Xiulan se sentía incómoda después de que Fu Ling hiciera esos comentarios sobre su aspecto. No podía concentrarse en la reunión. Se estuvo acomodando hasta que a Fu Ling no le quedó más remedio que intervenir.
—¿Qué te pasa? —preguntó Fu Ling con el ceño fruncido, parecía estar irritado con su inquietud.
—Lo siento, Jefe —Xiulan se disculpó inmediatamente con vergüenza.
Fu Ling estuvo en silencio durante un rato mientras la observaba antes de continuar, pero esta vez no se tomó mucho tiempo. Terminó la reunión en unos minutos y le pidió que volviera a su habitación a descansar.
—Te llamaré cuando sea hora de irnos —dijo Fu Ling antes de que ella se fuera a su habitación.
Xiulan hizo una reverencia antes de salir y, justo cuando entró en su habitación, se dio una bofetada en su mejilla derecha, decepcionada de sí misma. Fue ella quien terminó sintiéndose incómoda ya que no estaba acostumbrada a ese acto.
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