Hurgando sugerencias

Volví a casa con castigo, les avise a las chicas de que mañana en la hora del almuerzo las pondría al tanto de todo, le avise a mi hermano lo ocurrido y que no había dicho nada.

Su mensaje en parte de gracias era un "te dije que debías tener calma" mientras suspiraba y trataba de canalizar todo había olvidado un curioso detalle, papá se había asombrado por lo que dije de Gloria, eso significaba que las cosas de ahora en adelante se pondrían peor.

Ya había decidido retomar mi entrenamiento y hacer un horario estricto para mi, me había vuelto algo vaga al no seguir mi entrenamiento y eso no era nada bueno, así que decidí avisarle a mi tía y pedirle su ayuda.

La mañana llegó y luego de asearme desayune y salí con la misma, había llegado antes y las chicas igual, decidimos buscar un lugar algo tranquilo y les conté lo ocurrido, omití el nombre de Gloria, y les comenté mi decisión, Claudia la mire tan pensativa que dije

Casandra: Claudia, si sientes que esto te pone en peligro te entiendo, jamás te pediría algo que te ponga en riesgo y no sólo a ti, a todas se los digo -leve pausa- si quieren una distancia en nuestra amistad la respetaré.

Ninguna dijo nada pero si las vi pensativas, luego de allí volvimos a la clase y en el almuerzo comimos juntas, seguían en sus mundos, se que analizaban todo y no las apure a decidir, sabía que no era fácil, luego de clases volví a casa y mientras calentaba la comida tía Esther me llamaba

Voz de Esther: Hola nenita, ¿Qué tal la escuela?.

Casandra: eh.. Bien, supongo.

Voz de Esther: ¿Estas bien?, te noto decaída, hagamos esto, hoy voy a ir y así me cuentas todo, además… debes entrenar desde ya.

Oír esas palabras me habían animado un poco mas y luego de decirle que la esperaba y que todo estaría bien, le dije que la quería y colgué; decidí hacerme fuerte no sólo por mi familia sino también por mis amigas.