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La impresionante esposa del CEO

-Jamás me llevarás a la cama. -¿Quien dijo que tendría que ser precisamente en la cama? -¡¿Que?! -Si, hay mejores opciones, como la ducha, el sofá, el piso por ejemplo. -No me cambies el tema, no dormirás conmigo- solo quería borrar la estúpida sonrisa del rostro de Tiago. Luego de que las revistas publicaran un artículo asegurando que el CEO de Grupo Navarro la empresa número uno en la ciudad es homosexual, su familia obliga a Tiago Navarro a tener citas y casarse para desmentir esas falsas acusaciones, luego de muchos intentos fallidos Tiago conoce a Sofía Scott, una joven de 22 años. Ella es parte de la familia Scott, una familia de renombre aunque no tanto como la familia Navarro, ella siempre a estado en desacuerdo con su familia y tienen peleas constantemente, para sus padres, ella es una malcriada que ni siquiera estudia aunque para su abuelo ella son sus ojos. Luego de la traición de su novio y prometido Leo Banner ella toma un vuelo a las Bahamas donde conoce a Tiago quien en verla no duda en proponerle un trato al que ella acepta sin dudar: ella fingirá ser su esposa a cambio de que él cumpla todos sus anhelo y también para evitar tener a su familia encima buscándole un nuevo prometido. Cuando Sofía se convierte en la joven señora de la poderosa familia Navarro ella se vuelve una mejor versión de sí misma, esa que no está dispuesta a volver a dejar que su familia la pisotee y que con el amor y el apoyo de Tiago esperaba salir victoriosa de todas las batallas con su familia y la de él.

Natalia_Vv · History
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16 Chs

Volvió al país

Veo a Sofía abrazar a Marcela y me toma la mano para ir a dormir, al entrar la noto tensa, la abrazo por detrás y da un brinco.

-Me asustaste- me dice en un susurro.

-No tienes porque asustarte- le digo y acaricio sus brazos- ven, vamos a dormir.

-Ok- dice entrando a la cama y poniendo una estúpida almohada, la última ves no me pude controlar y la quité para abrazarla cosa que ella no sabe. Ella se voltea para poder verme, yo quito la almohada que nos separa y ella me mira sorprendida, yo sonrío y me acerco a ella, ella se aleja y antes de que se aleje más la tomo de la muñeca y la jaló hacia mi pecho donde queda atrapada entre mis brazos- suéltame Tiago.

-No- le digo sonriendo y ella me mira boquiabierta.

-¿Cómo que no?- pregunta entre dientes.

-Si, ya dije que no- le digo y entierro mi cara en su cuello- me encanta cómo hueles.

-Tiago…- dice ella en un susurro y yo la miro a los ojos.

-¿Qué?- le pregunto y le beso la nariz, ella está sonrojada.

-No puedes hacer eso- me dice tratando de sonar seria.

-¿Por qué no?- pregunto frunciendo el ceño- eres mi prometida y pronto serás mi esposa gatita.

-Aún no lo soy- dice pero se que lo dice porque no sabe que decir.

-Mejor duerme- le digo y ella está tensa pero poco a poco se relaja entre mis brazos y se queda dormida, yo no tardo mucho en seguirle el paso.

Días después

-Tranquilízate- le digo a mi madre.

-¿Cómo quieres que me tranquilice? Faltan 5 días para la boda y aun nos falta mucho por hacer- dice ella y yo ruedo los ojos.

-Sofía y yo que somos los novios y no estamos tan estresados como tú- le digo y miro a Sofía que está hablando por teléfono al igual que Marcela.

-Tú no entiendes- dice mi madre- no se para que me molesto en hablar contigo- dice y yo pongo los ojos en blanco, me acerco a Sofía y la abrazo por detrás y escucho a una mujer hablar de los preparativos.

-Ok, muchas gracias- dice Sofía y cuelga, se da la vuelta y me mira- perdón por el desorden- dice y pone su cabeza en mi pecho, miro al rededor y es que la sala de mi casa es un desastre. Estos últimos días logré que Sofía me tenga más confianza, ya no se tensa cuando la abrazo y dormir con ella es grandioso.

-No te preocupes- le digo y acerco mi boca a su oído donde muerdo el lóbulo de su oreja- en 5 días serás mi esposa.

-Si, en 5 días seré la señora Navarro- dice ella siguiéndome el juego.

-Ya no podrás negarme nada- le digo y sonrío coqueto.

-¿De que hablas?- me pregunta confundida, hay veces en las que mi gatita peca de inocente.

-De nuestras noche de bodas- le digo, su cara se sonroja y la entierra en mi pecho.

-Tiago- me dice en modo de reproche.

-No sabes las ansias que tengo de que llegue- le digo y ella golpea mi pecho.

-Te van a escuchar- dice y yo rio.

-¿Qué tiene de malo?- le pregunto y levanta la cabeza para mirarme y en eso escuchamos a mi madre chillar, la miramos y ella viene corriendo.

-Dios, mira esto- dice ella toda emocionada, con un traje de bebé en las manos- no es por presionar pero, ¿ya hablaron sobre darme un nieto?

-Yo…- Sofía me mira confundida y su cara parece una manzana.

-No mamá, aún no- le digo y ella suspira.

-¿Y a qué esperas?- me pregunta.

-Apenas nos vamos a casar- le digo y ella resopla.

-En todo me llevas la contraria- dice ella y yo solo sacudo la cabeza de un lado a otro- ¿tú quieres tener bebés con Tiago?- le pregunta a Sofía. Esa es una muy buena pregunta.

-Por supuesto que si, pero más adelante- dice Sofía, me mira y yo sonrío. No se porque mierda me alegra que diga que quiere tener hijos conmigo.

-Sin prisas- digo y la beso en los labios- mientras practicaremos mucho- digo después y veo a mamá reír, a Sofía toda roja y esta última me da un golpe en el brazo.

-¡Tiago!- exclama avergonzada, yo rio y la beso de nuevo.

-Voy a la oficina, recuerda lo que me prometiste- le digo y es que me prometió hacerme un nuevo postre, según ella hará galletas y yo muero por probarlas.

-No te haré nada- dice ella cruzándose de brazos/

-¿Por qué no?- le pregunto y hago un puchero.

-No te haré nada por atrevido- me dice ella y se da la vuelta, yo me pego a su espalda y beso su cuello.

-¿Me perdonas?- le pregunto bajito.

-No- dice ella.

-Hay que mala eres- le digo y sigo besando su cuello y su clavícula- por favor.

-No- vuelve a decir firme, le doy la vuelta y la miro pensativo.

-Di que si o si no….- ella me interrumpe.

-¿O si lo que?- pregunta.

-Yo me pondré triste y no iré a la oficina hasta que digas que si- le digo bajito ya que estos días también nos enfrentamos y no la quiero ver enojada, se ve tierna pero cuando se enoja de verdad no hay quien la detenga, la última ves dormí en el cuarto de invitados ya que se negó a dejarme entrar a mi habitación.

-Esta bien pero ya vete- dice, yo sonrío y vuelvo a besar sus labios, me encanta besarlos, son tan suaves y dulces.

-Gracias, me encantan tus labios- le digo y ella abre mucho los ojos.

-Ya vete- me dice y yo sonrío, le doy un beso a mi madre y me voy.

-¿Qué sucede Patric?- le pregunto estando ya en la oficina ya que desde que estamos en el auto lo veo inquieto.

-Señor, tengo que decirle algo- dice.

-Dime- pido sin mirarlo ya que tengo unos documentos en las manos.

-La señorita Laura volvió al país- dice el y mi cuerpo se tensa.