32: Descendencia

"Ugh..." - un profundo quejido resonó en la residencia Uzumaki desde el baño.

"¿Te encuentras bien, Mikoto?" - preguntó Kushina desde la entrada con una mirada de preocupación.

"Siento náuseas..." - respondió Mikoto mientras sentía ganas de vomitar - "Y no, todavía es temprano para saber si estoy embarazada..."

"De hecho, es todo lo contrario, estás a buen tiempo" - respondió Kushina mientras se rascaba la mejilla - "Digamos que el tiempo de desarrollo de los Uzumaki es más corto debido a nuestra vitalidad sobrehumana"

"¿Dices que estoy embarazada?" - dio Mikoto con sorpresa, solo para hundir su cabeza en el inodoro y continuar vomitando - "Ugh..."

"Es una posibilidad" - respondió Kushina mientras recordaba el pasado - "No te preocupes, tendrás que pasar por los 9 meses de gestación"

"Eso no me consuela" - gruñó Mikoto mientras volvía a vomitar - "Además, eso no tiene sentido, si dices que el bebé se desarrolla más rápido, entonces los meses deberían de ser menores"

"Eso es lo maravilloso del clan Uzumaki, los meses extras que el bebé se encuentra en el vientre de su madre, los usa para reforzar su red de chakra, usando el chakra de su madre" - respondió Kushina, aunque su expresión cambió a una de seriedad - "No se lo digas a nadie, este es un secreto que solo los miembros del clan y sus parejas deben de saber, porque si las demás aldeas lo descubren, entonces podrían crear prácticas inhumanas para imitar este proceso natural de nuestro clan"

El rostro de Mikoto palideció cuando escuchó esto porque como madre de dos hijos, ella sabía lo doloroso que eran los meses finales, ella no quería imaginarse lo que sería extender este período por muchos más meses.

"Prometo que no diré nada al respecto" - dijo Mikoto, solo para volver a vomitar - "¡¿A caso soy más susceptible a las náuseas matutinas?"

"De hecho, el desarrollo acelerado del bebé, también causa que los típicos cambios en el embarazo sean más fuertes, aunque esto se reduce luego del segundo embarazo" - respondió Kushina con calma mientras se cruzaba de brazos - "Puedes considerarlo un condicionamiento natural"

Mikoto le dio una mirada en blanco, volviendo a vomitar - "¡Esto es ridículo, no he comido tanto para estar vomitando esta cantidad!"

Kushina estuvo a punto de explicar algo más, pero guardó silencio cuando notó la mirada fría de su mejor amiga - "Ok, ok, no digo nada, pero no tienes que enojarte conmigo"

Mikoto estuvo vomitando por cinco minutos más, hasta que por fin se sintió mejor, o al menos lo suficiente como para preguntarle a Kushina dónde estaba Kurama, así como los procesos que ella tendría que pasar ahora que estaba a punto de ser madre de un Uzumaki.

"Kuro-chan salió para tener una cita con Hinata-chan, Hanabi-chan e Ino-chan" - respondió Kushina mientras negaba con la cabeza - "Dijo que volvería en unas cuantas horas"

Mikoto le dio una mirada molesta, aunque rápidamente volvió a la normalidad, sin embargo, su expresión cambió cuando notó cómo su amiga parecía estar comiendo más de la cuenta.

"¿Qué?" - dijo Kushina mientras levantaba una ceja.

"¿Por qué parece que comes por dos o tres personas?" - preguntó Mikoto mientras fruncía el ceño.

"Ni idea, últimamente he estado teniendo ganas de comer más" - respondió Kushina, aunque su expresión cambió drásticamente cuando escuchó lo que dijo, así que rápidamente corrió al baño, solo para soltar un grito de sorpresa y felicidad - "¡Mikoto-chan, Mikoto-chan!"

"¿Qué?" - preguntó Mikoto, solo para ver cómo Kushina le estaba enseñando un test de embarazo positivo - "Oh por el sabio... Espera... ¡¿Por qué yo tengo mega náuseas matutinas y tú solo comes como si fueras un Akimichi?!"

"Te dije, el primer embarazo de un Uzumaki es un condicionamiento, los siguientes son mucho más fáciles" - respondió Kushina con desdén - "Aunque mis cambios de ánimo serán legendarios"

Mikoto simplemente bufó con molestia antes de decidir cambiar de tema, después de todo, ella no sabía nada sobre el clan Uzumaki aparte de lo básico.

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"¿Te encuentras bien?" - preguntó Ino mientras miraba al chico que le gustaba detenerse, mirando en dirección de su casa.

"Sí" - respondió Kurama, confundido porque sentía una extraña perturbación en la fuerza, aunque rápidamente sacudió la cabeza y miró a sus acompañantes - "¿A dónde quieren ir ahora?"

"La verdad, no tengo idea, ya hice todo lo que quería" - murmuró Ino mientras fruncía el ceño - "Además, se está haciendo un poco tarde para mi turno en la florería como le prometí a papá"

"Papá dijo que regresáramos temprano para hablar sobre algo importante" - dijo Hanabi mientras Hinata asentía.

"Supongo que voy a escoltarlas a sus hogares" - respondió Kurama, aunque su expresión cambió ligeramente cuando escuchó una voz joven familiar - "Esa voz..."

"¡Es el idiota de Konohamaru!" - exclamó Hanabi mientras corría al lugar donde estaba su compañero de clases.

