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Magnifique

Entre el cosmos y un individuo, su destino en un ciclo de ignorancia, acciones qué comprometen el multiverso y un dios renegado.

Bryan_Yela · Fantasy
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32 Chs

Crece fuerte.

Tomaron meses de preparación el simple hecho de atravesar el bosque y llegar hasta las faldas de la montaña, enfrentar imponentes bestias del doble del tamaño del pequeño muchacho.

Entre lágrimas y sollozos la impotencia por su falta de poder golpeaba de una dura dosis de realidad, la soledad del bosque le recordaba que en la guerra nadie te cuidara las espaldas, pero que cada intento te permita dar un paso más adelante, acercándote a tus metas es suficiente para volver a intentarlo, el llegar hasta el lugar donde estaba de pie era prueba de su crecimiento.

Enfrentar al Karebuy sería su mayor hazaña hasta el momento, una criatura de 2 metros de altura, cubierta de un pelaje marrón oscuro en forma de plumas, estos le permitían mezclarse entre el bosque y atacar a los que se consideraban valientes, solo asestando un golpe fatal con su único cuerno.

Es una especie única, inteligente, pero sobre todo fuertes, tanto en grupo, como en solitario, viven en territorios rocosos con altos niveles de flora, donde se encuentran anidando en pequeñas cuevas de montañas. A pesar de su peligro, los elfos no intervenían, no matan lo que no consumen, vivir en armonía es lo que les da seguridad en medio del resguardo del bosque.

Un duelo entre individuos de similar fuerza decide al ganador con quien acierte el primer golpe, pero salir herido significaba regresar y volver a intentarlo después, un golpe tan veloz como el rayo, tan letal y preciso como una flecha de luz, eso necesitaba.

La técnica que le había conferido su maestro, la flecha del héroe, Vykon, debía visualizar el como la magia se tornaba en una forma semejante a una flecha mientras levantaba su arco, poco a poco, sin desviar la mirada de su oponente, si lo hiciese, este daría una abertura.

Magia tal como un tornado, como si fuesen una brisa las partículas de maná convergían y se compactaban, resplandece, brilla, y otorga poder al débil.

-Al fuerte que una vez fue débil, al sabio que una vez fue ignorante, y al héroe que clamo, esto es Vykon. - Con una voz firme, Melph expresa firmemente, soltando su agarre y permitiendo la liberación de su magia aun a falto de pulirla.

Un haz de luz que rompe el sonido, solo dejando a su paso una deformación de la visión, tan rápido pero la criatura simplemente de pie frente al conjurador, levanta sus garras oscuras como obsidiana, procediendo a ser rodeadas de partículas, el esfuerzo fue aplastado.

Melph en su incredulidad de la situación, cuando la adrenalina paro su efecto, simplemente sintió sus dedos enrojecidos por su propio hechizo, y con mirada atónita intercambia entre su mano diestra y la criatura, solo para darse cuenta de que se retira dándole la espalda, un empate fue decidido, amargamente esto dicta volver a la línea de meta.

Una vez de regreso al pueblo, paso de todo, con pasos firmes rodeo el centro y se escabucho hasta su pequeña choza al este del asentamiento, simplemente se preocupo por curar sus heridas, colocar bálsamo de Molineria para evitar infecciones, y vendar sus dedos, lentamente rodeando sus dedos aun con una clara falta de entendimiento de los efectos secundarios de usar magia, que, en su conocimiento, seria básico para un arquero mágico.

Entre lamentos e inconformidades, cedió ante el sueño y el cansancio.

..

-Abre los ojos muchachos. –

-Eh que ocurre. - Con parpadeos rápidos para aclarar su vista, Melph despierta confundido, solo para sentir dolor, con un vistazo rápido me como había recibido una patada directamente al estómago, con esto rueda de su cama directo al suelo.

- ¿Sabes porque te golpee?, Vamos muchacho, debes saberlo al menos. - reclamaba exaltado y con una clara molestia que se veía reflejada en su rostro, ese era Ralph.

-. No señor, no lo se.-. Aun con dolor, Melph responde mientras intenta ponerse de pie estando en el suelo, con movimientos torpes, logra sentarse para ver el rostro de su diabólico instructor.

Un cruce de miradas fulminantes se dio, intercambiaron emociones solo con sus ojos, solo bastándole unos segundos para percatarse de las razones por las que un novato volvería con el rabo entre las piernas, la experiencia de un veterano del campo de batalla salió a la luz.

-Tienes alguna pregunta por lo que te paso? -Pregunto el diabólico instructor con voz amable, soltando un suspiro, para proceder a tomar haciendo frente al pupilo de apariencia patética que estaba a su merced.

-Si señor, mi propia magia me lastimo cuando use la flecha de luz, ¿sabe porque ocurrió? - entre dudas Melp lanza su pregunta, invadido por hambre de conocimiento, y con el sentimiento de terminar su primer duelo, sus ojos mostraban determinación.

Con esas claras palabras, Ralph comenzó su clase en forma de monologo.

Maná, la fuerza que rodea el mundo, impulsa desde el viento, las corrientes del agua que recorren el mundo, impulsan la vida al avance, energía que se materializa según la convicción de su conjurador, su fe mantiene una imagen clara, este pertenecerá solo a él, pero si vacila, volverá a su origen y su fuerza salvaje cual tormenta golpeará a todos sin distinción, en el mejor de los casos, pero, si esta pierde el control total y comienza una aceleración, bueno, puedes terminar perdiendo la vida.

-Has captado la razón por la que te infligiste heridas a pesar de ser el conjurador? -pregunto algo molesto, dirigiendo una mirada al techo, cerro los ojos y esperaba una respuesta del muchacho.

-Dude, temía a mi enemigo y dude sobre mis propias capacidades, perdí la calma y la conjuración se vio afectada. - Con melancolía en su rostro, respondió Melph.

-Vuelve a intentarlo, pero esta vez, si no confías en ti, al menos confía en tu maestro, muchacho recuerda que un gran poder, puede cambiar al mundo, pero de igual forma destruirlo. - Exclamo Ralph, soltando una risa irónica y retirándose de la pequeña cabaña.

<Melph anímate, sé que puedo hacerlo, el maestro realmente confía en mí.>

Apresuradamente el muchacho recoge su equipo, su armadura ligera de cuero y su confiable arco hecho a partir de cuernos brillantes de Nell, una criatura similar a un venado, pero con protuberancias similares a huesos que lo vuelven un peligro durante sus embestidas, pero sus cuernos son lo más valioso, flexibles y poderosos, capases de catalizar magia naturalmente.