Había Una Vez ,en las tierras de Sicilia donde abundaba el agua de azul profundo y frío.
Una mujer surgió de la repentina luz que caía del cielo nocturno ,que descendió delicadamente, como si fuese un beso al hombre mas amado, al agua.
Sumergiendose en el abismo del océano ,y salir como una hermosa mujer de cabellos y ojos oscuros, piel blanca y palida como la luna; características tan propias de la noche en la que nació.
Su belleza era inmensa,que las luces del cielo estrellado acentuaban más sus rasgos finos y oscuros ;sencillos, a comparación con otras criaturas de la naturaleza ,que eran tan brillantes y puras,con colores vivos y llamativos.
Aquella mujer observó el panorama sin fin que iba más allá de su conocimiento ,respirando el aire fresco que la rodeaba y con un repentino instinto que golpeó su corazón,se impulsó a ir a aquel lugar que la llamaba.
Como la atracción de un polo al imán, se sumergió en el agua y nadó mas rápido que cualquier otro ser marino.
Llevándose consigo el sentimiento mas emocionante ,pasó a través de la luz que asomaba en una cueva submarina y emergió al otro lado del agua en que se encontraba, con gran impulso, llegando a la superficie.
Y en ese mismo momento, un hombre que descansaba a los pies de la tierra, observó a la hermosa mujer que parecía que volaba sobre el lago.
Ella al darse cuenta de la presencia del hombre,fue hacia el.
Sus ojos en ningún momento se despegaron de la criatura ,y cuando sus ojos se encontraron. Una sonrisa pura se impregnó en los labios finos y suaves de la mujer.
Haciendo que su corazón golpeara con fuerza su pecho.
-¿Quien eres?
Casi inaudible al oido, se dirigió a la sirena que le había robado el aliento.
Ella ladeó la cabeza como si no entendiera lo que decía, sin embargo, sus movimientos suaves no eran de confusión. Pensaba que aquel hombre tenía una voz gruesa que le agradaba ,sintiéndose mas hambrienta de el; tocarlo ,olerlo, y saborearlo.
Su mano salió del agua para tocar el antebrazo del hombre que sostenía su cuerpo inclinado, en la tierra.
-¿Como te llamas?
Pronunció con voz suave.
En en ella,se encontraba unas ganas de hacerlo suyo y llevarselo a las profundidades de su emocionado corazón e instinto. Más no era consciente que su naturaleza así lo deseaba, sólo hasta un tiempo después se daría cuenta de lo que ella era.
El sonrió por la melodiosa voz que le hablaba.
-Me llamo Athan mi dama ,soy un mercenario en busca de aire fresco antes del trabajo.
Su trabajo no era algo de lo que el se avergonzada ,siempre fue honesto con las mujeres con las que se relacionaba para evitar malos entendidos y advertirles que no era un hombre normal.
Así fue, directo a su presentación memorizada.
-Eres una mujer diferente en todos los aspectos, nunca te había visto. ¿Desde cuando vives aquí?
El iba seguido a ese lago para relajarse antes de trabajar, por lo que sabia que no existía una mujer en el lugar. Además de parecerle extraño su cola de pez.
Dentro de su cabeza no había similitudes en ella con la que el pudiera comparar.
Sus intereses luchaban dentro de el, por un lado quería conocerla y llevarla a la cama ,mientras el otro pensaba en secuestrarla para venderla a un buen precio por su rareza y belleza. Sin embargo el era lo suficientemente egoísta para decidir;conocerla y hacerla suya.
Una mujer de tal delicadeza y hermosura no se comparaba con nada mas.
Y la sirena, estudiaba cada facción de el también, era el primer hombre que veía después de su nacimiento y le parecía muy atractivo. Sus escamas palpitaban de la emoción, sus ojos brillaban en anhelo.
-Si...yo no tengo....nombre...sólo se, que soy una Sirena.
