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Capítulo 11: Cambios

El laboratorio estaba lleno de caos y desesperación. Un grupo de soldados se agitaba entre los restos destrozados de lo que solía ser un laboratorio científico. Gritaban entre sí, clamando que no quedaba nadie con vida. El grupo de científicos que estaba trabajando allí había desaparecido por completo, y el espécimen #550 había escapado. La alarma resonaba, llenando el aire con su sonido estridente.

"¡No puede haber desaparecido así! ¡Esto es imposible!", gritó uno de los soldados, mirando a su alrededor con incredulidad.

"¡Tenemos que encontrarlo! ¡Es extremadamente peligroso si llega a la ciudad!", exclamó otro, su voz llena de urgencia.

El líder del grupo de soldados se acercó a una consola y trató de rastrear la ubicación del espécimen. Pero las pantallas mostraban solo un mensaje: "Error de localización".

"¡Maldición! ¡No sabemos dónde está! ¡Tenemos que alertar a toda la ciudad y encontrarlo antes de que sea demasiado tarde!", ordenó el líder, su voz llena de frustración.

El pánico se apoderó del grupo mientras intentaban coordinar una respuesta. No tenían idea de dónde podría estar el espécimen, ni de qué daños podría causar si no lo encontraban a tiempo.

Lukas despertó en su cama, sintiéndose limpio y con su ropa cambiada. Se frotó los ojos y miró a su alrededor, confundido por cómo había llegado a casa. Antes de que pudiera pensar mucho en ello, la puerta de su habitación se abrió y su madre entró, con una expresión preocupada en su rostro.

"Lukas, ¡estás despierto!", exclamó su madre, y se apresuró a su lado para abrazarlo.

Lukas se dejó abrazar, aunque se sentía un poco incómodo. Su madre le preguntó cómo se sentía y cuánto tiempo había estado despierto. Lukas, aún confundido, respondió: "No estoy seguro, mamá. Acabo de despertar".

Su madre lo miró con alivio y preocupación. "Estábamos tan preocupados por ti. ¿Recuerdas qué pasó? ¿Cómo regresaste a casa?"

Lukas frunció el ceño, tratando de recordar. "Recuerdo haber estado con Rex... y luego... todo se volvió borroso."

Su madre asintió comprensiva. "Tu padre y yo estábamos muy preocupados cuando no regresaste a casa y la alarma del toque de queda sonó antes de tiempo. Al inicio solo esperamos, como había sonado antes quizá estabas regresando pronto, pero luego de varios minutos seguías sin volver, entonces tu padre y yo salimos a buscarte. finalmente tu padre fue quien te encontró, me dijo que venias en la espalda de Rex, quien estaba muy herido al igual que lo parecías tú. Los trajo de inmediato a casa a ambos, tu solo estabas cubierto de sangre, pero Rex tenía la pata dislocada, tu padre tuvo que acomodarsela, fue muy fuerte aguantando el dolor."

Lukas asimiló la información lentamente. La imagen de su padre llevándolo a casa en la espalda de Rex se formó en su mente. Aunque agradecido por el cuidado de su padre, todavía se sentía confundido sobre lo que había sucedido realmente.

De repente, un mareo lo golpeó con fuerza. Lukas sintió cómo su visión se nublaba y su mente se tambaleaba. Intentó hablar, pero sus palabras eran incoherentes. Su madre parecía preocupada, y Lukas vio un destello rojo muy débil rodeándola antes de que su visión se oscureciera por completo.

"¡Lukas! ¿Estás bien?" su madre exclamó, preocupada, mientras lo ayudaba a recostarse.

Lukas luchó por volver a la realidad, su mente estaba en un torbellino. A medida que su visión se aclaraba, vio cómo su madre lo miraba con una expresión de alivio.

"¿Qué... qué pasó?", balbuceó Lukas, confundido y aturdido.

"No estoy segura, pero parece que te desmayaste por un momento", respondió su madre con voz suave. "Tal vez fue el estrés de lo que pasó ayer."

Lukas asintió lentamente, todavía sintiéndose aturdido. La experiencia parecía tan irreal, y sus emociones estaban en un estado de caos. Se aferró a las palabras de su madre, tratando de encontrar alguna claridad en medio de su confusión

Lukas pasó el resto de la tarde hablando con sus padres sobre los eventos de la noche anterior y su repentina pérdida de conocimiento. Sentado en la sala de estar, mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, escuchó a sus padres relatar cómo lo habían encontrado en la espalda de Rex y lo habían llevado de regreso a casa.

Su madre le miraba con una expresión preocupada mientras le contaba: "Fue una suerte que tu padre te encontrara a tiempo. Estábamos tan asustados cuando no regresaste, y luego la alarma del toque de queda sonó antes de lo normal."

Su padre asintió y agregó: "Te ves mucho mejor ahora, Lukas. Pero te hemos estado vigilando todo el día. Queremos asegurarnos de que estés bien."

