Peter sintió que todo su mundo daba vueltas, el dolor ardiente de su rostro recorrió cada nervio en su cuerpo, el cálido flujo de sangre corría detrás de su máscara. Cada vez que caía momentáneamente en la inconsciencia el ciclo del dolor se repetía, sentía que su cerebro no podía soportarlo más y pronto se licuaría dentro de su cráneo debido a todas las sacudidas a las que estaba siendo sometido.
Incluso la maníaca risa que entraba en sus oídos le provocaban un malestar mental, dejándolo agotado y con un increíble estrés acumulado.
Por unos segundos los cuales Peter percibió como días las sacudidas y los golpes dejaron de caer, fue un respiro de tanta agitación. Ya ni siquiera recordaba por qué estaba aquí en primer lugar, no comprendía el por qué estaba siendo golpeado tan brutalmente, incluso Flash Thompson no había sido tan cruel durante sus días en la preparatoria.
Norman dejó de golpear a Spider-Man por unos segundos permitiéndole un breve descanso, pero esto no era por misericordia ni mucho menos lástima por la condición de la entrometida araña. Se le había ocurrido una gran idea, sin perder más tiempo lo puso en práctica.
Sosteniendo a Spider-Man del cuello con sus dos manos Norman controló el aerodeslizador para que descendiera en picada, para ese momento las tres cuchillas del aerodeslizador ta habían sido guardadas, Norman no quería matar a Spider-Man al menos todavía no.
El aerodeslizador subió y cayó en picada usando a Spider-Man como amortiguador, los huesos crujieron y una vez más la oscuridad cayó. Norman tiró al suelo a Spider-Man como si este fuera una muñeca de trapo, su apariencia actual lo hacía parecer más a una muñeca rota cuyas articulaciones no pudieron ser reparadas.
Norman dejó a la araña a un lado, centró su atención a las cosas importantes que tenía que hacer. Volteó a mirar a los dos miembros de la junta directiva colgados en la red de telaraña, con una sonrisa detrás de su máscara se impulsó con su aerodeslizador y tomo a cada uno en una mano, sujetándolos del cuello sin importarles si podrían respirar se los llevó volando hasta lo más alto del cielo.
Todo esto había sucedido en medio de la calle donde había gran tráfico de vehículos y personas. Cuando Norman saltó del automóvil de lujo este se estrelló con otro vehículo, debido al impacto se generó una serie en cadena donde más vehículos colisionaron. Con esto varias personas se vieron afectadas, algunos lograron escapar evitando la tragedia con heridas leves, pero otros desafortunados fueron aplastados en pasta de carne tras el impacto.
En medio de la calle solo quedó el caos mientras Norman volaba hacia el cielo, algunas personas que no temían a la muerte se acercaron al gran cráter que había quedado tras el impacto del aerodeslizador contra Spider-Man al caer en picada. Caminaron con curiosidad y destellos de curiosidad en sus ojos para mirar el estado de Spider-Man, estas personas no eran otros que periodistas acerrimos con el deseo por obtener una gran premisa para sus respectivas empresas de medios.
Norman tomó a los dos miembros de la junta directiva del cuello, con una gran carcajada los llevo a lo más alto que pudo con su aerodeslizador. La máscara se retrajo dejando al descubierto el rostro de Norman. Ambos miembros de la junta abrieron muy bien los ojos llenos de incredulidad.
El hombre sujetado del cuello por la mano izquierda de Norman trató de luchar, sus ojos llenos de miedo pronto se transformaron en una creciente rabia.
Por otro lado la mujer tomada del cuello por la mano derecha de Norman negó con la cabeza y suplicó con su mirada, las lágrimas corrieron por el rabillo de sus ojos, la desesperación era evidente por encontrarse a tan gran altura. Ella esperaba que Norman tuviera misericordia y los dejara ir, pero ¿Cómo podría Norman dejarlos ir?, tener ese pensamiento era más ridículo, era ingenuo el solo imaginarlo.
Norman levanto sus brazos y acercó a los dos a su rostro que mostraba su gran sonrisa, cuando estuvieron cerca de cinco centímetros alejado de su cara, su sonrisa desapareció y su expresión cambió a una escalofriante solemnidad. —¿Así que estoy fuera?. -la voz de Norman fue como bañar a ambos en agua helada para posteriormente ser encerados en una cueva de hielo. —Pero déjenme decirles que ustedes son los que estarán fuera. -Norman abrió sus manos y soltó a ambos a los varios cientos de metros de altura.
