras llamar, pero la necesitamos ahora; entonces recordé que anoche no usamos protección y si, hacer el amor sin un preservativo con la mujer que amo se sintió maravilloso, y sí, yo quiero hijos, pero ella apenas tiene quince años, no está en edad para tener un hijo, tal vez en un par de años, cuando ella este lista podamos formar una familia, arranco el carro de nuevo y me dirijo a la farmacia más cercana, ella no se baja, dicen que pueblo chico infierno grande, pue en este pueblo todo el mundo se conoce, si ella va a comprar una pastilla de esas, mañana medio pueblo lo va a saber, voy y la señorita de la farmacia me da miradas coquetas, la ignoro y le pido lo que necesito, me muestra de diferentes precios, le pido la más cara, pago y ella me da el regreso con su número de celular, al verlo frunzo el ceño, le digo: a mi novia no le gustaría ver su número de teléfono, así que guárdeselo, a lo que ella de manera sínica y ofrecida responde, si le tiene que comprar esto, significa que no es nada serio, podemos pasarla bien cuando quieras, no discutí más con ella, tome la caja de las pastillas, mi regreso y la deje con su número de celular que para nada me interesa, cuando iba llegando al carro recordé que no compre la botella de agua, así que fui al supermercado que quedaba diagonal a la farmacia, compre el agua y algunas cosas para comer en el rio, además de lo que no podía faltar, cerveza, póker para los hombres y redd's para Sara, toma de las otras pero casi no le gusta, le gusta más esa, es dulce, sabe a gaseosa Sprite, con el sol y el calor que está haciendo, quedan perfectas, después de tener todas las compras me dirijo al carro, abro la puerta trasera y coloco todo, me subo y le paso la caja de las pastillas y la botella de agua, lee las instrucciones, y se toma una, me dice amor, a las once de la noche tengo que tomarme la otra, no se nos puede olvidar, no queremos ser padres todavía, además antes de que ese bebe llegue al mundo mis padres nos entierran vivos, a lo que me rio, pero sé que es verdad, además ella apenas está en noveno, debe terminar el colegio primero, luego podemos pensar en bebes.

Llegamos a su casa, ella va a la nevera y busca frutas para comer, me pasa una manzana verde, sabe que me encantan, ella escoge un mango de azúcar, le fascina, subimos a la habitación y empieza a buscar un bikini, la verdad no me gusta nada la idea de que use uno, mis amigos y mis hermanos son muy mirones y no quiero tener que sacarles los ojos, al final escoge uno negro y se lo pone, se me subió la sangre a la cabeza, estoy pensando seriamente en decirle que se cambie, pero entonces me puse a pensar en la noche que pasamos y lo que sufrí cuando le hice la escena de celos en el rio y se me pasa, el bikini es pequeño, tapa justo lo necesario, ella se pone un short muy corto para mi gusto y una blusa blanca demasiado escotada, la veo colocar en un bolso bloqueador solar, dos toallas y ropa interior además de una salida de baño de maya, eso no tapa nada.

Salimos de la casa, trato de esconder mi mal humor, pero ella lo nota, y me dice si vas a estar con esa mala cara, entonces mejor me quedo y así nos evitamos problemas, creo que la única persona en el mundo capaz de hablarme así mirándome a los ojos es ella, lo siento, digo, es que tu traje de baño es algo pequeño y no quiero que otros te miren con él, una sonrisa burlona se forma en sus labios, amor, me lo pondré para ti, tu estarás todo el tiempo conmigo, además quiero que vamos a un lugar especial, donde no va mucha gente o a veces no va nadie, dice; mi mal humor se evaporo por completo, de camino a recoger a los demás pasamos por un restaurante, compramos tres pollos asados, cuatro porciones extra de papas, dos porciones de maduro y cuatro de yuca, se cómo son mis amigos y hermanos para comer, además yo también tengo bastante hambre, cuando llegamos por ellos, ya nos estaban esperando, pusimos las cosas en el baúl, éramos nueve personas, así que con nosotros se fueron mis dos hermanos y mis amigos nos siguieron en el otro carro, ella es la que conoce el camino, así que está haciendo el papel de GPS, el lugar está a una hora en auto a una velocidad promedio de 70 kilómetros por hora, cuando llegamos me dice que hay que dejar los autos y caminar diez minutos, me iba a quejar pero no dije nada, bajamos las cosas y empezamos la caminata, ella adelante como guía, se nota que conoce muy bien el camino, mis hermanos se ven graciosos, sosteniéndose de las ramas para no caerse, mis amigos son acostumbrados, así que no es problema para ellos, cuando llegamos al lugar no pude evitar abrir la boca, el sitio es precioso, no había nadie, hay una pequeña cascada, que cae a un lago de agua cristalina, se ve el fonde del lago, hay muchos árboles, se respira aire totalmente puro, hay unas piedras enormes y mucha arena, ahora sé que valió la pena conducir por una hora, mis amigos y mis hermanos estaban igual de asombrados y enamorados del lugar que yo, colocamos las cosas donde no les diera el sol y a quitarse la ropa para nadar, llego la hora de mi tortura, Sara se quitó la blusa y luego el short, se agacho para buscar en su bolso algo, cuando terminó me di cuenta que es el bloqueador, me miro y con su mirada ya sabía lo que quería, me acerco a ella y empiezo a aplicarle en todo el cuerpo, su piel es suave, trato de demorarme lo que más puedo, mis amigos se ríen y uno de ellos grito, el amor se lo haces en la casa, date prisa y vamos a nadar, ella se puso roja como un tomate, yo continue con mi trabajo en sus piernas, sus glúteos, luego el valle de sus senos, todos lados donde el bikini no cubre, quince minutos después estábamos entrando al agua, no puedo evitar admirarla, se ve espectacular, parece una modelo de revista, sus senos son demasiado grandes para su edad y me encantan, su c*** es firme y sus muslos también, toda ella es perfecta, se fue nadando hacia el otro lado, luego salió y se subió a lo alto de la cascada, tiene más o menos cinco metros de alto, uno de mis amigos se me acerca y me dice, te sacaste la jodida lotería con ella, es preciosa y no lo digo en el mal sentido, sabes que nunca nos había caído bien algunas de las mujeres con las que andabas y pensamos que en los últimos años por eso no nos habías presentado a nadie, resulta que estabas enamorado de verdad, a ella se le ve el amor en los ojos y yo solo puedo sonreír hasta que veo lo que ella va a hacer y todos la están viendo, se ha vuelto jodidamente loca, va a saltar, maldita sea, se me había olvidado que le gusta hacer eso, se para en una piedra y como toda una clavadista profesional se tira y cae al agua, yo no soy capaz de hacer eso, estoy seguro de que me cago en los pantalones, ella cada día me sorprende más, mis amigos que son locos, fueron a tirarse también, ella nado hacia mí, me abrazo y nos quedamos juntos en el agua, me imagine muchas cosas que podría hacerle en este momento si estuviéramos solos.