Extra 19: El mundo he de cambiar (58)

"Ugh... no puedo dejar de pensar en todo esto ahora que me he reencontrado con Izumi..." - dijo Inuyasha mientras golpeaba un árbol cercano y lo derribaba con suma facilidad - "¿Por qué no puedo pensar con claridad?"

"Eso mismo me gustaría preguntarte" - dijo una voz femenina.

"!" - Inuyasha rápidamente se puso en guardia, aunque internamente estaba sudado, después de todo, él no sintió la presencia de esta mujer hasta que habló - "¡¿Quién eres?!"

"¿Así es como le hablas a tu posible suegra?" - preguntó Mikoto mientras aparecía delante del chico mitad perro.

Inuyasha se sorprendió cuando escuchó esto, más cuando vio la apariencia de la mujer desconocida, la cual tenía muchos rasgos que la chica que invadía sus pensamientos - "¿Dijiste que eres la madre de Izumi?"

"Por supuesto, mi nombre es Mikoto Uchiha, la esposa de Kurama Uzumaki y madre de Izumi Uzumaki" - respondió Mikoto con orgullo, aunque rápidamente entrecerró los ojos - "Aunque no es como si pudieras hablar conmigo de forma tan tranquila cuando lastimaste los sentimientos de mi bebé"

Inuyasha nuevamente empezó a sudar porque podía sentir un aura oscura alrededor de esta mujer, una que un humano no debería de tener, sin contar que ella sorprendentemente, era mucho más poderosa que él.

"Creo que es tiempo de que hablemos, y tal vez pueda ayudarte a resolver los problemas que te acomplejan" - dijo Mikoto mientras sus ojos cambiaban de forma. Estos se pusieron rojos con un extraño patrón que no parecía una pupila normal - "¡Sharingan!"

"Ugh" - Inuyasha solo pudo soltar un gemido de confusión antes de perder la consciencia.

"Veamos si al menos tienes la convicción de estar junto a mi bebé, y si tus sentimientos no son tan firmes como dices, entonces no importará que te haga desaparecer de la vida de mi pequeña aunque me odie" - dijo Mikoto con neutralidad. Sí, ella apoyaba la decisión de su hija sobre perseguir el amor libremente, pero al mismo tiempo apoyaba la decisión de Kurama de alejar a su bebé hasta que este indeciso chico tomara una decisión, es por eso que ella había decidido acelerar los planes, después de todo, ella había notado lo triste y emocionada que estaba Izumi al hablar de Inuyasha - "Espero que todo salga bien..."

* * * * *

"Ugh..." - una voz masculina soltó un gemido de dolor mientras intentaba levantar su cuerpo, solo para sentir cómo este parecía no responderle - "¿Dónde estoy?"

"¡Amo Sesshomaru!" - exclamó Jaken con emoción al escuchar la voz de su maestro - "¡Por fin despierta!"

"¿Jaken?" - murmuró Sesshomaru con el ceño fruncido mientras intentaba levarse nuevamente, y en el proceso, teniendo el mismo resultado - "¿Qué fue lo que pasó?"

"Ese hombre, el mismo que conocimos durante nuestra búsqueda por Tetsusaiga, lo derrotó con suma facilidad, Sesshomaru-sama" - respondió Jaken mientras intentaba medir sus palabras para no enfurecer a su maestro, aunque para su sorpresa, el Inu Daiyokai no parecía estar molesto, sino que más él estaba perplejo.

"¿Fui derrotado?" - repitió Sesshomaru con el ceño fruncido - "¿Y con facilidad?"

"Lamento admitirlo, pero ese Kitsune Daiyokai era un monstruo, uno que podría compararse a su padre, o incluso superarlo" - respondió Jaken mientras se mordía el labio.

Sesshomaru se quedó en silencio mientras soltaba un suspiro - "Entiendo..."

"¿Jaken-san, Sesshomaru-sama está despierto?" - preguntó una joven voz femenina.

Sesshomaru miró a Jaken, quien estaba sudando - "¿Algo que tenga que saber?"

Jaken no alcanzó a responder porque la puerta corrediza se abrió, mostrando a una joven niña de cabello negro, kimono de cuadros amarillos y naranja, junto a un obi verde.

"¡Una humana?" - preguntó Sesshomaru con el ceño fruncido mientras miraba con frialdad a su subordinado - "¿Hiciste que una humana inferior me cuidara?"

"Lo siento, Sesshomaru-sama, pero era la única solución que tenía" - respondió Jaken mientras explicaba la situación.

Sesshomaru decidió darle un castigo luego de escuchar la explicación que iba a dar, aunque rápidamente comprendió que las palabras de Jaken eran ciertas. Tal parecía que luego de que Kurama lo derrotó, tanto él como Jaken fueron tragados por una especie de portal que los trajo a las afueras de la niña humana. Jaken intentó ayudarlo durante su inconsciencia, pero él también había sido lastimado durante el viaje, a lo cual no tuvo más opción que hablar con la niña que habitaba este hogar. La pequeña estuvo un poco escéptica al principio, aunque rápidamente decidió ayudarlos, un cambio bastante extraño de opinión, aunque había algo que lo tenía mucho más confundido que el cambio drástico de personalidad de la chica.

"¿Ese Kitsune Daiyokai sabía que íbamos a aterrizar cerca de un hogar humano, o fue una simple coincidencia?" - preguntó Sesshomaru mientras fruncía el ceño.