Lukas asintió en respuesta, agradecido por el cuidado de sus padres. Aunque las palabras de sus padres lo reconfortaban, no podía evitar sentirse inquieto por lo que había experimentado esa mañana. Los brillos rojos y las voces que parecían llamarlo continuaban rondando en su mente, creando un sentido de confusión constante.

Mientras escuchaba a sus padres hablar, Lukas notó cómo la luz del sol se filtraba a través de las cortinas, creando destellos dorados en la habitación. Por un momento, pensó ver un brillo rojo muy tenue junto al brillo dorado, pero parpadeó y desapareció en un instante.

"¿Estás seguro de que te sientes bien, Lukas?" su madre preguntó, notando su expresión distraída.

Lukas asintió, intentando ocultar su desconcierto. "Sí, mamá. Solo estoy un poco cansado."

A medida que pasaba el tiempo, la tensión en la habitación parecía aumentar. La conversación se volvía más pausada, y Lukas se daba cuenta de que sus padres también estaban preocupados por los eventos recientes. A pesar de las explicaciones y el consuelo de sus padres, Lukas seguía sintiendo que había algo más que no entendía.

Mientras la tarde avanzaba, la oscuridad comenzó a extenderse por la casa, y Lukas se sintió aún más atrapado en sus pensamientos. Los brillos rojos persistían, apareciendo y desvaneciéndose, como si estuvieran tratando de comunicarse con él de alguna manera. Y aunque no estaba seguro de qué significaban, sentía que podía estar relacionado con lo que le había pasado, sin embargo aún se sentía inseguro. seguía sintiendo que nada de lo que pasó era real en este punto como si estuviera en un estado de shock constante. 

Cuando la noche cayó por completo, el toque de queda fue levantado, y sus padres parecían un poco más relajados. Aunque seguían preocupados, permitieron que Lukas saliera al jardín trasero para tomar aire fresco y despejar su mente. Sin embargo, incluso mientras estaba solo bajo las estrellas, Lukas no podía evitar sentir que algo estaba cambiando dentro de él.

Mientras observaba las estrellas en el cielo oscuro, Lukas vio un brillo rojo destellando entre las constelaciones. Se preguntó si era solo su imaginación o si estaba perdiendo la cabeza. Pero el brillo parecía persistente, como si estuviera tratando de atraer su atención.

Incapaz de resistirse, Lukas se levantó y comenzó a caminar hacia el brillo rojo, que parecía moverse a lo largo del cielo estrellado. Mientras se adentraba más en el jardín, el brillo se volvía más intenso y cálido. Una voz suave, apenas perceptible, comenzó a resonar en su mente, como un susurro que solo él podía escuchar.

"Lukas..." La voz parecía llamarlo, con una sensación de familiaridad y extrañeza al mismo tiempo.

Lukas se detuvo en seco, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. La voz, el brillo rojo, todo parecía conectado en una realidad que estaba más allá de su comprensión. Estaba a punto de responder cuando una figura emergió de entre las sombras del jardín, acercándose lentamente a él.

La figura tenía una presencia extraña y cautivadora. Era alta y delgada, con una apariencia que parecía estar compuesta de luz y sombra, de todo y nada a la vez, como el caos y la calma. Lukas se quedó sin palabras al darse cuenta de que estaba frente a alguien que nunca había visto antes, pero así como era alguien nuevo, por algun motivo sentía cierta familiaridad con quien tenía enfrente, pero a la vez sentía un profundo temor e inquietud en su corazón, alguien que lo miraba con ojos de brillo rojo intenso y profundo, que parecía estar enfrente de él, cuando sus sentidos parecían decirle que no había nadie. 

Confundido, salió de su estupor cuando la figura habló de nuevo, esta vez en voz alta, aunque su voz parecía resonar dentro de la mente de Lukas. "Mortal. Tú.- haciendo una pausa observando la reacción de Lukas, continuo. Has sido elegido para un propósito mayor luego de ser observado por el consejo. El mundo está cambiando, y se te ha dado un papel en él. Tu vida está ahora entrelazada con el destino de este mundo y se espera que des un buen espectáculo."

Lukas estaba confundido. La figura irradiaba una calma y una sabiduría que iba más allá de su comprensión pero a la vez una hostilidad que lo hacían respirar muy despacio casi al punto de dejar de respirar. Le estaba hablando en un lenguaje que no entendía, pero en su cabeza todo tenía sentido y lo comprendía a la perfección. Dejando el mensaje, el ser desapareció del lugar dejando solo el eco de su voz. 

El brillo rojo y la voz persistían, formando un enigma que Lukas aún estaba asimilando. Sin embargo, pronto sintió que su visión se oscurecía, desmayándose Lukas no entendía que acababa de suceder.  

Lukas se encontró solo en la oscuridad del jardín. Apoyado en un árbol, parecía acabar de despertarse como si todo hubiera sido un sueño, pero había algo que no podía estar imaginando en ese momento, iluminando su vista…