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Capítulo 13 – El muro de la ciudad

Editor: Nyoi-Bo Studio

La producción de cemento se desarrolló rápidamente. Para que Anna pudiese tener un descanso apropiado, el cuarto de horno sólo operaba una vez cada tres o cuatro días. Esperando obtener más materia prima, Roland emitió una nueva orden de reclutamiento doblando la cantidad de trabajadores.

Sin embargo, Roland sabía que no podía depender siempre de Anna para hacer esto. Trabajar en un ambiente polvoriento durante periodos prolongados de tiempo ocasionaba silicosis. Además, una vez que se ampliara la escala de producción, Anna sería insuficiente para la demanda. Las brujas no se deberían utilizar como bienes de consumo, sino como el motor para estimular el desarrollo de la civilización. Aunque Roland reconocía muy bien este hecho, en este momento, solo podía dedicar sus esfuerzos a la construcción de la muralla de la ciudad. Después de todo, no se podía hacer nada si las bestias demoníacas no podían ser detenidas.

Se lanzó un proyecto para excavar los cimientos donde irían a colocar la muralla de la ciudad, que conectaba la Ladera Norte de la Montaña y el río Aguasrojas. Como director general de este proyecto y de acuerdo con las tradiciones del mundo en el que Roland vivió anteriormente, él excavó la primera palada de tierra en medio de una masa de sorprendidos rostros.

Roland creyó que, después de resolver el problema del cemento, construir una muralla sería fácil. Sin embargo, cuando el trabajo realmente comenzó, descubrió que era completamente ignorante en ingeniería. ¿Qué tan profundo y amplio debía cavarse la base? ¿Cómo resolver la desigualdad del suelo? ¿Cómo asegurar que una pared de 600 metros de largo se mantuviera en línea recta después de la construcción?

En otras épocas, cuando el gobierno de la ciudad estaba construyendo la carretera, Roland vio a un grupo de jóvenes medir la carretera con herramientas y reglas, cosas que llamaban 'teodolito' e 'instrumento de nivelación', ¡pero difícilmente habría algo como eso por aquí!

Como un diseñador de proyectos mecánicos, y aún a pesar de que Roland y el ingeniero civil que trabajaba con él eran conocidos como los máximos cerebritos, su experiencia era demasiado diferente. Y no sólo eso, sino que ninguno de los albañiles reclutados había participado en la construcción de un gran proyecto de ingeniería antes. Sus capacidades no eran ni siquiera comparables a las de Roland. Por lo tanto, el progreso fue extremadamente lento después de que el proyecto del muro de la ciudad comenzó. Incluso tomó una semana entera cavar una zanja incompleta y poco profunda.

Cuando el proyecto de ingeniería perdió el control, el producto final fue inimaginable. Por ejemplo: esa zanja poco profunda que cavaron con mucha dificultad se parecía más a una zanja de drenaje en lugar de parecerse a la base de la muralla de la ciudad. Aunque Roland señaló un ancho estimado antes de comenzar, el ancho se hizo cada vez más estrecho a medida que continuaron cavando. Incluso parecía ser una serpiente retorcida, si alguien la miraba desde la distancia.

Sin embargo, Roland se mostró reacio a cancelar el proyecto. Basado en la mentalidad de que un progreso gradual era mejor que ningún progreso en absoluto, y siempre y cuando la sala del horno no estuviera en sus horas de operación, Roland pasaría todo el día al pie de la Ladera Norte de la Montaña, ajustaría la dirección del pozo a simple vista y empujaría lentamente el proyecto hacia adelante. Al mismo tiempo, también duplicó las recompensas de los artesanos de la piedra. Afortunadamente, este período tan incómodo no duró demasiado. Mientras Roland estaba en la sala de fuego para dirigir la calcinación del sexto lote de cemento, el Ministro Asistente Barov informó que un cantero había respondido al aviso de reclutamiento.

El cantero afirmó que se había unido al Gremio de Masones en el Reino de Castillogris por un tiempo y, ahora estaba esperando fuera del salón.

Roland pensó en ello por un momento y se sintió entusiasmado. En su memoria, el Gremio de Canteros del Reino de Castillogris era un equipo prominente y pionero del que incluso el Príncipe Roland había oído hablar. Se había ordenado el desbando del equipo debido a un accidente de construcción, pero ¿cómo podrían no haber accidentes en la industria de la construcción?

—Tráiganlo.

Roland pretendió estar sereno y tranquilo, y asintió. Quería decirle a Anna que se fuera, pero cambió de opinión después de un momento. Ciudad Fronteriza tenía una población de dos mil residentes y casi ninguno había visto alguna vez a una bruja. Además, Anna se veía totalmente diferente a la chica que anteriormente quería suicidarse. Y, con la ropa peculiar que llevaba puesta, era poco probable que alguien la reconociera.