Kurama siguió a la pequeña Hyuga hasta el lugar, solo para ver cómo un joven vestido de negro y rostro pintado con un estilo kabuki, tenía a Konohamaru atrapado del cuello.

"¡S-Suéltame, ya dije que fue un accidente y me disculpé!" - exclamó Konohamaru, el nieto del Sandaime con una expresión de miedo y molestia.

"¡Kankuro, deja al niño!" - exclamó Temari, la chica que Kurama había visto hace unos días - "¡Dejamos bien en claro que no teníamos que causar problemas!"

"No estoy causando problemas, solo le estoy enseñando una lección a ese mocoso molesto" - respondió Kankuro, aunque su expresión cambió cuando sintió un golpe duro en su estómago, todo gracias a que Hanabi había aparecido para rescatar a su amigo - "Ugh..."

"¡Kankuro!" - exclamó Temari mientras notaba el rostro azulado debajo de la pintura.

"¿Te encuentras bien?" - preguntó Hanabi mientras miraba al nieto del Sandaime.

"Sí, gracias, Hanabi" - respondió Konohamaru mientras sus dos amigos, Udon y Moegi, corrían para asegurarse de que él estuviera bien.

"¡T-Tú, pequeña perra!" - rugió Kankuro con furia, solo para sentir cómo alguien lo agarraba del cuello - "¡Ack!"

"Te recomiendo que guardes silencio, extranjero" - dijo Kurama mientras sus ojos de diferente color brillaban con maldad.

"¡Kankuro!" - exclamó Temari mientras se preparaba para defender a su hermano menor, solo para ver quién era el atacante - "¡Detente, Kurama-san!"

Kurama miró a Temari, solo para arrojar al suelo a Kankuro, quien rápidamente empezó a toser.

Temari se acercó donde su hermano y le ayudó a levantarse, aunque no sin antes gritarle por las estupideces que estaba haciendo.

Kankuro no respondió, él simplemente miró con hostilidad al joven de cabello rojo, solo para sentir un escalofrío recorrer su espalda - ". . ."

"Escucha, acabo de salvarte la vida, así que te recomiendo que te disculpes con Konohamaru por escalar las cosas" - dijo Kurama con un tono neutro.

"¿Salvarme?" - repitió Kankuro con desdén - "¿Casi asfixiarme es salvarme?"

"Un pequeño castigo por casi herir al nieto del Sandaime" - respondió Kurama con una sonrisa fría - "¿No te parece?"

La expresión de Kankuro y Temari cambió cuando escucharon esto, después de todo, ellos sabían lo mucho que el Sandaime amaba a su nieto, su única familia restante luego de la muerte de Asuma Sarutobi.

"¡¿Ese renacuajo es el nieto del Sandaime?!" - exclamó Kankuro mientras temblaba.

Temari simplemente maldijo en silencio la estupidez de su hermano menor, aunque la expresiones de los dos hermanos rápidamente cambió a una de miedo cuando escucharon una voz familiar.

"Les dije que no causaran problemas, y aquí están, peleando con shinobis de Konoha y el nieto del Sandaime..." - dijo una voz fría mientras su dueño aparecía detrás de un árbol, siendo este el hermano menor del trío, el chico de cabello rojo con el Kanji de 'amor' en la frente, Gaara.

Kurama frunció el ceño cuando sintió un aura familiar en el pelirrojo de Suna, solo para que este lo mirara en silencio.

"¿Quién eres?" - preguntó Gaara mientras liberaba un poco de su instinto asesino, asustando a los niños y haciendo retroceder a Hinata e Ino.

"Kurama Uzumaki" - respondió Kurama mientras entrecerraba los ojos - "¿Y tú?"

"Sabaku no Gaara" - respondió el otro pelirrojo mientras dejaba de mirar a Kurama y concentraba su atención en sus aterrados hermanos mayores - "Ustedes dos, es tiempo de regresar al hotel..."

"¡E-Espera, Gaara, yo...!" - exclamó Kankuro, aunque su expresión cambió a una de absoluto terror cuando vio a su hermano caminar en su dirección con un poderoso instinto asesino.

"Guarda silencio o te mato" - gruñó Gaara con hostilidad, solo para mirar a su hermana mayor - "Vamos"

"¡O-Ok!" - exclamaron los dos shinobis de Sunagakure no Sato mientras seguían a su hermano menor.

"Eso fue raro... ¿No piensas lo mismo, Kurama?" - preguntó Ino, solo para notar cómo Kurama estaba mirando al trío retirarse en silencio con una expresión extraña en su rostro - "¿Kurama?"

"Sigo sintiendo que ese pelirrojo... es familiar..." - dijo Kurama, sin notar cómo el resto lo estaba mirando.

"¿Familiar?" - repitió Hinata mientras activaba su Byakugan, solo para palidecer cuando notó una presencia oscura en el joven de cabello rojo de Suna.

"¿Qué fue lo que viste, Onee-chan?" - preguntó Hanabi con sorpresa.

"Es un monstruo" - respondió Hinata mientras intentaba calmar sus nervios, después de todo, ese Chakra no solo era maligno, sino que parecía tener consciencia propia.

Kurama simplemente guardó silencio, tratando de recordar dónde había visto a ese joven, aunque no importaba lo mucho que lo intentara, nada parecía venir a su mente.