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Capítulo 15: ¿Tanto quieres que me mude?

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

"Esa posición…".

Gu Jingze la observó recoger sus palillos, hacer girar unos fideos y metérselos en la boca para comer con ganas.

Cerró los ojos, exasperado.

—Lin Che...

Al instante, Lin Che giró su cabeza sorprendida. Cuando vio a Gu Jingze, casi se cayó de la silla.

—Gu Jingze, ¡¿por qué no haces ruido al entrar?! —gritó.

Después de darse unas palmaditas en el pecho, le dijo:

—Pensé que había un fantasma.

—¿Estabas cocinando? —preguntó Gu Jingze.

No esperaba que ella fuera capaz de cocinar. Además, la comida olía bastante bien.

Lin Che miró su tazón de fideos y asintió.

—Sí, sí. Esta gran chef estaba preparando la comida más deliciosa del mundo.

—...

"Así que está comiendo fideos instantáneos". Él incluso pensó que olía bien. ¿Era hora de considerar alejarse de esta mujer inculta?

—¿Así que no sabes cocinar nada?

—Yo… Sé hervir agua. Nunca se me ha quemado.

—...

Gu Jingze no sabía con precisión cómo había crecido esta mujer, sin aprender a hacer nada por sí misma.

—Ya que llegas tan tarde, es probable que no hayas comido. ¿Quieres un poco? —preguntó Lin Che, empujando su tazón hacia adelante.

Gu Jingze miró lo que había en el cuenco y se veía bastante bien. Había verduras, carne y huevos. Junto con la sopa, se veía bastante tentadora y apetitosa.

—No te preocupes. No tengo hambre —declaró, lamiéndose los labios de modo inconsciente.

Gu Jingze se quedó inmóvil. Cuando vio que Lin Che sonreía, respiró profundo y se preparó para regañarla.

—Comer tan tarde no es bueno para el estómago.

—No pasa nada si se hace de vez en cuando. No suelo comer tan tarde, pero hoy estoy de buen humor, así que es como una recompensa.

Ella juntó algunos fideos y se los acercó hasta que estuvieron justo frente a él. Con una expresión persuasiva, sonrió con anticipación mientras acercaba sus palillos a sus labios.

El aroma excitó sus papilas gustativas y su estómago comenzó a revolverse.

—Está bien, está bien, está bien. Me lo comeré. Aléjate de mí—respondió exasperado.

Ella metió rápido los fideos en su boca, y él masticó un par de veces, encontrándolos bastante sabrosos.

—Demasiado salado —comentó después de tragar.

A pesar de decir eso, comió bocado tras bocado. Despacio y con elegancia, se terminó el tazón entero.

Ella lo miró estupefacta. Gu Jingze apenas levantó la cabeza y la miró, indiferente.

—¿Qué?

—¿Nunca habías comido fideos instantáneos antes? —preguntó Lin Che—. ¿Por qué comiste como si fuera un manjar? Creo que solo te queda la sopa.

—Sí. Nunca los he comido —respondió Gu Jingze mirando confuso la expresión de Lin Che—. ¿Y qué?

Lin Che dijo:

—No, no es nada. Eso solo que… si nunca has comido fideos instantáneos antes, eres un tipo poco común. Los fideos instantáneos son uno de los placeres más deliciosos de la vida y casi te los pierdes. Por suerte, me tienes a mí; de lo contrario, seguro lo hubieras lamentado hasta la muerte.

Gu Jingze observó a Lin Che hablar de forma exagerada.

—Esto es comida chatarra —se quejó, mirándola con calma.

—¡Deliciosa comida chatarra! —corrigió ella.

Gu Jingze negó con la cabeza y miró a Lin Che en silencio.

Lin Che se dio unas palmaditas en el estómago y agregó:

—Ahora que comí bien y estoy de buen humor, me voy a la cama.

Gu Jingze la miró.

—Parece que estás de muy buen humor.

—Por supuesto. Conseguí el papel de la tercera protagonista femenina y empezaré pronto. Aunque es la tercera protagonista, el papel aparece en toda la serie y será muy popular. En el futuro, seré famosa y exitosa. ¿Cómo no estar de buen humor?

