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Prologo: Algo bellisimo

Prologo

"Hmmm..."

Suspiro. Es lo unico que ella podia hacer despues de haber tenido una experiencia que era nueva para ella en todo sentido. La sensacion creada por las gotas de sudor en conjunto con el agua la hacian recordar que habia un problema muy grave en lo que habia ocurrido esa noche en esa habitacion de hotel, algo de lo cual cierta persona que era relacionada a ella no iba a tolerar al enterarse tarde o temprano de ello.

Sin embargo, la sensacion de recordar la el extasis vivido minutos antes le generaba un rubor en las mejillas de su rostro ya que, por primera vez, ella se sintio amada...

Amada por haber tenido una persona a su lado la cual no solo sentia una atraccion hacia su natural y dotada belleza, sino ademas un sentimiento profundo que llegaba siempre al mismo punto, el estar con el y decirse con sinceridad que es lo que se habia desarrollado hasta ese punto...

Ella habia imaginado los ultimos años de vida como una torrencial luvia que dia tras dia la empapaba y cuando estaba a punto de cesar retornaba con fuerza, mas esto acabo el dia que conocio a ese joven de cabellos de un color tan marron como el de la caoba, el cual empezo a producir en ella radiantes destellos de luz las cuales la empezaban a llenar de calma y mas aun, felicidad.

Luego de limpiarse adecuadamemte, paso al dormitprio del hptel en el cual se encontraba su acompañante mirando hacia la salida de la ventana. Su tono varonil se podia ver por medio de su esculpida figura si como de su particular mirada de galan que hacia suspirar a las adolescentes fantasiosas. Er algo asi como un modelo de revista, un tipo que podia ser un ejemplo de la belleza propia del genero masculino...

Ella se le acerco timidamente ya que penso de que el estaba algo enojado, talvez molesto. Sabia de que el era no solo un hombre casado sino ademas un rey del harem, un semental del sexo, uno de esos tipos que aman tener relaciones basadas en el llegar a la cama y saborear las mentes moldeables de las mujeres fragiles.

Parecia que estaba mirando la ventana. Las luces de las calles alla afuera. El goce y placer que daba la libertad que daba la vida nocturna a aquellos que eran capaces de soportarla y vivirla.

Y hablando de libertad, era asi como ambos se habian sentido en ese momento; era como si todas las veces que surgieron impulsos por darse placer se hubieran fusionado y hubieran tenido lugar en ese cuarto de hotel barato. Era tan tabue pero tan curioso como si de algo santo y satanico se tratase al unisono.

"Ya estas aqui, pense que tomarias mas tiempo."

"Ehm... pense que te iba a incomodar"

"Tu no me incomodas, el tiempo es el culpable de que tu te sientas asi"

Esa manera de hablar en conjunto con su tono de voz hacian que la compañia de ese tipo fuera imposible de rechazar o criticar. Tecnicamente todo lo que habia en el le habia hecho suspirar miles de veces pensando en las posibilidades que ella pensaba que jamas iba a encontrar en un hombre, pero que el si poseia.

Pero sin dudas lo que hacia que esta relacion fuera aun mucho mas especial era que ella habia sido la unica mujer que habia tenido el privilegio de hacer que este tipo tan distinguido hubiera sido capaz de ceder a su encanto.

No hay que dejar de lado el hecho de que el habia podido crear un harem con mujeres que solo los demas podian tener en sueños enfermizos, en delirios platonicos sin sentido. Sin embargo, el no sabia, no podia deducirlo. ¿que era lo que tenia esa mujer que lo hacia volver hacia ella cada vez que podia y con ganas? Realmente no sabia si lo hacia para poder oler su cabello de color rojizo, para saborear su cuerpo o incluso si por el simple hecho de tenerla como una clase de "trofeo" le daba impulsos de gloria continuos en ese momento y en todos lod demas en su vida.t

"Aunque... podriamos quedarnos aqui solo por esta ocasion. Nadie sospecharia nada ya que jamas llegarian a buscarte por un lugar como este."

"Pero..."

"¿No quieres, verdad? Aun tienes algo que te aferra a seguir llevando una mentira como esa... No deberias soportarlo. Si quieres yo puedo hacer que te vuelvas libre y asi no habrian motivos para estar juntos..."

"No es eso..."

"Entonces, que es en realidad lo que te impide estar a mi lado..."

"E... el hecho de que... no quiero de que te hagas daño..."

"A mi nadie me ha hecho daño. Por eso es que yo soy como soy, una persona que siempre ha gozado de sus victorias como si fueran habituales de tener... no te preocupes..."

El hombre se acerca a la mujer, la cual se deja abrazar por el sujeto que acerca su rostro, mas aun sus labios a los de ella, y la besa. Al principio sentia algo de sensibilidad, pero con los segundos sintio algo de calma y hasta algo de placer.

"Ves... no tienes porque tener miedo. Ve si tienes que irte, pero no lo hagas por obligacion... hazlo porque realmente quieres hacerlo"

Y asi la mujer salio por la puerta si decir nada. Ella solo pensaba en si misma aunque no sabia como es que habia olvidado al resto con tan solamente haber escuchado a ese hombre, pero ya no era relevante preguntarse eso ahora...

Pero el hombre, el cual seguia mirando hacia la ventana decia en su mente...

"(JajajajajajajaJAJAJAJAJAJA! Al fin y luego de tantos dias he podido hacer que esa mujer caiga antre las manos de mis persona, Issei Hyoudou, dueño del dragon emperador rojo, el celestial Ddraig. Al fin tengo a una mujer con una brutal representacion en este mundo. Pronto y cuando venza a tu esposo, tu sera mia y te hare vivir un paraiso en mi infierno, solo espera un poco mas, Rias Gremory...)"