Capítulo 14, Un poco más.

Cerca de una hora después, fueron recogidos por Daniel.

Durante ese tiempo había estado observando a la mayoría de las especies del lugar.

De regreso en el auto, Liam sonreía con felicidad. Jeanne por su parte, se había quedado dormida. 'Al parecer esa parte de ella no cambió tanto', pensó al verla. Sin considerar que Jeanne se podría haber desvelado debido a la emoción de volverlo a ver.

Al verla dormir, sintió que él también comenzaba a tener sueño. Cerrando los ojos sin saberlo se quedó dormido.

"Parece que Liam también se cansó", comentó Daniel mientras daba un vistazo por el retrovisor.

" Si, se divirtió mucho", respondió Emma, recordando la mirada en el rostro de Liam tiempo atrás. "Aunque parecía tratar de esconderlo, pude ver que estaba muy emocionado", comentó con una sonrisa en su rostros.

" Je, lo puedo imaginar. Desde la primera vez que lo conocimos pude notar que era del tipo que pone una imagen fuerte", comentó Daniel. Sin embargo Emma no respondió, en su lugar bajo la mirada.

"Cariño, ¿Crees que lo que hablamos antes sea posible?", preguntó Emma con un tono ligeramente deprimido. No pudo evitar preguntar después de haber visto cuanto se divirtió Liam momentos atrás.

Escuchando a su esposa, Daniel no supo qué responder.

Suspiro.

" No lo sé amor", respondió luego de un suspiro. "Solo espero que nuestras suposiciones estén erradas", comentó.

" Yo también lo espero. No quiero creer que existan padres que no se preocupen por la seguridad de su propio hijo", susurró Emma mientras veía por la ventana.

"Amor. No digas eso, los niños podrían oírte", susurro Daniel, mientras que volvía a mirar por el retrovisor asegurándose de que los niños no se hubieran levantado.

" Lo sé, lo siento", suspiró Emma.

Era algo que habían hablado días atrás. Sin embargo, habían comenzado a sospecharlo años atrás. Había tantas señales que notar.

Suspiro.

Aún podía recordarlo. Poco después de haber terminado su viaje en familia, volvieron a casa. Al llegar, tanto Daniel como Emma, sintieron una extraña claridad mental. Como si algo hubiese cubierto sus ojos hasta que fue retirado, algo que solo les permitió ver borroso.

Fue en ese momento también en el que comenzaron a notar la extrañeza que rodeaba a aquel chico a quien había conocido brevemente. Al mismo tiempo también notaron la rareza de su propio comportamiento. Ya que, ya fuese Daniel o Emma, ninguno de los dos habría permitido, en situaciones normales, que un niño cuya edad no era muy diferente a la de su hija se hubiese embarcado sólo en un viaje, sin importar que tan cerca estuviera el destino.

Sin embargo, no había nada que pudieran hacer. No sabían nada aparte de su nombre, por lo que tuvieron que esperar a que se contactara con ellos, después de todo lo había prometido. Sin embargo, Emma pasó los siguientes días bajo estrés. Sin mencionar a Daniel, quien se sentía un poco culpable ya que había sido quien más tiempo había interactuado con Liam, pero no se le había pasado por la cabeza preguntar algo más que su nombre.

Afortunadamente, después de una larga espera, finalmente llegó una carta de parte de Liam. En dicha carta les mencionaba algunas cosas, como había sido su viaje y si estaba a salvo. Al obtener noticias de él los hizo sentir aliviados, sin embargo aún seguían sintiendo una ligera preocupación.

Al mismo tiempo, Emma comenzó a sentirse extraña. No sabía porque los padres de Liam permitirían que él estuviera intercambiando cartas con personas que apenas conocía. Así que con sospecha no dudo en hablarlo con su esposo.

Después de hablarlo, ambos decidieron preguntarle a Liam por sus padres. Sin embargo, no esperaban que quien respondiera a esa carta sería uno de los padres de Liam. De esta manera fue cómo comenzaron a interactuar.

Sin embargo, mientras más cartas se intercambiaban, más extraño sentía Emma. Al leer sus respuestas a algunas de las preguntas que había hecho por curiosidad. Sintió como si ellos fueran indiferentes a todo lo relacionado con Liam. Sin embargo, con quien hablaba Emma era con Liam quien respondía fingiendo ser sus propios 'padres', sus respuestas sonaban tan indiferentes ya que nunca había tenido hijos, por lo que solo respondía lo que pensaba que estaría bien, sin saber que provocaría un malentendido.

Así, durante los siguientes años siguieron manteniéndose en contacto.

En esos años, hubo ocasiones en las que tenían pensado visitar el hogar de Liam, sin embargo por alguna razón fuera de su comprensión, sucedía cualquier cosa que los obligaba a cancelar sus planes.

Y, aunque Emma seguía pensando que había algo extraño, con el paso del tiempo la idea fue dejada de lado.

Eso, hasta que leyó la última carta de Liam. En ella, los padres se disculparon ya que no podrían visitarlos, y además mencionrón que Liam viajaría solo.

Al leer la carta, sus sospechas volvieron a surgir, y no pudo evitar pensar que a los padres de Liam no les importaba involucrarse en la vida de su hijo.

Ese mismo día, Emma decidió hablarlo con su esposo y pedirle su opinión.

