Capítulo 11 Encontrando una Madre para el Niño

"Lu Heting regresó caminando hacia su coche.

Se sentó en el asiento del conductor con los ojos cerrados durante largo tiempo antes de que finalmente se calmara a sí mismo.

El sonido repentino de su teléfono sonando interrumpió su línea de pensamiento.

Recogió el teléfono y habló con una voz ronca —Mamá.

En un restaurante elegante, la sofisticada Sra. Lu miró la rostro adusto de su hijo, y preguntó con preocupación —¿Qué ocurrió?

—Nada —Lu Heting bajó la cabeza y cortó cuidadosamente el bistec, pero sus movimientos a veces eran interrumpidos por sus pensamientos estancados.

Estaba completamente distante.

Su madre sonrió y dijo —Eso está bien. Sé que solo te preocupas por la compañía y el niño. Por cierto, una de las hijas de mis amigas es una chica agradable. Acaba de regresar del extranjero. Está bien educada y es razonable, es una buena persona. Deberías conocerla. Incluso si no es para ti, al menos por el niño. El niño necesita una madre.

—Mamá, ya te he dicho que ya tengo una esposa —Lu Heting dejó su cuchillo e intentó ser paciente.

Su madre asintió y cedió —Sí, sí. Su nombre es Su Bei, ¿verdad? Se fue al extranjero a estudiar después de casarse contigo hace cinco años. Pero no ha vuelto en absoluto en los últimos cinco años, ¿verdad? Solo tiene un certificado de matrimonio contigo. Aparte de eso, es como si no perteneciera a este mundo en absoluto. Tu vieja abuela podría haber sido feliz al escuchar que te casaste, pero ¿crees que yo también creeré tu historia?

Lu Heting apretó sus labios en una línea recta y no dijo nada.

—Mis palabras pueden molestarte, pero como tu madre, es mi deber decirte estas cosas. Hace cinco años, tu abuela estaba gravemente enferma. Su mayor deseo era verte establecido, y le diste lo que quería. Pero ahora se ha recuperado. No puedes seguir viviendo una fantasía. Esa mujer llamada Su Bei no ha vuelto en cinco años. Incluso si realmente existe, no puedes esperarla toda una vida. Hijo, escúchame. Solo sigue adelante. Aunque no necesites una mujer a tu lado, tu bebé necesita una madre.

Lu Heting le dio el bistec que había cortado a su madre y dijo —Mamá, porfa come. Tengo algo que resolver en la compañía.

Luego, se levantó bruscamente y salió del restaurante."

"Cuando estuvo afuera, de repente se detuvo y entrecerró los ojos a las personas que pasaban junto a él.

Por un momento, sintió como si hubiese visto a Su Bei entre la multitud.

Pero al segundo siguiente, pareció haberse desvanecido en el aire.

Aunque Su Bei no había podido encontrarse con Lu Heting, tuvo que centrarse primero en participar en el evento de la compañía.

Trabajó como modelo en los Estados Unidos. Debido a la ventaja natural que le proporcionaba su esbelta figura y largas piernas, así como su confianza y habilidades profesionales, rápidamente se hizo un lugar en el círculo de modelos Americanos.

Sin embargo, dado que tenía que cuidar a su hijo, su tiempo de trabajo era limitado, por lo que no había obtenido mucho reconocimiento.

Pero ahora, Da Bao tenía la edad suficiente para ir al colegio. Antes de regresar al País S, se había contactado con la Compañía de Entretenimiento Qian Yu, y firmó un contrato de un año con ellos.

Su Bei fue directamente al Hotel Hao Jue.

Esta noche, iba a asistir a una fiesta organizada por un espectáculo de moda de lujo que había sido organizada por la compañía.

Esta fiesta fue especialmente organizada para las modelos y los jueces del desfile de moda, para que pudieran familiarizarse primero entre sí.

La primera ronda de la prueba se llevaría a cabo en tres días. Si una modelo no se comportaba bien en la fiesta de esta noche, ni siquiera se clasificaría para tomar la primera ronda de la prueba.

Sólo después de que una modelo pasara tanto la primera como la segunda ronda de la prueba podría oficialmente convertirse en miembro del desfile de moda. Después de eso, podrían ganar una considerable cantidad de dinero.

La fiesta se celebró en el Hotel Hao Jue.

Cuando Su Bei llegó al hotel, su agente, Qiu Minxuan, la reconoció de inmediato. Su Bei tenía un rostro bastante singular que la distinguía de otras mujeres. Su cara era pequeña, pero se veía linda y exquisita."