Extra 19: El mundo he de cambiar (44)

Koga entrecerró los ojos antes de concentrarse en sus compañeros.

"Hakkaku tiene razón, Koga" - dijo Ginta, el otro lobo demonio - "Lamento que nuestro líder te haya atacado, es solo que él está furioso por la muerte de nuestros hermanos"

"Entiendo su furia, pero..." - dijo Kurama, aunque su expresión cambió cuando sintió un aura familiar en las piernas del líder del clan de los lobos - "Ya veo, fragmentos de la perla en tus piernas y en tu brazo derecho"

La expresión de Koga y sus dos subordinados, cambió cuando escucharon esto.

Koga se puso en guardia mientras los demás retrocedían a un lugar seguro.

"Ellos piensan que necesitas los fragmentos, Kurama-san" - dijo Shippo mientras negaba con la cabeza. Él había visto todo lo que Kurama podía hacer, y también había escuchado algunas historias de Kagome mientras él estaba en la época del presente.

Kurama solo sonrió antes de liberar un poco de su aura.

Koga sudó cuando sintió la muerte frente a sus ojos, aunque soltó un suspiro de alivio cuando sintió como el aura del hombre de cabello plateado desaparecía.

"¡Kurama-san!" - exclamó una voz femenina desde el interior de la cueva.

Ayame rápidamente salió del escondite luego de sentir el aura opresiva del Kitsune Daiyokai, después de todo, él tenía una presencia inconfundible, aunque la expresión de la chica cambió cuando vio a Koga con un rostro pálido - "¡Koga-sama!"

"¿Quién eres?" - preguntó Koga al ver a esta extraña mujer de su clan.

La expresión de Ayame cambió cuando escuchó esto.

"Koga, ella es la chica que salvaste años atrás" - respondió Ginta mientras intentaba hacer recordar a su amigo.

"¿La chica que salvé?" - repitió Koga mientras fruncía el ceño y empezaba a recordar, aunque seguía sin poder recordar - "Lo siento, no lo recuerdo"

La expresión de Ayame se oscureció cuando escuchó esto mientras Hakkaku y Ginta negaban con la cabeza porque esto era algo típico de su líder.

"¿De verdad te salvé?" - preguntó Koga mientras mantenía su atención en el Kitsune de cabello plateado.

"Sí, incluso me prometiste que te casarías conmigo" - respondió Ayame mientras se mordía el labio.

"¿Lo hice?" - preguntó Koga con sorpresa mientras intentaba recordar, aunque honestamente no lo recordaba, ni tampoco deseaba hacerlo porque ahora tenía muchas cosas más importantes que hacer - "Escucha, lamento que tuvieras una idea equivocada, pero no tengo tiempo para juegos, todavía tengo que vengar a mis hermanos"

"Y-Yo..." - murmuró Ayame con lágrimas en los ojos.

"De verdad, lo siento" - dijo Koga mientras concentraba su atención en el hombre de cabello plateado - "Entonces, ¿Tú no fuiste el responsable de este ataque?"

"No tengo motivo para hacerlo, además, si quieres confirmarlo, solo tienes que hablar con los niños que están dentro de la cueva" - respondió Kurama con el ceño fruncido - "Yo he venido a proteger a Ayame-san"

"¿Me viniste a proteger?" - preguntó Ayame con sorpresa.

"Sí, tu abuelo me dijo sobre esto y me pidió que viniera a vigilarte" - respondió Kurama con calma.

"Oh, ya veo..." - murmuró Ayame con pesar.

"Pero eso no significa que no podamos hacer algo mientras regresamos, tal vez visitar algunas aldeas o algo así, no sé, tu eliges" - suspiró Kurama al ver la desesperación en la mirada de la chica.

"¿En serio?" - preguntó Ayame con sorpresa.

"Claro" - asintió Kurama mientras miraba a la chica.

Ayame sonrió antes de asentir, para luego mirar a Koga con una expresión acomplejada. Ella seguía amando al líder del clan de los lobos, pero sus palabras le habían causado mucho daño.

Koga sintió como si hubiera cometido un error, aunque rápidamente sacudió la cabeza y caminó hacia la cueva.

"Lamento que él actuara así, es solo que él tiene muchas cosas en su cabeza" - dijo Ginta mientras corría detrás de su líder.

"Ginta ya dijo lo que sucede, aún así me disculpo" - dijo Hakkaku mientras corría detrás de sus dos amigos.

Ayame se quedó en silencio antes de soltar un suspiro y caminar donde el Kitsune Daiyokai.

"Lo siento" - dijo Kurama mientras lamentaba que las cosas terminaran de esta forma para la chica lobo.

"No, tú no tienes motivos para disculparte, supongo que mi abuelo tenía razón" - respondió Ayame mientras agachaba la cabeza.

"Vamos, tal vez el viaje de regreso sea más divertido" - dijo Kurama mientras los dos caminaban en silencio.

"Dime, ¿Qué debería de hacer?" - preguntó Ayame mientras miraba al Kitsune de cabello plateado.

"Honestamente, no puedo decirte qué hacer, porque eso tienes que decidirlo tú" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "El único consejo que puedo darte, es que sigas a tu corazón"

"Pero..." - murmuró Ayame antes de negar con la cabeza - "Entiendo, gracias, supongo"

Kurama suspiró antes de encaminar a la chica.

