Ensuciar Las Manos De Otros

"Nadie esperaba que Joel se defendiera, así que se marcharon rápidamente. Por supuesto, con la protección de Joel, el ánimo de Celeste mejoró un poco.

Pero, Joel no sentía que hubiera hecho suficiente. Así, colocó su brazo alrededor del hombro de Celeste y la protegió en su abrazo.

—No hay necesidad de esto —murmuró Celeste.

Joel miró hacia abajo y le dijo una simple palabra. —Vamos —dijo él.

Celeste sonrió y ya no se resistió. En ese momento, solo tenía a este hombre en sus ojos. ¡Nadie era tan alto y fuerte como él!

Pronto, la pareja llegó a la sala de espera. Quizás debido a Joel, la maquilladora fue excepcionalmente educada con Celeste. Incluso si la gente ignoraba a Celeste, aún tenían que considerar a Joel.