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"El día el cual me arrebataron mi vida como un extra"

[Antes de empezar, tienes que saber que el personaje es Minoru y no Cid Kagenou, ya que en este fic el no murió para reencarnar, pero igualmente utilizaré Cid Kagenou porque se me hace más cómodo. Ahora sí, prosigue con la historia :) ]

Quería convertirme en el ser más poderoso de este mundo, anhelaba un poder que superara las limitaciones humanas que me ataban.

Mi determinación me impulsó a entrenar incansablemente, pero incluso con mi dedicación inquebrantable, comprendí que como un ser humano normal y corriente, las probabilidades estaban en mi contra.

No importaba cuánto me esforzara, no podría vencer a una pandilla de 100 personas sin algún tipo de ventaja.

Me di cuenta de que para superar tal desafío, necesitaría un arma, ya sea una pistola o un arma blanca. Pero incluso con un arma en mano, me pregunté: ¿Qué sucedería si esos 100 hombres estuvieran igual de armados que yo? La perspectiva se volvía aún más sombría.

En ese escenario, la verdad era innegable: sin ninguna ventaja, sería imposible vencerlos. La batalla sería simplemente inalcanzable.

Claro, podrías argumentar que con un plan meticulosamente elaborado, podrías derrotarlos. Podrías emboscarlos, atacarlos por sorpresa o eliminarlos uno por uno. Pero incluso eso dependería de la situación, de la disposición de los factores y de la astucia de mis tácticas. La realidad era ineludible: el poder del ser humano, a pesar de todas nuestras aspiraciones y sueños, tiene sus límites.

La fragilidad de nuestra existencia se revelaba ante mí de una manera implacable.

No podemos aguantar una bomba nuclear, no podemos aguantar un disparo en la cabeza.

Esta cruda realidad se convirtió en una losa pesada sobre mis aspiraciones y esperanzas. Mis sueños, una vez llenos de ambición y determinación, se han desvanecido por completo en la cara de esta verdad implacable. La inmortalidad, la idea de ser invulnerable, y el deseo de ser el más fuerte del mundo para dominar por completo el destino por cuenta propia, se desvanecieron como sombras efímeras.

...

— Me preguntó. ¿Qué es lo que debería hacer? ¿Hay algo que me llame la atención lo suficientemente como para seguir viviendo?.

Miré hacia la mesa de mi habitación, en la cual había una carta.

— No sé por qué me enviaron esto, pero tal vez esté interesado en esta propuesta.

Ayer me llegó esta carta. La cual nombraba una escuela, llamada Koudou Ikusei, un lugar donde los genios y la élite se reúnen para ingresar al instituto, donde supuestamente si te gradúas en este te dan un beneficio del 100% de empleo asegurado, el que quieras.

Esto era completamente raro ¿Cómo te podrían dar este beneficio? Es imposible. Por ejemplo, en primera razón me han invitado... una persona que aunque es inteligente, fuerte y bueno en artes marciales lo ocultó... y nadie sabe sobre mis habilidades... Entonces, a lo que quiero llegar.

Soy un estudiante promedio a la vista de las personas, notas promedio, físico promedio. Y según esta escuela, si me gradúo ¿puedo elegir cualquier empleo? Entonces, aunque no tenga las aptitudes para ser un jugador profesional de algún deporte, ¿me podrían dejar entrar?

Si te lo pones a pensar hay algo que no cuadra del todo, claro esto puede que suene paranoico, pero si quiero averiguarlo debería entrar a esta escuela.

Pensé en mi mente antes de encontrar una respuesta.

— Bueno, no tengo nada más interesante que hacer. Total mis sueños se han ido... Tal vez pueda encontrar a gente capaz o al menos distraerme.

Suspiré tranquilamente y miré hacia la ventana, era un hermoso día. Los rayos del sol se filtraban a través de las hojas de los árboles, creando un patrón de sombras danzantes en mi habitación. La suave brisa mecía las cortinas, llenando la habitación con una sensación de serenidad. En ese momento, decidí que tal vez era hora de dejar de lado mis dudas y abrazar la posibilidad de algo nuevo.

— Supongo que entraré solamente por curiosidad.

Murmuré para mí mismo mientras contemplaba el paisaje exterior. La idea de aventurarme en lo desconocido me intrigaba. ¿Qué podría encontrar en esta escuela? ¿Qué tipo de personas conocería? ¿Serían tan extraordinarias como decían?

1 "Solo soy un extra"

Seguiré con mi farsa de ser un chico "extra" como lo hacía en la escuela. Siempre me gustó tener este tipo de actitud. Ver la expresión de desprecio de la gente al verme y que piensen cosas, como, "es un perdedor" o "es un pervertido" también salir con los más odiados del salón.