Karl Van Bate estaba molesto cuando el caballero lo trajo al patio. Quería primero informar a su Alteza que no era apropiado emprender un proyecto tan grande en esta temporada y, luego, obtener gradualmente la confianza de Roland, para finalmente cambiar su visión hacia las brujas. Sin embargo, de acuerdo con el rumor, su Alteza siempre había sido bastante caprichoso. ¿Y qué sucedería si su consejo ocasionaba un efecto adverso por parte del príncipe? Su corazón temblaba cuando se inclinó y saludó a Su Alteza. Mientras levantaba la cabeza, se quedó horrorizado ante la visión de la chica parada junto a él, le parecía tan familiar, incluso tenía la ilusión de que podría estar soñando. Karl se frotó los ojos, volvió a mirar, y gritó incontrolablemente:

—¡Anna!

¡Jesucristo! ¡Qué casualidad! ¿Simplemente contrató al azar a un artesano y resultó ser el vecino de la bruja? Aparentemente, el artesano parecía muy familiar con Anna. De lo contrario, no podría reconocerla en un instante. Roland volvió la cabeza y miró a Carter Lannis, quien inmediatamente comprendió los pensamientos de Roland. Carter cerró rápidamente la puerta, bloqueando la única salida.

—Profesor... ¿Karl?

La reacción de Anna desconcertó a Roland por un momento.

¿Qué? ¿Profesor?

—De verdad eres tú, Anna, yo, yo... —dijo Karl, que percibió una calidez tras sus ojos, y luego sintió las lágrimas derramarse.

Cayó al suelo sin esperanza, y repitió interminablemente:

—Lo siento, lo siento mucho... Estoy tan contento... Qué bendición...

Después de un tiempo, Karl Van Bate finalmente pudo recomponerse. Lentamente se levantó, y nuevamente se inclinó ante Roland.

—Me disculpo sinceramente, su Alteza, he olvidado mis modales.

—¿Qué sucede? ¿No eres un cantero?

—Yo solía serlo —respondió rápidamente Karl después de que hizo públicas sus preocupaciones.

¡Su Alteza no ejecutó a Anna! Era una sustituta que fue ahorcada en el campo de ejecución. Al darse cuenta de este hecho, ya supo cuál sería su próximo movimiento. Aunque estaba confuso acerca de por qué su Alteza rescataría a una bruja, incluso si él intentara tomar a Anna como su amante, eso sería mucho mejor que enviarla a la horca. Al menos demostró que el príncipe no temía al rumor de que las brujas eran la encarnación del demonio.

Compartió su historia y su experiencia de ser exiliado del Reino de Castillogris a Ciudad Fronteriza, incluyendo incidentes como el establecimiento de una escuela local y el descubrimiento de que Nana Pine también se convirtió en una bruja. Al final, suplicó a su Alteza que también ocultara a Nana en el castillo, para protegerla de cualquier persecución en caso de que los residentes descubrieran su verdadera identidad.

Anna, que estaba parada a un lado, no dijo una palabra, aunque parecía querer desesperadamente suplicar por Nana.

Una nueva bruja. ¡Qué gran noticia! Aunque el nombre Pine suena familiar.

Roland pensó y llamó al Ministro Asistente para una mayor investigación, y descubrió que Pine era el último nombre de un noble de clase media en Ciudad Fronteriza.

—Podrías traerla a verme. Si ella es realmente una bruja, le aseguro que estará a salvo de cualquier tipo de daño —prometió Roland.

Pero no puedo alejarla de los Pines, especialmente cuando no está amenazada por su familia. Además, la razón por la que salvé a Anna es muy diferente de lo que piensas...

Reflexionó un poco, y decidió decir la verdad.

—Necesito su ayuda. Comparándolo con cuentos difíciles de creer de demonios y poder maligno, estoy más inclinado a creer que el poder de las brujas no tiene nada que ver con el bien o el mal, sino que puede controlarse. Así que, independientemente de Anna, Nana, o cualquier otra bruja, mientras no cometan ningún crimen real, no las consideraría pecaminosas. Ahora, hablemos de asuntos más serios. ¿Alguna vez participó en la construcción de la muralla del Reino de Castillo? —dijo el príncipe, regresando al tema del proyecto de construcción.

—¡Sí! —Karl asintió.

Aunque el Príncipe Roland no mantuvo la convesación sobre Nana como pensó que lo haría, saber que Su Alteza necesitaba la ayuda de las brujas también era desconcertante, sin embargo, era suficientemente bueno que haya prometido proteger a Nana.

—Muy bien, estoy planeando construir una muralla sobre el río Aguasrojas y al pie de la Ladera Norte de la Montaña para bloquear la invasión de bestias demoníacas. A partir de ahora, eres el responsable de este proyecto.