Sus mejillas se enrojecieron de vergüenza.
-¿Sirena?...
Sus ojos grises se entrecerraron fulminando la cola negra que se asomaba en el agua, no supo entender del todo lo que quería decir con sirena, pero intuyó que era el nombre de su especie. No pensó más.
-Esta bien, puedes salir del agua, te llevaré a un lugar mas cálido antes de irme a trabajar ¿Que te parece?
La mano que sostenía su antebrazo era muy fría, pero no temblaba. Creyó que el clima no era un problema pero sólo lo dijo por cortesía.
-Seguro
Soltó el antebrazo y salió de un empujón del agua, su cola se vio completamente, larga y oscura.
Después de unos segundos su cola lentamente se transformó en piernas humanas. Dejándola completamente desnuda a la vista.
Athan se quito su cazadora de cuero para cubrir el cuerpo de la mujer.
-Gracias Athan
Le correspondió el gesto con una sonrisa.
-Para nada, es mi deber como buen caballero brindarle abrigo a una dama
Un pequeño tono de ironía se escondía en sus palabras poco cuerdas de "Buen caballero". Caminaron juntos por el denso bosque y llegar a una pequeña cabaña de roble rojo, era el lugar de descanso del hombre y entraron a ella en busca de refugio a la fría noche.
-Eres bienvenida, haz lo que desees y mejor te parezca
Rodeó la sala y encendió la chimenea ,luego se levantó y tomó del perchero otra cazadora de repuesto.
-Piensa de este lugar como tu segunda casa, iré a trabajar así que regresare mañana a esta misma hora. Me gustaría que no salieras al pueblo vecino, peligrosas bestias estarán acechando. Adiós.
Luego de dirigirle una sonrisa de despedida cerró lo puerta tras de el.
Sus ojos vieron cada detalle de la cabaña ,era pequeña pero espaciosa no había tantos muebles en la sala y la cocina que quedaba justo al lado llevaba sólo lo necesario.
Se adentró más y abrió la primera puerta del pasillo. Era otro cuarto ,pero sin muebles y sólo una cama gigante que estaba cubierta por piel suave y esponjosa.
La chimenea era pequeña y no había fuego en el.
Como no había que detallar ,cerró la puerta y salió a la sala a recostarse.
Miro el techo sin nada en mente, sólo con aquel hombre en su cabeza ,que no sabía como llegar a el y llevárselo. Como su corazón y constantes punzadas,que la guiaban a actuar.
Lentamente sus ojos caían por el sueño, y lo último que decidió, fue esperar el momento adecuado para actuar de alguna forma....y hacerlo suyo.
Cuando despertó, la chimenea ya estaba apagada y la luz natural del sol cubría la sala. Se reincorporó y con un gruñido de su estómago salió del lugar ,al lago, donde sabía que había comida. Se quito el abrigo y lentamente sumergió sus piernas en el agua ,cuando ya era una cola negra empezó su caza de peces. Después de atrapar 4 peces grandes salió, y volvió a la cabaña.
Dejó tres peces en una cubeta de agua ,y se quedó con un sólo pez para comer.
Sin cocción; directamente mordió la cabeza del pez y tragó, después de unos cuantos mordiscos lo acabo por completo,quedando satisfecha.
Miró los otros peces acurrucados en una esquina de la cubeta, temblando, por ver a su compañero devorado sin piedad.
Ella sabía de sus sentimientos ,pero igualmente los ignoró y se fue a la habitación con la cama gigante.
Su nariz recibió el fuerte olor del hombre, Athan, al tocar las sabanas con su rostro, sonrió ante la fragancia viril y un pequeño gemido salió de sus labios. Respiro mas profundo y su cuerpo tembló por la bomba de olor que llenaba sus pulmones.
"Mío...quiero hacerlo... mío" pensó mientras que se aferraba a las sabanas.
