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Matrimonio por Contrato con el Alfa Snow

Después de ser traicionada por su prometido y su prima en el día de su boda, Zara, renacida con recuerdos de errores pasados, jura reescribir su destino. Impulsivamente, se casa con un extraño para mantener a su ex a distancia, sin darse cuenta de que Snow está lejos de ser un simple acompañante. Snow Zephyr, un rico CEO y alfa de la Manada de la Media Luna de Marfil, necesita una esposa de conveniencia para apaciguar a su padre y asegurar su posición. Cuando una mujer audaz y decidida le propone un matrimonio por conveniencia, Snow acepta, sin ser consciente del caos que ella traerá a su vida. La elección desafiante de Zara provoca la furia de sus padres, llevando a que la expulsen de la empresa y la obliguen a buscar trabajo en otro lado. Consigue un empleo en Aurora Conglomerate Inc., solo para descubrir que su nuevo jefe es Snow, el hombre con quien se casó, y el tío de su ex. Las chispas vuelan a medida que crece su atracción mutua en medio de la oscuridad de los secretos familiares de él y las amenazas inminentes. La fuerza e independencia de Zara cautivan a Snow, quien comienza a verla como la futura Luna que su manada necesita. Juntos, enfrentan ex amantes vengativos, tramas de secuestro y rivalidades mortales. A medida que los poderes de Zara despiertan, debe enfrentar las razones detrás del desprecio de su familia, las cláusulas ocultas en su contrato matrimonial y su papel definitivo en el mundo de Snow. Cuando su matrimonio por conveniencia se profundiza en una verdadera asociación, surge un nuevo desafío en la forma de una compañera del destino. ¿Luchará Zara contra los peligros que la esperan o abrazará su verdadero destino?

BaeVida · Fantasy
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517 Chs
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La Ira de la Tempestad

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CAPÍTULO 184

~Punto de vista de Zara~

Incluso después de las suaves garantías de Aira, el pequeño rostro de Tormenta permanecía marcado por la preocupación. Sus amplios ojos inocentes escaneaban la habitación, pasando de un adulto a otro hasta que se fijaron en Nieve.

La determinación en su mirada era inconfundible, y sentí mi pecho apretarse al ver a un niño tan pequeño cargando con tanta preocupación.

—Papá —llamó Tormenta, su voz teñida con una exigencia infantil por respuestas—. ¿Qué pasa? ¿Quién hizo llorar a Mamá?

—Nieve suspiró profundamente, el peso de la situación visible en sus hombros tensos. Caminó hacia Tormenta, agachándose para estar a su nivel cuando Aira lo bajó.

—Su mano se extendió, revolviendo el cabello del niño con una ternura que nunca dejaba de sorprenderme.

—Pero no te preocupes. Papá se encargará de eso —dijo Nieve con calma, sus ojos azules se suavizaron solo para Tormenta.