Cuando Lin Che dijo eso, se paró allí feliz. Se veía orgullosa.

Con alegría, ella puso sus manos sobre los hombros de Gu Jingze.

Él frunció el ceño. Volvió la cabeza hacia un lado y miró su mano. Sin embargo, ella parecía no darse cuenta de lo que hizo y siguió presumiendo.

—Nunca pensé que yo, Lin Che, lograría obtener mi gran oportunidad. Es una pena que Lin Li sea la segunda protagonista femenina. No sé si tengo alguna escena con ella. Espero no tenerla... Tengo miedo de vomitar cuando la vea.

Gu Jingze pasó sus ojos por su rostro, pero su mirada volvió a aterrizar en su mano. Dejando escapar una tos seca, levantó la cabeza y le dirigió a Lin Che una mirada sombría.

Como si de repente recordara algo, Lin Che miró hacia abajo.

—¡Oh, no! Lo siento, lo siento. ¡Lo olvidé!

Empezó a sacudir su ropa desesperada como si estuviera alisando las arrugas. Luego, miró a Gu Jingze, que no parecía demasiado incómodo.

Mordiéndose las puntas de los dedos, se disculpó con timidez:

—Lo siento. Soy una persona ruidosa y grosera. Por eso dije que podría hacerte sentir incómodo si viviéramos juntos.

—¿Así que todavía esperas que me vaya? —preguntó Gu Jingze al darse cuenta de su intención.

Lin Che miró a Gu Jingze y respondió seria:

—Sí. Estuvimos de acuerdo en establecer una relación de beneficio mutuo durante nuestro matrimonio. Así que puedes estar tranquilo. Incluso si vives junto con la señorita Mo, te ayudaré a ocultarlo. Es probable que estés ocupado la mayor parte del tiempo. Usaré eso como una excusa si los miembros de su familia visitan sin avisar. Puedo decir que saliste, tal vez por un viaje de negocios o una reunión. Tengo muchas excusas. Mientras vengas de vez en cuando, estaremos bien. De todos modos, si quieres irte con la señorita Mo, puedes hacerlo. No te preocupes por tu familia, yo te ayudaré a que se calmen y no descubran nada.

Gu Jingze miró a Lin Che. Su mirada era profunda, reservada y contemplativa, pero indiferente. Bajo esa mirada, Lin Che sintió que su corazón se acaloraba. Sintió que su mirada era tan profunda que podría leer sus pensamientos.

Era una mirada demasiado sensual.

—No me iré—declaró Gu Jingze de pronto—. Mudarme será demasiado complicado. Y hay otro gran problema: no confío en tus habilidades de actuación. Con tu estupidez, no serás capaz de cubrirme. Si yo me mudara y te dejara sola lidiando con eso, sería lo mismo que dejar mi problema en tus manos. No estoy acostumbrado a dejar que la gente decida mi vida, en especial a personas de inteligencia cuestionable como tú.

—...

Cuando recuperó el habla, ella le reclamó enojada:

—Si tienes algo que decir, puedes decirlo bien. No me insultes sin razón. ¿Por qué hablas de mi inteligencia?

Pero era comprensible que él no confiara en ella. Después de todo, estaba involucrada la seguridad de la mujer que amaba, por lo que la situación le causaba mucho estrés y no podía confiar con facilidad en un tercero, en particular en ella.

Lin Che no pudo evitar pensar que el conflicto entre los dos era como una novela. Ella sería la segunda protagonista malvada, la que arruinó la relación entre los dos protagonistas principales y se convirtió en un obstáculo.

Con expresión tranquila, Gu Jingze caminó hacia la puerta.

—La conclusión es que no tienes que perder tu tiempo tratando de echarme. Por ahora, definitivamente vamos a vivir juntos como un matrimonio. Será mejor que te acostumbres y empieces a pensar cómo desempeñar bien el papel de la Sra. Gu. ¡Deja de entretenerte con pensamientos sin sentido!

Lin Che nunca esperó que sus buenas intenciones la dejaran mal parada.

—Estoy haciendo esto por tu bien. ¡No quiero ver a dos amantes separados!

Gu Jingze no pudo evitar detenerse al escuchar eso.

—¡Qué considerada! —se burló.

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