Así podrás conseguir una vida, como un extra...

Caminar por los pasillos de la escuela se había convertido en una actuación diaria para mí. Cada día, me ponía una máscara de indiferencia mientras observaba a mis compañeros de clase, esos rostros que me miraban con condescendencia y desdén. En sus ojos, yo era simplemente un espectador, un personaje secundario que no merecía más que un simple vistazo de desprecio. Y así, decidí abrazar mi papel de "extra", sumergiéndome en las sombras de la sociedad estudiantil.

Me gusta esa sensación donde todos piensen de ti, como una mierda. Cuando en realidad yo soy mucho mejor que ellos. En silencio, observaba sus interacciones superficiales y sus preocupaciones triviales.

Sabía que mi verdadero valor iba más allá de las apariencias. Mi mente estaba viva con pensamientos profundos y sueños ambiciosos que nadie podía comprender. Pero, en lugar de mostrarles mi verdadero yo, prefería dejar que me subestimaran, disfrutando del poder que tenía sobre ellos al jugar a este juego.

Y actuar como un héroe enmascarado y ayudar a personas que realmente lo necesitan.

En las noches, cuando el mundo estaba envuelto en silencio y las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia, me sumergía en fantasías de ser un héroe enmascarado. Visualizaba escenas donde, lejos de las miradas de desprecio, me convertía en el defensor silencioso de los necesitados.

Imaginaba las sonrisas de gratitud en los rostros de las personas a las que ayudaba, los susurros de esperanza que se elevaban en la noche mientras yo, oculto en las sombras, extendía mi mano para ofrecer ayuda.

Actuar en las sombras... Eso es lo que quiero...

La idea de actuar en las sombras me fascinaba. Allí, podía ser mi verdadero yo, sin el peso de las expectativas ajenas. En la oscuridad, encontraba una libertad que no existía en la luz del día. La posibilidad de ser un héroe desconocido, de hacer el bien sin esperar reconocimiento, me llenaba de emoción. Las sombras se volvían mi aliado, ocultando mi identidad mientras yo me aventuraba en el mundo para marcar la diferencia.

En el fondo de mi ser, sabía que este deseo de actuar en las sombras iba más allá de una simple fantasía. Era una necesidad, una pulsión que me empujaba hacia algo más grande que yo mismo. Quiero ser un extra en la película de la vida, pero a la vez ser el protagonista de mi propia historia.

2 "Koudou Ikusei"

Habían pasado meses desde que decidí enfrentar mi destino en el instituto de Koudou Ikusei, y finalmente, el día esperado había llegado. Las semanas previas estuvieron llenas de ansiedad y preparativos, con entrevistas y exámenes que, de alguna manera, definirían mi futuro en esa nueva etapa de mi vida.

La tensión en el aire era palpable cuando me hicieron someterme a la entrevista y los exámenes.

Durante las pruebas, me mantuve en un estado de normalidad, ni sobresaliendo ni fallando miserablemente. Sin embargo, fue durante la entrevista donde mis nervios traicionaron mi deseo de parecer confiado y seguro.

Me esforcé por mantener una conversación, pero las palabras parecían atragantarse en mi garganta, y mi ansiedad se filtraba a través de cada gesto y titubeo. La entrevistadora, con sus miradas de desprecio, dejó en claro que no estaba impresionada. Parecía ver a través de mi fachada de chico "extra", revelando mi inseguridad interior.

Pero hoy, todo eso era pasado. Ahora, de pie en la parada del autobús, podía sentir la emoción y el miedo entremezclados en mi pecho mientras esperaba abordar. Las manos me temblaban ligeramente mientras el autobús se acercaba, como si mi cuerpo estuviera sintonizado con mi inquietud interior.

Finalmente, el autobús apareció a lo lejos, su motor zumbando con fuerza mientras se acercaba hacia mí. Con un suspiro nervioso, me levanté y caminé hacia la puerta delantera, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Subí las escaleras del autobús y busqué un asiento vacío. Mis ojos recorrieron el interior del vehículo, buscando un lugar donde pudiera sentarme y relajarme antes de llegar a mi destino.

Mis ojos se posaron en una señora amable que, al parecer, estaba a punto de bajarse en la siguiente parada. Con gratitud, esperé pacientemente a que se levantara. Finalmente, llegó el momento y ella se puso de pie, dejando el asiento libre para que yo ocupara. Agradeciéndole con una sonrisa nerviosa, me dejé caer en el asiento, sintiendo un suspiro de alivio escapar de mis labios.