Ella no sabía, que los hombres eran parte importante para la vitalidad de una sirena, aún así, su cuerpo reaccionaba por ella llamando a sus arraigados instintos de, hacerlo, consumir todo del hombre. La necesidad de más; superaron las advertencias que Athan le había dado de no ir al pueblo.
Iría a buscarlo, eso es lo que su cuerpo quería.
Se levantó y salió a la sala en busca de la cazadora ,la tomo y salió en busca de Athan.
El olor de Athan mostró un camino sólo visible para ella, como una estela brillante.
Salió del bosque y encaró la enorme entrada de piedra del pueblo. Grabado en la piedra mas alta, fue grabado el nombre del lugar "Dhyste", impresionada por la cantidad de personas de todo tipo y olores, siguió el camino hasta Athan.
Hábilmente paso entre las personas, que iban y venían ,con cestas ,cajas y bolsas. Estaba en el centro del pueblo, y aún no encontraba a Athan.
Miro desesperadamente ,pero ningún rostro era el de Athan. Cansada de buscar ,se sentó en la fuente en el centro de la plaza del pueblo. Decaida y triste.
-¿Donde estas?
-¿Quien?
La voz repentina y conocida la sorprendió ,volteo hacia el y la alegría la llenó; los ojos grises y cejas gruesas mostraron rendición.
No le pareció tan ajeno el hecho que ella se apareciera allí.
-Te dije que no vinieras ,¿Que haces?
-Te buscaba, me cansé de esperar.
Su ceja derecha se alzó burlonamente
-hoo..esta bien. Intentaré regresar mas temprano, al atardecer ¿Que te parece?
La sirena hizo un puchero y se lanzó a el, Athan dio un respingo por el repentino contacto.
-oye... andas en ropas menores ,mejor antes de que regreses, te compraré ropa. Ven
La llevo de la mano hasta una tienda de ropa cercana.
Golpeó su cuerpo contra la espalda grande y musculosa de Athan cuando se detuvo en seco al llegar a la tienda.
Sus pasos eran un poco torpes, no estaba acostumbrada a caminar aún, sobretodo trotar. Que fue lo que tuvo que hacer para seguirle el paso a Athan.
-Madam Othis hoy compraré un vestido
-Oh querido, por fin sentaras cabeza ¡enhorabuena!
La mujer con cabello extravagante golpeteó sus palmas y miro atentamente a la señorita que acompañaba al bárbaro. Sonrió calidamente.
-Hola señorita, veo que te haz apiadado de este pobre e insufrible hombre ,te daré mi mejor vestido como agradecimiento. Ven
La sirena la vio con desconfianza y mal humor, el trato que ella le daba a Athan no le agradaba.
El le dio una mirada alentadora para que no se preocupara demás, tenía que actuar bien delante de el y no hacer ninguna estupidez; por lo que a regañadientes siguió a la mujer.
Al pasar el marco de la puerta ,un fuerte olor a tela vieja golpeó su nariz. En comparación a un lugar cuadra
ático tenía forma circular ,y vestidos la rodeaban completamente ,tendidos en ganchos de madera de todo tipo: largos, cortos, abrigados o frescos, de diferentes colores y texturas.
-Esta semana comienza la temporada fría. te daré un vestido para andar en casa y otro para salir.
En ambas manos colgaban vestidos, en su derecha ,se encontraba uno ligero de color perla, con una textura suave al tacto. A la izquierda ,era un vestido cargado ,para abrigar y útil para toda ocasión. Podía usarlo para salir tanto día como de noche, en el clima frío que se acercaba.
El rostro de la vendedora mostraba lo que realmente sentía, a los clientes desagradables o que no le caía bien no los atendía adecuadamente y mucho menos mostraba la calidez y sinceridad con la que miraba a aquella chica de cabellos negros azabache. Se acercó a ella y le tendió el vestido para salir.
-Vístete aquí, saldré para empacar este vestido.
Cuando se acercaba al marco de la puerta, una mano la agarró de la muñeca obligándole a parar.