* * * * *

"Koga, no creo que esa haya sido una buena idea" - dijo Ginta mientras miraba a su líder - "Ella parecía de verdad destrozada"

"Lo sé, pero no se compara con nuestra situación" - respondió Koga con neutralidad - "Mira, nuestro clan está casi completamente aniquilado, solo quedamos 3 adultos y posiblemente 5 niños"

"Aunque eso no significa que tengas que tratar así a esa chica" - respondió Hakkaku con el ceño fruncido - "Estoy seguro de que recuerdas a esa chica"

"Sí, la recuerdo, pero no puedo darle lo que quiere" - dijo Koga mientras caminaba junto a sus dos amigos al lugar donde estaban los pequeños sobrevivientes - "¡Niños!"

"¡Koga!" - rugieron los niños con furia al ver a su líder, el mismo que según sus pequeñas perspectivas, los había abandonado.

"Este no es el recibimiento que había esperado" - murmuró Koga con el ceño fruncido.

"Bueno, no estuvimos durante el ataque, así que es obvio que ellos estén furiosos" - dijo Ginta mientras tomaba en cuenta el punto de vista de los niños - "Además, ello están dolidos por haber perdido a sus familias"

La expresión de Koga se oscureció mientras los niños empezaban a llorar y gritarles.

"Koga... ¿Qué hacemos?" - preguntó Ginta mientras fruncía el ceño.

"Creo que lo mejor que podemos hacer, es dejar que ellos vayan con esa chica al otro clan, allí al menos podrán estar seguros" - murmuró Koga con neutralidad.

"Ok, aunque tendremos que llamar a esos dos para que nos ayuden" - dijo Hakkaku mientras veía como Koga desaparecía en una ventisca.

"En serio, esto no podría ser peor" - murmuró Ginta con una expresión pesada - "A quién quiero engañar, las cosas están por complicarse porque ahora iremos donde esas cosas con alas"

"Solo espero que las cosas no salgan tan mal" - dijo Hakkaku con seriedad.

"No importa si las cosas se complican, nuestra única misión es mantener a Koga con vida" - respondió Ginta con un rostro serio - "Después de todo, él es la única oportunidad para vengar a nuestros hermanos"

"Tienes razón, esa es nuestra misión" - murmuró Hakkaku mientras apretaba los puños.

* * * * *

"Espera, tenemos un invitado" - dijo Kurama mientras miraba hacia atrás.

Ayame miró en la misma dirección del hombre de cabello plateado, solo para ver como un pequeño tornado venía a toda velocidad.

"No esperaba que vinieras detrás de nosotros" - dijo Kurama mientras levantaba una ceja.

"Es porque no lo tenía planeado, aunque ahora hay algo que necesito pedirles" - respondió Koga mientras salía del tornado.

Ayame miró a Koga con emoción porque tal vez él había cambiado de opinión, múltiples pensamientos sobre las posibles palabras del líder de los lobos, pasaron por su mente, aunque para su dolor, lo que Koga trataba de decir no tenía nada que ver con ella.

"Quiero que lleven a esos niños con ustedes" - dijo Koga con seriedad.

"¿Quieres que mi clan los proteja?" - preguntó Ayame con el ceño fruncido.

"Sí, ellos son muy pequeños para continuar este sufrimiento" - respondió Koga mientras miraba a la chica con unos ojos fríos y sin emociones - "Es por eso que quiero que vayan con ustedes, al menos en su clan, ellos podrán recuperarse de este dolor con la ayuda de otros niños de su edad"

"Entiendo, no tengo problema con llevarlos con nosotros, aunque la decisión está en las manos de Ayame-san" - respondió Kurama mientras apuntaba a la chica.

"Por favor" - murmuró Koga mientras agachaba la cabeza.

"No tienes que decir nada más, no tengo problemas con que ellos vengan con nosotros, de hecho, me hubiera gustado haberlo preguntado yo mismo" - dijo Ayame mientras negaba con la cabeza.

"Gracias" - dijo Koga mientras asentía - "Lamento haberte ignorado por completo"

"No, no digas nada más" - respondió Ayame mientras negaba con la cabeza - "Vamos, Kurama-san, vayamos a buscar a los pequeños"

"Ok" - asintió Kurama mientras chasqueaba los dedos, haciendo en el proceso que los 3 aparezcan frente a la cueva.

Ayame y Koga se sorprendieron al ver esto, aunque rápidamente corrieron dentro de la cueva para poder explicarles a los pequeños la situación.

Kurama esperó por unos segundos hasta que vio a los 5 niños estaban detrás de Ayame - "¿Están listos?"

Los niños miraron al extraño con diferentes emociones, aunque rápidamente asintieron cuando vieron cómo la chica lobo estaba como si nada.

"Muy bien, esto será rápido" - dijo Kurama mientras chasqueaba los dedos.

Koga salió de la cueva, y vio como el grupo desaparecía del lugar, lo cual lo dejó sorprendido nuevamente.

"¿Ya se fueron?" - preguntó Ginta con sorpresa.

"Sí, ahora tenemos un problema menos, ahora solo queda iniciar con los preparativos para el ataque" - respondió Koga con seriedad.