"No creo que haya sido premeditado, Sesshomaru-sama" - respondió Jaken mientras negaba con la cabeza - "Aunque eso me deja con una incógnita"

"Habla" - dijo Sesshomaru con neutralidad.

"¿A caso nuestros destinos están entrelazados con esta niña humana?" - preguntó Jaken mientras esperaba alguna represalia por parte de su maestro, después de todo, él sabía la opinión tan mala que Sesshomaru tenía de la especie humana.

Sesshomaru se quedó en silencio mientras pensaba las palabras de su subordinado, aunque no importaba lo mucho que lo intentara meditar, era imposible siquiera pensarlo.

"¿Estás bien, Sesshomaru-sama?" - preguntó la niña con una inocente sonrisa.

Sesshomaru se le quedó mirando en silencio mientras sentía una extraña conexión con esta niña desconocida, lo cual lo confundió aún más. ¿A caso Jaken tenía razón y él estaba conectado por el destino con esta sucia niña humana?

"Sí, estoy bien" - respondió Sesshomaru con neutralidad, después de todo, él no quería aceptar tal idea.

La niña sonrisa felizmente antes de correr fuera de la habitación.

"¿Sesshomaru-sama?" - preguntó Jaken mientras miraba a su maestro.

Sesshomaru no respondió, él solo cerró los ojos, sin saber que aunque el destino se haya distorsionado, lentamente estaba empezando a conectar ciertos puntos.

* * * * *

"¿Dónde estoy?" - preguntó Inuyasha al ver que ya no estaba en el bosque, sino en una especie de aldea cuyo cielo era completamente rojo.

"Estamos en su subconsciente" - respondió Mikoto mientras miraba alrededor con curiosidad - "¿Este es tu espacio mental? Esperaba algo más caótico, no una aldea pacífica"

Inuyasha no respondió, él caminó en silencio por la aldea mientras las memorias invadían su interior. Sin que pudiera hacer algo al respecto, él vio como un grupo de niños corría riendo mientras que los aldeanos empezaban a hacer sus trabajos. Todo parecía estar en perfecta armonía, aunque Mikoto podía sentir una enorme cantidad de energía negativa en un rincón de la aldea.

"¿Espacio mental?" - repitió Inuyasha mientras miraba a esta extraña mujer - "¿Qué es eso?"

"Es un área que tu subconsciente crea, se podría decir que está relacionada con tu personalidad, traumas o deseos más profundos" - respondió Mikoto mientras recordaba lo que Kurama le había explicado cuando les enseñó cómo entrar a sus propios espacios mentales.

"Traumas... ¿Eh?" - dijo Inuyasha con desdén mientras los dos continuaban caminando por la aldea - "¿Qué planeas encontrar en este sucio lugar?"

"Es simple, los espacios mentales no solo contienen los deseos más profundos, sino también memorias o incluso una segunda personalidad oculta de tu propio conocimiento" - respondió Mikoto mientras recordaba la historia que Kurama les contó sobre su otro yo.

"Eso suena interesante, aunque no creo que exista otro yo en este lugar" - respondió Inuyasha con el ceño fruncido.

"No estaría tan segura de ello" - respondió Mikoto mientras ladeaba la cabeza y observaba hacia una esquina.

Inuyasha miró en esa dirección y se sorprendió al ver cómo una versión de él como niño, estaba jugando y sonriendo junto a otros niños de la aldea - "Imposible, eso nunca sucedió"

"Es uno de tus deseos más ocultos" - respondió Mikoto mientras veía como la imagen desaparecía, mostrando solo al pequeño Inuyasha, quien los estaba mirando.

"¿Quiénes son ustedes, Onee-chan?" - preguntó el pequeño Inuyasha mientras miraba a la mujer, aunque su atención rápidamente se movió a Inuyasha - "Oh, entiendo..."

"¿Por qué el cambió tan drástico de actitud?" - preguntó el Inuyasha adulto mientras fruncía el ceño.

"Es porque estoy sorprendido de verte aquí, Onii-chan" - respondió el Inuyasha niño mientras le giraba los ojos - "O sea, no pensé verte aquí, supongo que los demás estarán felices de verte"

"¿Eh?" - el Inuyasha adulto se quedó congelado cuando escuchó esto, después de todo, no se lo esperó.

* * * * *

"Es interesante que las cosas estén saliendo tan bien, de hecho, es como si el destino me estuviera sonriendo" - dijo Naraku mientras sonreía ligeramente - "Estoy encontrando los fragmentos de la perla con suma facilidad, mis planes para dejar este cuerpo están continuando sin mucho problema, y tal parece que mis pistas falsas han alejado a ese pequeño y molesto grupo fuera del rango de mi territorio"

Honestamente, Naraku estaba un poco confundido, después de todo, él sabía que todo estaba siendo demasiado fácil.

"¿A caso estoy pensando de más las cosas?" - preguntó Naraku con el ceño fruncido mientras se ponía a pensar en sus planes, aunque nada parecía fuera de lugar - "Bueno, no importa, cuando llegue el momento voy a solucionarlo sin mucho problema, después de todo, todo está bajo mi control..."

Pobre Naraku, la simple marioneta que se mueve bajo la voluntad de otras entidades, tan lejos de la verdad que es risible, un simple actor que lentamente estaba llegando a su última escena.