Los dos expertos no podían entender, pero cuando vieron las fórmulas complejas y ordenadas en el suelo, quedaron asombrados. ¡Había un maestro en esta aldea!
—¿Quién escribió estas fórmulas en el suelo? —preguntó uno de los expertos, lleno de emoción. Quienquiera que tuviera tal base en matemáticas y conocimiento de física definitivamente no era una persona ordinaria.
El Jefe del Pueblo Qi escuchó esto y soltó una risita mientras presentaba:
—¡Esta es la tía Wang, ella solía ser profesora en el Departamento de Matemáticas en la Universidad de la Ciudad de Nan!
La profesora Wang estaba cerca con una sonrisa tranquila, observando el agua rociar.
—¡Hola, hola! —La profesora caminó rápidamente hacia adelante, extendiendo ambas manos, queriendo dar un apretón de manos a la profesora Wang.
¡Era un talento que habían enviado al campo!
Bueno, dejando otras cosas a un lado, pero juzgando por los conocimientos en el suelo, ¡la profesora Wang era más hábil que ellos!
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