La máscara se extendió una vez más en su rostro y miró indiferente como caían aquellos que quisieron robar su vida, Norman estaba alerta contra cualquier supuesto héroe que intentara salvar a sus enemigos, no quería encontrar a otro Spider-Man. Y si por alguna extraña razón apareciera entonces le esperaba el mismo trato de la araña entrometida.
A Norman ni siquiera le importó la condición de la araña, después de dejarlo malherido en el cráter su vida y muerte no le importaba en lo más mínimo.
Antes de que los atrevidos periodistas se acercaran para ver por completo el estado de Spider-Man, un fuerte sonido se escuchó, sangre y carne se exparcieron por los alrededores debido al impacto y la caída de los cuerpos desde el cielo, desafortunadamente uno de los cuerpos cayó sobre algunos periodistas y terminaron por convertirse en pastas de carne pegadas al suelo.
Los pocos valientes sintieron sus corazones agitarse, como si se tratara de pollos sin cabeza olvidaron por completo la gran noticia del Spider-Man malherido, corrieron tan rápido como pudieron para salvar sus vidas, no podía importarles menos las noticias. La multitud de personas que ya se había reunido para mirar lo sucedido rápidamente se dispersó gritando en pánico, los pocos más débiles de estómago y fuerza mental vomitaron y se desmayaron respectivamente al ver tal masacre.
Norman se aseguró de verlos muertos, no le importó que otros ciudadanos inocentes resultaran afectados, para Norman los curiosos solo pedían la muerte al acercarse sin el poder suficiente para mantener sus vidas. Tras dar un último vistazo al inconsciente Spider-Man se retiró lentamente hasta subir cada vez más alto hasta desaparecer de la vista.
...
Spider-Man no sabía cuánto tiempo había pasado, lentamente abrió los ojos y movió su cuerpo dolorido, escuchó fuertes gritos a su alrededor que transmitían el fuerte pánico de los ciudadanos. Al salir arrastrándose del cráter que había generado el choque de su cuerpo miró los restos de carne y sangre por todo el suelo, su cabeza dio vuelta y un agudo sonido se escuchó dentro de sus oídos.
Por un momento Spider-Man se desconectó de la realidad al ver la masacre que tenía frente a sus ojos, el fuerte olor de la sangre y el extraño aroma de los cadáveres solo le confirmaban que esto no se trataba de ningún sueño o pesadilla, era la cruel y dura realidad.
Peter no recordaba lo que había sucedido en los últimos minutos, el cómo había salido de la problemática situación en la que se encontraba ni mucho menos en el cómo había llegado a su ubicación actual, para cuando estuvo consciente de sí mismo ya era el anochecer.
Peter estaba vomitando en la azotea de un gran edificio, la imagen de la masacre no se borraba de su mente, cada vez que quería dejarlo a un lado por alguna extraña razón ese recuerdo se clavaba en su mente, cuando intentaba cerrar los ojos para calmarse las imágenes del caos pasaban como si se trata de una cinta de cine al ser reproducido.
Peter retiró por completo la destrozada máscara de Spider-Man de su rostro, las machas de vómito aún estaban en las comisuras de sus labios, también se pudo ver una línea de lágrimas corriendo desde el rabillo de sus ojos. Una inexplicable emoción surgió desde el corazón de Peter, no tenía palabras para describirlo, lo más cercano sería decir que sentía una gran presión en su pecho y al mismo tiempo asfixia.
Su tranquila pero al mismo tiempo descuidada vida como Spider-Man se vio fuertemente sacudida, su determinación flaqueó por un corto tiempo antes de fortalecerse con aún más determinación tras recordar las palabras de su fallecido tío Ben. La escena del caos y la masacre poco a poco se vieron disueltos tras verse opacados por aquel lejano recuerdo de su querido tío.
Con una mirada firme y gran determinación en su espíritu Peter se puso de pie, tras limpiarse la suciedad de su cara volvió a colocarse la máscara de Spider-Man, con esta acción reafirmaba sus creencias y portaba con decisión aquel símbolo que transmitiría seguridad y esperanza a los ciudadanos de Nueva York.
