La Cruda Realidad

Rayber regresó a la base de la Legión, pero lo que encontró fue una escena desgarradora que le heló la sangre en las venas. Allí, ante sus ojos, presenció una tragedia inimaginable.

Valeria, la valiente y decidida, estaba siendo consumida lentamente por las sombras que la rodeaban, sus gritos de angustia resonaban en el aire mientras luchaba por mantenerse con vida.

Sara, la guerrera incansable, se defendía con todas sus fuerzas, a pesar de haber perdido una pierna en la batalla. Su determinación era palpable mientras enfrentaba a las sombras que la rodeaban, negándose a rendirse ante la oscuridad.

Luke, la mente brillante del equipo, yacía inerte en el suelo, su cabeza separada de su cuerpo, una imagen grotesca que marcaba el fin de su vida. El cuerpo de Ángel, una vez imponente y poderoso, yacía desmoronado, su fuerza yace en la derrota ante las fuerzas de las sombras.

Y finalmente, Aurora, la voz de la razón por la cual Rayber seguía en este mundo inundado del caos, había sido partida por la mitad, su cuerpo yacía… en el suelo. Rayber se quedó paralizado por un momento, abrumado por el horror de la escena frente a él.

Rayber, lleno de furia y desesperación al presenciar la devastación de sus compañeros, se encontró cara a cara con Joe, la figura enigmática que lo había dotado de su poder.

Rayber con voz temblorosa pregunta:

-¡¿Por qué?! ¿Por qué nos has abandonado?

Joe lo miró con calma, sus ojos revelaban un conocimiento profundo y una serenidad inquebrantable.

Joe con voz serena responde:

-Mi querido Rayber, mi poder solo me permite ver el pasado, no el futuro. No puedo garantizar la seguridad de nadie.

Las palabras de Joe fueron como un puñal en el corazón de Rayber, alimentando aún más su ira y su dolor. Sin embargo, antes de que pudiera lanzarse sobre Joe en un acto de desesperación, una mirada de la figura enigmática lo detuvo en seco.

En un instante, Rayber sintió cómo su cuerpo se deshacía en pedazos, como si fuera una marioneta en manos de un titiritero. La sensación era abrumadora, una mezcla de dolor y desorientación que lo dejó aturdido.

Joe con calma le dice:

-Te daré una oportunidad, Rayber. La oportunidad de decidir con quiénes quieres luchar hasta el final.

Rayber, aún recuperándose del shock de la experiencia, miró a su alrededor, contemplando los restos destrozados de sus amigos. Una oleada de determinación lo invadió mientras se enfrentaba a la difícil elección que se le presentaba.

-Lucharé con aquellos que aún tienen la fuerza para seguir adelante. Con aquellos que creen en la luz incluso en medio de tanta oscuridad.

Con esa decisión tomada, Rayber se preparó para enfrentar lo que sea que el destino le deparara, con la esperanza de que, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza aún brillara en algún lugar.

Con un gesto de su mano, Joe canalizó su poder hacia Axel, infundiéndolo con una fuerza sobrenatural que fortalecía sus puños, convirtiéndolos en armas letales capaces de derribar cualquier obstáculo.

Joe con serenidad le dice:

-Que tus puños sean tus herramientas, Axel. Conviértete en el bastión de la fuerza que necesitamos.

Luego, se volvió hacia Junior, otorgándole un poder que lo envolvía en una armadura invencible, protegiéndolo de cualquier daño y haciéndolo imparable en la batalla.

-Que nada ni nadie pueda detenerte, Junior. Con esta armadura, serás nuestro escudo más fuerte.

Sara recibió el don del conocimiento y la agilidad, su mente se agudizó y su cuerpo se volvió más ágil, permitiéndole anticipar cada movimiento del enemigo y responder con precisión milimétrica.

-Que tu mente sea tu mayor arma, Sara. Con esta inteligencia y agilidad, serás nuestra estratega más valiosa.

Frank fue imbuido con el poder de un titán, transformándolo en una bestia de 60 metros de altura, capaz de aplastar todo a su paso con su fuerza abrumadora.

-Que tu fuerza sea imparable, Frank. Conviértete en el coloso que nos protegerá de cualquier amenaza.

Kellah recibió el poder de la furia desatada, su ira se convirtió en una fuerza imparable que la impulsaba hacia adelante, sin temor y sin vacilación.

-Que tu furia sea tu guía, Kellah. Con este poder, serás nuestra fuerza más salvaje y despiadada.

Moreno fue dotado con la habilidad de controlar cuchillos y machetes con una maestría sin igual, convirtiéndolos en extensiones de su propio cuerpo y aumentando su letalidad en combate.

-Que tus armas sean tu extensión, Moreno. Con este poder, serás nuestra hoja más afilada y mortal.

Joe miró a cada uno de ellos con un aura de confianza y determinación.

-No necesitarán entrenamiento para dominar estos poderes. Deben confiar en sus instintos y dejar que la fuerza de estos dones los guíe en la batalla. Juntos, somos invencibles.

Luego, en un rincón solitario del universo, lejos de la vista de todos, Joe y Rayber se encontraban en una conversación íntima y decisiva.

-Rayber, sé que esto no es lo que esperabas, pero debemos hacerlo. No podemos permitir que la oscuridad prevalezca. Estoy dispuesto a sacrificarlo todo por el bien de todos ustedes.

-No, Joe. No puedo aceptar eso. No puedo permitir que te sacrifiques por nosotros.

-Rayber, entiende que esta es la única manera. Te entrego el poder del Infinite. Tú serás el guardián del universo, el que arreglará mis errores y guiará a todos hacia un futuro mejor.

Rayber titubeó por un momento, sintiendo el peso abrumador de la responsabilidad que Joe le estaba confiando. Pero finalmente, aceptó con determinación.

-Lo acepto, Joe. Pero prometo que usaré este poder sabiamente, para corregir todos los errores y hacer que tu sacrificio valga la pena. Con una última mirada llena de confianza, Joe le pasó el poder del Infinite a Rayber, y en un destello de luz, desapareció en el aire.

-Arregla todos mis errores, Rayber.

Y así, con el destino del universo en sus manos, Rayber se preparó para enfrentar su mayor desafío hasta ahora, con la determinación de honrar el legado de Joe y llevar a todos hacia un futuro mejor.

Con el poder del Infinite ahora fluía a través de él, Rayber experimentó una transformación sin igual. Su ser irradiaba una energía cósmica, sus ojos destellaban con la sabiduría del universo, y su presencia irradiaba una determinación que no conocía límites.

Rayber se sintió inundado por el conocimiento y la experiencia de Joe, como si su mente se hubiera expandido para abarcar el vasto universo en su totalidad. Cada pensamiento, cada recuerdo, cada secreto del cosmos ahora residía en su interior. Una ola de poder y responsabilidad lo envolvió, pero en lugar de abrumarlo, lo fortaleció.

Se sintió conectado con todo lo que existe, un hilo que tejía a través de las estrellas y las galaxias, un guardián destinado a proteger el equilibrio del universo. Con una mirada determinada, Rayber salió del rincón del universo, su voz resonando en el vacío cósmico.

-Yo... salvaré... al mundo... de este... infierno.

Con cada paso, con cada pensamiento, con cada acto, Rayber se comprometió a honrar el legado de Joe y a cumplir con su misión de restaurar la paz y la armonía en el universo. Con el poder del Infinite a su disposición, no había obstáculo que no pudiera superar, ni desafío que no pudiera enfrentar.