-¿Si querida?
-Quiero ponerme ese
-Pero si este es para estar dentro ¡te congelarás!
El clima no era un problema, solo quería tener en su cuerpo la calidez y escencia que le brindaba la cazadora de Athan. Pero eso no lo sabía Madam Othis.
-Me pondré encima esto.
Señaló la cazadora que traía puesto.
-Será suficiente para cubrir mi cuerpo desnudo.
No dio vueltas al asunto y le dejó en claro que quiere el vestido sin importar que, Madam Othis asintió complaciente y suspiro.
-Pequeña tienes carácter.
Salió con el otro vestido y dejo el que quería, en las manos de la chica extrañamente terca.
Se quitó la cazadora y con tan sólo dos movimientos el vestido se deslizó en su esbelto cuerpo y quedó a la perfección. Y como dijo, encima se puso la cazadora.
-¡Oh! casi lo olvidaba, ¡junto a la butaca de roble están las zapatillas a juego para el vestido!
La voz de Madam Othis resonó en la tienda avisando el detalle que había faltado en mencionar.
Miro la butaca de roble que señaló Othis y se las coloco. Al salir de la habitación circular, Athan la observo de arriba a bajo y le regaló una sonrisa totalmente de acuerdo.
-Ahora estas mejor mi dama
-Muchas gracias Athan
Se dirigió a el y atrapó su brazo para apegarse a el ,mientras miraba fulminante a Madam Othis que se había quedado unos minutos a solas con el.
-Agradecido con su atención Othis ,antes del atardecer vendré con la paga.
-No te preocupes, podrás ser un hombre malo para tus empleadores y objetivos, pero fuera de ese sucio trabajo eres honesto. Y como me trajiste a la señorita ,te daré un descuento. No sabes cuán alegre se a puesto esta anciana con su llegada.
Una mueca burlona se mostró ante las palabras de Othis ,que de alguna forma, le parecían a Athan muy familiar.
-Deja el sentimentalismo y ve de una vez con tu esposo, Adiós.
Dijo en broma; y una risa sonora se escucho tras de ellos.
Al salir de la tienda el frío se sintió más fuerte en la piel de Athan. Su aliento era un poco visible ,cosa que la sirena a su lado miraba atentamente.
Deseaba ser el aire para mezclarse con su aliento.
El, al sentir la fuerte mirada de ella ,volteo a sus ojos oscuros y reflejarse en ellos. La comisura de sus labios se levantaron un poco, al notar que aquella mujer que vio en el lago mostraba un extraño apego pasional.
El perceptivo sexto sentido le avisaba que sus probabilidades de hacerla suya eran positivas.
-Sabes el camino de vuelta ¿cierto?
Preguntó para asegurarse y un torpe asentimiento fue su respuesta.
-Regresa, como te dije estaré allí antes del atardecer, espérame.
Su mano tomó su mejilla y acarició de la manera mas delicada, para no maltratar su piel con sus dedos callosos.
Y así fue su despedida, aún se mostraba poco complacida de separarse por mas horas de el, pero decidió esperarlo como dijo; podría llevárselo una vez estén en la cabaña.
Su instinto decía que se acercaba el momento.
Se separó de el y dio la vuelta sin mirar atrás.
El la observaba con deseo mientras el pequeño cuerpo desaparecía en la multitud.
El atardecer llegó y como prometió ,llegó a la cabaña donde la sirena lo esperaba en la sala sentada frente a la crepitante chimenea; un ambiente pesado se acentuaba a medida que sus respiraciones se enlazaban. Athan se acercó y sentó al lado de ella. Relajó sus pies encima de la mesa pequeña de roble, y dio un gran suspiro.
-De verdad me haz hecho apresurarme en el trabajo, sus gritos fueron mas cortos de lo normal.
