La hija del barón, Alessandra Barrett, ha usado una máscara desde joven debido a una lesión. Muchos dicen que si vieras el rostro detrás de la máscara, estarías maldito y morirías pronto. Ella es vista como un fantasma, evitada por todos los que visitan el hogar del Barón hasta que se convierte en la esposa del Duque. Nadie podía entender por qué el Duque elegiría a una esposa así. ¿Quería él morir? ¿Qué pasaría con la chica que una vez se escondió en las sombras pero ahora tenía el foco de atención en ella como la esposa enmascarada del Duque? ¿Qué diría todo el mundo si supieran la verdad de que ella estaba en un matrimonio contratado con el Duque?
—Gracias —dijo Alessandra tomando el plato de comida de Linda—. Acabamos de conocernos. No pensaré demasiado en ello hasta que... —decidió dejar de lado el tema de la sonrisa de Linda.
Ya sea debido a los rumores sobre su rostro o algo más, Linda tendría que abrirse y decir si había algo que no le gustaba de Alessandra. Alessandra no quería seguir jugando al juego de adivinanzas cuando se suponía que debía disfrutar del palacio.
—¿Qué te gustaría beber, Alessandra? Preparé té por si acaso sientes frío debido al clima, pero también hay algunos jugos que combinan bien con los pasteles y los dulces. ¿Cuál prefieres? —preguntó Hazel, emocionada de que Alessandra probara todo. Quería que Alessandra disfrutara del palacio tanto como fuera posible para que siguiera queriendo visitarlo.
—Hazel, ella no es una niña. Déjala mirar y elegir algo por sí misma —se rió Linda.
—Estoy siendo una buena anfitriona, Linda. ¿Sientes que te estoy molestando, Alessandra? —preguntó Hazel.