En el día de la boda entre Yale y Lina, todo un planeta había sido decorado, e innumerables expertos estaban allí para ofrecerles sus mejores deseos.
Además de los expertos, cientos de miles de lobos habían rodeado el planeta, cada uno de ellos era un Dios de Esencia. Habían aprendido que el Dios Lobo estaba a punto de casarse y corrieron a ese planeta sin invitación.
Todos ellos eran más débiles que Aiwai, pero aún serían capaces de convertirse en adversarios problemáticos cuando se enfrentaran a un Dios del Mundo.
Dado que esos lobos permanecieron fuera del planeta y no provocaron ningún problema para el resto, nadie interfirió con ellos. Después de todo, esos lobos adoraban al Dios Lobo, por lo que los otros expertos no sentían que fuese raro que quisieran ver el matrimonio del Dios Lobo.
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