Dijo mas para si mismo. La sirena a su lado no entendía del todo lo que era mercenario, pero si sabia que apagaba las almas de los humanos. Un olor a sangre brotaba de las manos grandes y gruesas de Athan, ella al verlo perdido en sus pensamientos sopló su oreja.
Sus miradas se encontraron, era el momento que estaba esperando.
-Me disculpo señor, he sido insolente al obligarlo que se apresure en su trabajo. Ruego que acepte mi disculpa, puedo acompañarlo a una noche relajante si quiere.
Quería llevarlo al lago, ese era su intención, una vez allí lo llevaría a lo profundo junto a ella. Sus labios sentían un leve cosquilleo "Besalo...así puedes llevarlo....Besalo" es lo que decía su instinto.
Mientras ella sentía aquellas sensaciones ,el la miró escudriñando cada rincón de su rostro, contemplando esa cegadora belleza que a el le excitaba. Su mano tomó el rostro de la sirena y ella, correspondiendo a las sensaciones que estremecía su cuerpo, pero sus labios a los de el. Una fuerte ola de calor inundó sus cuerpos, en un beso hambriento bailaban una danza hacia la pasión.
El la levanto y colocó en su regazo ,agarrando sus glúteos suaves y esponjosos con fuerza, que provocó un gemido ahogado en ella. Y para corresponderle, los brazos delgados de la sirena lo cubrió con desesperación.
"Mas mas mas mas mas mas" la cabeza y corazón de ella gritaban y golpeaban con ese deseo.
Por otro lado, el tenía pensamientos iguales y como si supiera exactamente eso la levantó, sin problemas y la llevo a su habitación.
La dejo caer suavemente y se quito la camisa y los zapatos, ella al ver su cuerpo esbelto y caliento al tacto. Lo empujo de nuevo a ella y metió su lengua en lo mas profundo de la boca de Athan. El estaba mas que complacido por lo hábil y honesta que era ella ante ésta situación, se emocionó aún más y deslizó al fin, el vestido que compro hace unas horas para ella. Sus manos tomaron con destreza los senos de ella y gimió fuerte.
La habitación estaba húmeda y fría ,los gemidos sonaban por todo el cuarto, sin nada mas que ellos solos ,perdiéndose en el placer.
Cuando estaban completamente desnudos ,el jugó con su miembro en la húmeda entrada de ella, acariciando rítmicamente su clítoris, que palpitaba al igual que su virilidad. Ella seguía perdida en besos, mordidas y chupetones ,ambos se marcaban entre sí. Con intenciones de apropiarse del otro, aunque ellos no sabían exactamente que pensaban lo mismo.
Athan estaba siendo lo más delicado posible ,sabia que ella era virgen por su entrada tan estrecha. Luego de jugar un rato con los pechos de la sirena bajo lentamente con besos y lamidas por el abdomen definido de ella, un olor cítrico como el de la naranja emanaba del cuerpo de ella. Por pura casualidad. Era la fruta favorita de el. Llegó a su pálida rosa y con su dedo pulgar acarició suavemente un labio. Ella gimió y se retorció en las sabanas.
- Haré que te sientas mucho mejor, espera...
Ella no tenía nombre, eso fue lo que le dijo a el cuando se encontraron. Quería llamarla por su nombre en este momento, que tanto estaba disfrutando.
Mientras tocaba la flor húmeda de ella, con la otra mano el se autocomplacía -Quiero llamarte ,pero no tienes nombre....¿ Puedo darte uno?
Los gemidos de la sirena pararon un poco y volteo hacia el.
-¿Sirena no es suficiente?
-No es tu nombre ¿no?
-No lo sé, se que no me llamo así pero se que soy una Sirena
-Creo que es el nombre de tu especie
-No...ah....lo sé mmh sólo Llámame como quieras
-Calista ,te llamaré Calista
Al pronunciar el nombre por el que era llamada ,su vista se posó en los ojos grises que estaban oscuros por un amor extraño. Se acercó a ella y la beso largamente.