Todavía sintiendo un poco de dolor y con una espiración pesada, Spider-Man saltó del edificio para posteriormente irse columpiándose por la ciudad, aquel malestar en su cuerpo no tenía el suficiente poder para detener a un Peter motivado.
...
—Se informa que múltiples miembros de la junta directiva de Industrias Oscorp sufrieron de un atentado por parte de una organización desconocida. -dijo una mujer conductora de un canal de televisión nacional.
Dentro de un restaurante los comensales prestaron atención a las noticias en la televisión, todos miraron con total atención dejando a un lado sus alimentos, sus rostros mostraron un poco de miedo y preocupación.
—Este atentado tuvo graves consecuencias, afectando en gran medida a los ciudadanos que asistieron al primer día del festival.
La pantalla cambió mostrando lo sucedido en el festival, los televidentes pudieron ver los destrozos del escenario en donde se suponía un miembro de la junta directiva de Industrias Oscorp daría su discurso de apertura. También se mostró la agitación de las varias personas asistidas por el personal médico.
—Lo que debía ser un día alegre para los ciudadanos se había vuelto una pesadilla en la que familias enteras se vieron comprometidas. Lágrimas, tristeza, llanto y gritos es lo que este primer día del festival dejó a todas estas familias.
Mientras esto sucedía otro canal de televisión también informó sobre la masacre ocurrida en medio de ciudad.
—El caos que se desplazó del parque central a media ciudad dejó graves daños a la propiedad tanto publica como privada. Según los informes de múltiples testigos, vieron a Spider-Man en la escena tratando de detener al ejecutor de toda esta tragedia, lamentablemente falló, en cambio terminó extremadamente herido. Por el momento no tenemos más noticias de Spider-Man, cuando llegamos a la escena ya se había ido.
En la pantalla se mostraron videos grabados por los teléfonos de algunos testigos, en estos se mostraba a Spider-Man siendo brutalmente golpeado por un hombre de vestimenta extraña, posteriormente fue llevado al cielo e impactado en el suelo por el aerodeslizador en el que se transportaba aquella persona.
—Por el momento el atacante no ha podido ser identificado, pero los oficiales de policía le han dado un nombre clave para referirse a él, este nombre fue asignando de acuerdo con las características descritas por los mismos testigos. "Green Goblin".
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Mientras todo esto sucedía se había generado una agitación en la estación de policía, varios uniformados se movían por todo el lugar buscando papeles, recibiendo reportes por vía correo electrónico y por medio telefónico. Tomaron sus patrullas y partieron a su máxima velocidad posible, repartiéndose de manera ordenada cada ubicación algunos se dirigieron hacia la caótica zona del parque central y en la zona central de la ciudad.
Pero quien ahora estaba siendo consumido por la desesperación y nerviosismo no era otro que el capitán de la estación de policía, George Stacy. Toda su familia había asistido al festival, él prometió alcanzarlos una vez terminara sus actividades dentro de la estación, y cuando estuvo a punto de partir para encontrarlos se desató el pandemonio.
Las cosas había sucedido tan rápido que le fue imposible reaccionar, con total desesperación se mantuvo en un profundo debate para tomar una decisión, el gran dilema se encontraba en abandonar la estación e ir rápidamente con su familia. Pero sabía que no podía solo hacer eso, no solo su compromiso y responsabilidad lo impedían, también sus propios principios eran un fuerte freno para evitar actuar de forma tan imprudente.
Sabía que de entre estos afectados no solo estaba su propia familia sino también la de sus compañeros y subordinados, si él como capitán de la estación abandonara su puesto en esta situación tan delicada entonces se generaría una brecha irreparable en todo el equipo de trabajo, algunos incluso optarían por abandonar sus puestos para también ver a sus familias. El capitán Stacy no podía permitir esto.
Al final solo pudo suspirar y quedarse en su puesto coordinando a los miembros de la policía. Pero esto no quería decir que se había dado por vencido, si no podía asistir al menos intentaría encontrar a alguien que cuidara de su familia por él. El capitán Stacy tomó su teléfono y marcó el número de un amigo de su hija.
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