—Tengo que inclinarme ante ti. Ya estoy en tu casa, y aún puedes resistir contra los fans de Lila. Ciertamente tienes una fortaleza mental superior a la de la persona promedio —dijo Willow.
Chase estaba sentado frente a su portátil con una copa de vino tinto en la mano y una sonrisa malvada. Después, bajó su copa y señaló su propia cabeza —¿Qué crees que determina las peleas en la industria del entretenimiento estos días?
—Lo sé: la desvergüenza. Siempre y cuando tengas la cara dura, entonces eres invencible —dijo Willow mientras se recostaba en el sofá y apoyaba su cabeza—. Pero, ¿y si alguien captura una foto de nosotros juntos?
—Ahora nos conocemos, así que no importa si nos capturan juntos —respondió Chase.
En otras palabras, Chase tenía visión selectiva. Solo reconocía las cosas que le gustaban e ignoraba todo lo demás.
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