No la hizo sentir mejor

—No quiero que te enteres por otros, así que quiero contártelo primero —dijo Lv Shan.

—¿Qué hay del niño en tu estómago? —los ojos de su prometido estaban llenos de duda.

—El niño es tuyo, por supuesto. No he visto a ese hombre en cuatro años. Solo no quiero que te preocupes, por eso te estoy diciendo la verdad primero —Lv Shan entendió lo que él quería decir y dijo sorprendida.

—¿De verdad? Entonces, ¿por qué su esposa vendría a buscarte?

—¿Así que piensas que te traicioné? ¿Crees que hay un problema con la identidad del niño? —Lv Shan lo miró con incredulidad.

—Eso no es lo que quise decir. Solo pienso que, ya que la otra parte vino a buscarte, debe ser por alguna razón —las palabras de su prometido eran un poco frías.

—¿Prefieres confiar en extraños en vez de en mí? —Lv Shan se sintió decepcionada.