La hija del barón, Alessandra Barrett, ha usado una máscara desde joven debido a una lesión. Muchos dicen que si vieras el rostro detrás de la máscara, estarías maldito y morirías pronto. Ella es vista como un fantasma, evitada por todos los que visitan el hogar del Barón hasta que se convierte en la esposa del Duque. Nadie podía entender por qué el Duque elegiría a una esposa así. ¿Quería él morir? ¿Qué pasaría con la chica que una vez se escondió en las sombras pero ahora tenía el foco de atención en ella como la esposa enmascarada del Duque? ¿Qué diría todo el mundo si supieran la verdad de que ella estaba en un matrimonio contratado con el Duque?
-Deberías tener cuidado con ciertas calles de la ciudad y ponerte el abrigo cuando sientas frío. Todos subestiman cómo esta época del año hace que mucha gente se enferme. Si comienzas a sentirte enfermo, por favor regresa a casa.
-Alfred, ella no es una niña. Por mucho que me alegre que tu preocupación se haya desplazado de mí a alguien más, ella no necesita tu conferencia como si fuera a la guerra. Solo va a la ciudad a hacer compras o cualquier problema en el que pueda meterse. Deja de ser un padre autoritario —dijo Edgar.
-No me importa —respondió Alessandra, para deleite de Alfred—. Gracias por el consejo, Alfred.
-Solo estoy un poco preocupado por la Duquesa saliendo sin ti, Edgar. Sabes que mucha gente se acercará a ella e intentará hacer algo estúpido. No quiero que su día sea arruinado por otros. ¿Deberíamos aumentar sus guardias a tres? Creo que es justificado en el primer día fuera —dijo Alfred.