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Lo que nunca escribí de ti

Una escritora de romance y obesa, está en busca de cumplir su sueño de ser reconocida, pero comete un error que le causa grandes problemas. Por tratar de cautivar a sus lectoras, utiliza a un modelo desconocido como protagonista, lo que no sabía era que ese modelo iba a ser su dolor de cabeza. Debido a las imágenes que utilizó sin su autorización para la novela, este tratará de ponerse en contacto con ella para pedirle amablemente que elimine las mismas, pero ella se niega rotundamente y comienza a ocultarse con un seudónimo para que no logren contactarla más. Él se ve en la obligación de investigar sobre ella y de leer dicha novela; al darse cuenta que ella escribe historias sobre chicas obesas y él es parte de ese proyecto, se altera, a tal grado, que comienza a acosarla por mensajes. Él es todo lo contrario a como lo describe la escritora. Al descubrir que ella está en otro país, viaja para buscarla y proceder a demandarla, pero no contaba con que ella no lo reconocería en persona y que sería más difícil lidiar con ella por su forma de ser.

NATALIADIAZ · Urban
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31 Chs

21

—Es el beso más rico que me has dado. Deberías actuar así mismo con el personaje de Henry.

—Es la primera vez que dices eso de mi.

—Y es la primera vez que me besas como si quisieras comerme, ¿Eso quieres?

—Sí.

—Lastima que tendrás que esperar. Está vez te calentaste solo, y sin mi ayuda. Es admirable.

—Deja de burlarte. Solo te la pasas provocándome.

—Nadie te manda a lucir tan niño bueno en las grabaciones.

—No tienes cara de gustarte los niños buenos.

—Quien sabe. Lo dejo a tu imaginación, guapo — me hizo un guiño, y se bajó del auto—. Buenas noches.

—Buenas noches.

Es la primera vez que me dice guapo. Si supiera que Henry no se parece en nada a mi, y tener que actuar delicado y romántico con ella no me queda. Ella es una bomba al lado de Soledad y me enciende más ella, que ese lado tímido que tiene que mostrar. Tiene suerte que estábamos frente a su casa, o de lo contrario, me la hubiera llevado a la mía.

Ese apodo de para huevos le cae a la perfección, pero no me arrepiento de haber hecho esa movida. Sus besos son adictivos.

                 Ruby

Entré a la casa y subí a la habitación. No vi a Jared, supuse que debía estar trabajando.

Me fui directamente al baño, necesitaba relajarme luego del día que he tenido. De hecho, ha sido un día muy bueno.

Mordí mis labios y sonreí. No pensé que huevos de oro se atrevería a besarme así. Sin duda, ese beso llega a la posición del beso más rico que me han dado. Me pregunto ¿cómo será en la cama? ¿Será igual de intenso que ese beso, o solo fue por impulso? Algún día lo voy a descubrir.

                  Adrián

Llamada telefónica:

—Quiero que canceles el viaje, y hablaré con Lily para que lo programe luego de finalizar la película.

—¿¡Qué!?— preguntó Vanessa.

—No voy a viajar. Voy a quedarme a terminar la grabación, ya luego arreglo lo que tenga arreglar.

—Tú no puedes estar hablando en serio. ¿Tienes idea de cómo se va a poner Lily? ¿Qué harás con tu carrera como modelo?

—Ella no es la única fotógrafa que existe, y es cierto que tiene muchos contactos y me ha ayudado mucho, pero esta película es importante.

—¿Es por la película o por Ruby?

—Ambas. No la dejaré sola, luego de haber aceptado trabajar con ella.

—Admite que no es sólo eso, Adrián. Puedo entender que te guste la chica; y aunque no lo parezca, te apoyo en esa atracción que tienes por ella, pero estás siendo irresponsable. Así como te digo una cosa, te digo la otra. Estás haciendo las cosas mal. ¿Crees que ella se quedará con los brazos cruzados al ver que dejarás ese contrato tan importante, por grabar la película? Adrián, hay que hacer sacrificios y siempre habías estado dispuesto a hacerlos, ¿Qué está sucediendo contigo?

