Corazón Desordenado

Lo que más odiaba Lila era cuando Mandy se menospreciaba. Parecía que los que se mostraban optimistas, por lo general eran más débiles por dentro. Delante de todos, se reían alegremente y bromeaban, pero una vez llegada la noche y estando solos, buscarían un lugar para esconderse y aliviar sus propias heridas.

—Vamos... —Mandy recordó a Lila.

Lila echó un vistazo rápido a Mandy antes de subirse a la furgoneta de la empresa.

Luka era como un trozo de madera sin sentido de la conciencia. Básicamente, en su mente, la única razón por la que trataba bien a Mandy era simplemente porque Mandy también era amable con él.

—Ahora mismo, todo Pekín sabe que eres la prometida de Luka. Ya tienes una ventaja, no la desperdicies.

Mandy fulminó con la mirada a Lila mientras se tapaba los oídos. Las palabras de Lila eran como plumas que hacían cosquillas en su corazón.

No podía dejar que sus pensamientos divagaran, estaba haciendo que su corazón fuera un desastre...

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