Por un instante, Terug pensó que iba a morir porque la luz que se disparó hacia su cuerpo era la misma que la del último ataque de Yale.
Sin embargo, tan pronto como la luz entró en su cuerpo, notó su aumento de fuerza y fue incapaz de creerlo.
—¿Qué ha pasado?
Terug necesitaba usar toda su fuerza para superar su conmoción y preguntar.
Acababa de avanzar hacia el Grado 8, por lo que no esperaba volver a avanzar durante al menos un millón de años, pero terminó avanzando el mismo día.
—También quiero saberlo. Me sentí agradecido contigo, y sucedió...
Yale se dio cuenta de que la fuerza de Terug aumentó y suspiraba de alivio, pero se sentía deprimido al pensar en el hecho de que no podía controlar la energía pura de manera adecuada.
La energía pura podía ser dañina o beneficiosa para otros dependiendo de cómo se usase, por lo que Yale temió que algún día terminaría dañando a alguien a quien no quería hacerle daño.
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