—Lo siento, pero es algo que ya decidí.

—Luego no te quejes si pierdes todo lo que has tenido que luchar por estos años. Estoy algo decepcionada contigo. Estás actuando como un niño inmaduro. Espero no te arrepientas luego— colgó la llamada

«Si no quieres irte en ese viaje que dices, quédate conmigo y terminemos la película juntos»

Me pregunto si realmente quiere que me quede o lo dijo por decir algo. Me encontraba entre la espada y la pared.

Al día siguiente:

Fui a buscar a Ruby y nos dirigimos al teatro. La mañana pasó muy rápido. Las grabaciones salieron mejor de lo que esperábamos. La escena de sexo era la que aún no habíamos podido hacer.

—Estás situaciones se han vuelto interesante, ¿No lo crees? — preguntó.

—Parece que te gusta estar debajo de mi.

—Arriba estaría mejor.

—Y ahí va el problema.

—Reaccionas muy rápido, ¿Así eres siempre?

—Si te digo que solo contigo, ¿Me creerías?

—Tienes una vida sexual muy pobre entonces. Deberías comer más carne y dejar los huesos. Es por eso que te quedas con hambre.

—¿Vas a llenarme como quiero?

—Te daría la comida de la boquita si así lo deseas.

—Es lo más sexy que he escuchado de ti, Ruby.

—Me estás atravesando con esa espada que tienes entre las piernas.

—Eso fue mucho más sexy.

—Hablo en serio.

—Parece que te gusta que eso ocurra.

—¿A quién no le gustaría?

—Tu sinceridad me está causando dolor de cabeza.

—Pobrecito, permíteme ayudarlo— metió su mano por debajo de la sábana, y lo agarró

No esperaba que hiciera eso. Me puse nervioso, pues el director estaba cerca.

—Eres una pervertida, y de la clase más cruel.

—¿No eres tú quien me pidió asistencia? Eso fue lo que escuché— movió su mano, y me estremecí.

Maldición, esta situación me enciende más que cualquier otra cosa.

—Creemos un lazo más fuerte de amistad, así de fuerte como tú erección— sonrió maliciosa—. Le daremos el toque picante a la escena. Nadie más sabe lo que está pasando debajo de la sábana. Que sea un secreto entre los dos.

—¿Están preparados? — nos preguntó el director, y Ruby sonrió.

—Más que lista, ¿Y tú, pervertido? — esbozó una sonrisa.

Está mujer va a matarme. La estoy deseando tanto, que creo que olvidaré donde estoy y se lo haré aquí mismo.

—Sí, director. — respondí.

Luego de seguir el guión la besé, debía besarla despacio y eso me estaba descontrolando. Ella continuaba con su mano en mi pene, y eso hacía la situación más excitante. Tenía que seguir el guión, por más complicada que se pusiera la situación. Ella fingió, que al supuestamente penetrarla le dolió, justo como estaba escrito en el guión. Desearía ver su expresión si la penetro realmente. Estaba tan caliente que me dejé llevar por eso. Bajé mi mano a su ropa interior y ella sonrió. Se sentía húmeda y eso me provocó.

Maldición, quiero estar dentro de ella.

En pleno calentamiento, escuché la voz de Lily. Tuvieron que cortar la escena y nosotros detenernos.

¿Qué demonios hace ella aquí? ¿Y por qué vino en este maldito momento?

—Ven aquí, Adrián— me gritó molesta.

—Otra interrupción más. ¿Y tú quién eres? ¿Y qué haces aquí?— preguntó el director molesto.

—Vine a buscar a Adrián. ¿Qué estás esperando para levantarte?

Ruby y yo nos miramos. Ella se veía tranquila.