-Calista, sé mía.
Y en un firme desliz, su miembro penetró sin vacilación en la rosa de ella, un fuerte grito de placer cubrió la cabaña. El cuerpo de Calista ,temblaba en éxtasis, en ningún momento pensó que esto podría hacerse con piernas humanas. Y con sus piernas, rodeó la cintura de el y lo atrajo mas adentro.
-¡Mmh!
-Te gusta ¿eh? esta bien
Fuertes golpes hacían eco en la habitación, anunciando a cada rincón que sus cuerpos se conectaban una y otra vez, las gotas de sudor empaparon las sabanas y sus respiraciones sincronizadas cubría la habitación de calidez.
Pasaron una y otra y otra vez rondas de sexo pasional y hambriento, sus cuerpos al final de la noche y con el primer rayo de sol pararon. Con sus pechos subiendo y bajando después de una noche entera de actividad física.
Calista posó su rostro en el pecho de el y respiro pesadamente.
-Estoy sorprendido, que estas despierta aún.
-¿No puedo estarlo?
-Claro que si, es obvio que tienen una energía envidiable.
-¿Porque querias darme un nombre?
-Decirte simplemente sirena sabiendo que no es tu propio nombre no me parecía adecuado, era como llamar a cualquier perro, perro por no saber su nombre.
-¿Que es un perro?
Athan sospechaba del origen de Calista desde el primer momento, sus movimientos en ese entonces eran de una persona confundida o perdida.
-Es un animal canino de cuatro patas, sirve para la caza ,o puede ser usado como mascota.
Explicó de la mejor forma que se le ocurrió. No estaba seguro de cuanto ella sabía del mundo. Y ella efectivamente, no reaccionó ante la descripción, si fuera un caso de amnesia temporal podría recordar un poco o mostrar que le hacía familiar la palabra. Ese no fue el caso, el ceño fruncido de Calista mostraba completa ignorancia en el tema. Pensó que tal vez fue confinada del mundo y luego botada, pero sólo era una idea vaga, no es siquiera posible.
Que a pesar de supuestamente haber estado encerrada hasta ahora, no conocer lo que es un animal.
-¿Que hacias antes de que nos encontráramos?
Preguntó con cautela
Calista se esforzó por recordar mas allá de lo que había vivido, pero no había nada que recordar. Hasta ahora, se ha guiado y actuado según sus impulsos y sentidos, que eran más fuertes cuando estaba al lado de el. Su corazón se agitaba fuertemente, como si quisiera salir de su pecho y tomar el de Athan. Hacerlo parte de ella.
Como no necesitaba mentirle, que era lo que sus instintos le decía, habló todo lo que paso.
El rostro de Athan mostraba confusión y sorpresa, el de cierta manera no estaba tan equivocado al pensar que ella era de una nueva especie. Las probabilidades de que sea cazada era altas si se llegaba saber de su existencia. Una fortuna venia de la mano con ella. Sin embargo, el tiempo que pasaron juntos hasta ahora cambió su ambición por el dinero a querer protegerla.
No tenía razones para buscar mas de lo que tenía, era feliz y vivía cómodamente con sus ganancias actuales.
Y ella ,que lo miraba atentamente tratando de adivinar sus pensamientos,ya que el repentinamente dejo de hablar, pero el olor de el se hacia cada vez mas fuerte a una mezcla de salado del mar y dulce del lago. Aunque su corazon feliz le decía que ya estaba listo, su mente le decía que no debía seguir su corazon tontamente.
Dentro de su cuerpo, batallaba la razón que iba junto a los sentimientos humanos, persuadido por los momentos junto a el contra su corazón de sirena ,que amenazaba y la hacia actuar con impulsos. Como si fuera su deber ,de vida o muerte, seguir sus instintos y sentidos de sirena.
No sabía que dentro de ella ese conflicto la llevaría a su fin.