La hija del barón, Alessandra Barrett, ha usado una máscara desde joven debido a una lesión. Muchos dicen que si vieras el rostro detrás de la máscara, estarías maldito y morirías pronto. Ella es vista como un fantasma, evitada por todos los que visitan el hogar del Barón hasta que se convierte en la esposa del Duque. Nadie podía entender por qué el Duque elegiría a una esposa así. ¿Quería él morir? ¿Qué pasaría con la chica que una vez se escondió en las sombras pero ahora tenía el foco de atención en ella como la esposa enmascarada del Duque? ¿Qué diría todo el mundo si supieran la verdad de que ella estaba en un matrimonio contratado con el Duque?
—Aquí —dijo Edgar extendiendo su tenedor con trozos de comida para que Alessandra comiera.
Alessandra miró el tenedor y luego retrocedió ante Edgar. —Pedimos lo mismo. No hay necesidad de que coma de tu tenedor.
—La diferencia es que ya te has comido toda tu comida mientras que mi plato todavía está a medio camino. Tómalo —empujó su plato hacia ella.
—No, tú también necesitas comer —Alessandra empujó el plato de vuelta hacia él. No era como si Edgar hubiera comido más comida que ella hoy para no tener hambre.
—Alessandra, no vas a ganar este juego contra mí. Cómetelo —Edgar empujó el plato de vuelta. —Todavía queda mucho camino por recorrer para engordarte.
—¿Por qué esto suena como un lobo hablando con el cerdo que quiere comer? —Alessandra murmuró. —No puedes obligarme a comer esto, Edgar.
Edgar se recostó en su silla y cruzó los brazos. —Entonces aliméntame —dijo.