(n/a: Algo extra, solo el pensamiento de la Emma, aunque siente que le estoy dando muchas vueltas al asunro)

___

Al día siguiente.

Liam se despertó al oler el suave aroma de la comida.

Sin embargo lo ignoro al darse cuenta de algo.

Repentinamente, levantó su torso mientras se apoyaba con las manos. Sentado, notó que se encontraba en una habitación desconocida. Sintiéndose alarmado, comenzó a pensar que podía haber sido secuestrado, así que comenzó a levantarse de la cama hasta que notó el diseño familiar de la habitación.

En ese momento recordó el día anterior.

Suspiro.

Con un suspiro, recordó que se había quedado dormido en el auto, por lo que Daniel o Emma tuvieron que cargarlo de regreso. Acostándose de nuevo, se quedó mirando el techo durante un rato hasta que recordó porque se le hacía familiar el dormitorio.

Levantándose nuevamente, comenzó a observar los alrededores con detenimiento. Al ver algunos adornos infantiles y varios libros, supo instantáneamente a quién pertenecía el lugar.

Dirigiendo la mirada junto a él, notó una pequeña figura cubierta en sabanas. Se trataba de Jeanne, quien estaba cobijada casi en su totalidad dejando al descubierto gran parte de su melena castaña.

No esperaba que ambos tuvieran que compartir cama, en su mente no pudo evitar pensar que eso estaba mal. Sin embargo, pronto recordó que ambos solo eran niño pequeños y no era tan raro que durmieran juntos.

Ignorando el hecho de que él tenía 11 años Y jeanne 10 años, además del hecho de que las niñas suelen desarrollarse más temprano que los niños.

___

Después de levantarse, Liam abandonó la habitación con dirección a la sala.

Pensó en asearse, sin embargo no sabía en dónde estaba su maleta por lo que no podría sacar sus cosas, así que decidió preguntarle a Daniel o a Emma. Por lo que comenzó a buscarlos, siendo la sala su primera parada.

Después de caminar un rato por el pasillo, pronto llegó a las escaleras y comenzó a bajarlas. Al llegar a la sala, notó que estaba vacía, así que se dirigió al comedor en su lugar.

"Veo que te despertaste", al llegar, fue recibido por la voz de Emma , " ¿Dormiste bien?", preguntó con una sonrisa mientras colocaba los cubiertos sobre la mesa.

"Un, hace tiempo que no dormía tan bien", respondió sin pensar. Tal vez porque acababa de despertarse, pero Liam no fue capaz de notar la expresión de preocupación que apareció en el rostro de Emma por unos instantes.

"E-Es así, me alegro", comentó Emma. " En ese caso, el desayuno estará pronto. Mientras tanto, ¿Puedes ir a despertar a la pequeña dormilona?, pregunto.

Después de escucharla, Liam asintió. Cuando estaba a punto de marcharse recordó, "Por cierto, ¿Sabe en dónde podrían estar mis cosas?, me gustaría asearme", preguntó mientras se detenía y volvía la mirada..

" ¡Oh si! Tu maleta está en la habitación en la que despertaste, justo al lado de la cama. Tal vez no la notaste ya que estabas acostado al lado contrario", respondió Emma.

Asintiendo, comenzó a alejarse después de decir: "Entiendo, gracias".

Regresando por donde llego, no tardó mucho en llegar a la habitación. Al llegar, notó que Jeanne aún seguía dormida. Yendo al otro lado de la cama, encontró su maleta justo enfrente de la mesita de noche.

Al levantarla, la llevó al lado de la cama en el que había dormido y la colocó encima. Quitando los seguros con un ligero Clic! procedió a abrirla, sin detenerse comenzó a sacar lo que estaba ocupando.

Al cabo de un rato, había terminado de asearse, en el baño por supuesto. Y se había cambiado de ropa.

Regresando de nuevo a la habitación, se dispuso a despertar a Jeanne.

___

Al abrir los ojos, lo primero que vio Jeanne al despertar fue el rostro de Liam.

Al principio pensó que era una alucinación, ya que se veía diferente a como lo recordaba. Tenía un rostro más maduro y su cabello casi llegando a sus hombros. Sus ojos oscuros lucían tan profundos como la noche, pensó que se podría perder en ellos.

"Jeanne", hasta cuando decía su nombre se sentía-

Saliendo de su estupor, Jeanne notó que no se trataba de una ilusión por lo que se levantó repentinamente. Sintiendo que la temperatura aumentaba, comenzó a peinarse el cabello con la mano, a pesar de que no sabía porque lo hacía. Devolviéndole la mirada, le preguntó con torpeza.

"¿Q-Qué sucede?", susurro.

"Tu mamá me pidió que te despertara. El desayuno ya casi está listo", respondió Liam, ignorando la extraña mirada que Jeanne le envió al momento de despertarse.

" Ouh", asintiendo, Jeanne comenzó a levantarse mientras mecánicamente comenzaba a buscar sus cosas. Deteniéndose a mitad de camino, notó que Liam seguía de pie en el mismo lugar con una sonrisa.

"Ah, mmm, ¿podrías?", preguntando en voz baja, le dirigió una mirada tímida.

Escuchándola, no dijo nada y simplemente asintió mientras comenzaba a alejarse.

Suspiro.

Suspirando, Jeanne volvió a buscar sus cosas.

Continuará.

(n/a: :v este Liam, no tiene tacto)