— Pensé que no iba a conseguir un asiento.

Mientras el autobús seguía avanzando por las transitadas calles, mis ojos se quedaron fijos en el paisaje en constante cambio fuera de la ventana. Observé cómo la gente entraba y salía, cada una con su propia historia y destino.

Algunos parecían estar apurados, probablemente corriendo hacia alguna cita importante, mientras que otros parecían estar sumidos en sus pensamientos, perdidos en el mundo que los rodeaba. Era fascinante para mí, observar a las personas en su rutina diaria, cada una con su propia vida, sus propios problemas y alegrías.

El interior del autobús permanecía sumido en un silencio apacible que me resultaba reconfortante. Siempre había apreciado la tranquilidad del silencio, un oasis de calma en medio del bullicio del mundo exterior. A veces, sin embargo, me gustaba romper esa quietud con música, por eso llevaba mi confiable reproductor de MP3 en el bolsillo, preparado para llenar mis oídos con melodías en caso de que necesitara un escape de la realidad que me rodeaba.

Mi mirada se desvió hacia un chico rubio que estaba sentado en el asiento para mayores. Observé cómo se acomodaba despreocupadamente, sin mostrar ningún interés por su entorno.

Había una señora de edad avanzada de pie cerca de él, claramente necesitada de un asiento, pero el chico no mostraba ningún indicio de querer cederle su lugar.

Me pregunté brevemente por qué la gente podía ser tan indiferente a las necesidades de los demás, aunque pronto me di cuenta de que yo tampoco estaba dispuesto a dar mi asiento en ese momento.

De repente, como si sintiera mi mirada, el chico rubio me observó de reojo y esbozó una sonrisa mientras se miraba en un pequeño espejo que sacó de su bolsillo.

Era un gesto extraño y me hizo preguntarme qué pensaba este chico.

Llevaba el uniforme de la escuela, lo que indicaba que era un estudiante nuevo, al igual que yo. A pesar de su aspecto, no estaba seguro de si era alguien "extra" o no, pero decidí no acercarme a él.

Hablarle podría comprometer mi actuación, y yo no estaba dispuesto a dejar que eso sucediera.

Decidí apartar mis pensamientos y concentrarme en la sensación de paz que sentía en ese momento. Inspiré profundamente, disfrutando del aire tranquilo del autobús y murmuré para mí mismo:

— Esto sí es paz.

Estaba a punto de cerrar los ojos para descansar cuando una voz rompió el silencio que había disfrutado hasta ese momento.

— ¿Podrías ceder tu asiento? Está señora quiere un asiento.

Dijo una señora que estaba preocupada y quería ayudar a la pobre anciana.

Abrí mis ojos, ya que había pensado que me lo habían dicho a mí, pero para mí suerte le estaban hablando a mí querido amigo desconocido rubio.

— Eso es una pregunta loca señora.

Está conversación no me importa en lo absoluto... y sacaron mí momento de tranquilidad.

Suspiré para mis adentros. Agarre mí MP3 y me puse los auriculares en mis oídos, para no tener que escuchar la situación del autobús.

Pronto empecé a escuchar música. Mis ojos se cerraron.

3 "nuevos amigos"

Después de un tiempo, abrí los ojos lentamente, observando el paisaje familiar que indicaba que estábamos a punto de llegar a nuestro lugar de origen, la escuela Koudou Keisei.

Mi mirada se desvió hacia Rubio-kun, quien parecía haber ganado la disputa, ya que todavía estaba sentado en su asiento, imperturbable ante la situación. Me puse de pie y, a medida que nos acercábamos, divisé la silueta distante de la escuela. La emoción y el nerviosismo se mezclaban dentro de mí; supongo que trataré de pasarla bien, al menos eso espero.

Cuando las puertas del autobús se abrieron, salí y respiré hondo para calmar mis nervios.

— Este día será duro.

Pensé para mí mismo, mientras me preparaba mentalmente para lo que vendría. Mi objetivo era encontrar personas en mi clase, aunque preferiblemente quería encontrar a los pervertidos, los odiados socialmente o aquellos sombríos a los que nadie quisiera acercarse. Para conseguir mí fachada de un "extra"

Estaba a punto de dirigirme hacia la entrada del instituto de élite cuando escuché la voz de una chica rompiendo el silencio. Curiosa, giré la cabeza para averiguar de qué estaban hablando.

— Espera un segundo.

Dijo una chica pelinegra bastante linda, llamando la atención de un estudiante de pelo castaño con una expresión verdaderamente sombría. La mirada firme de la chica contrastaba con la sombría del chico.

— Me miraste hace un rato. ¿Por qué?.

Preguntó ella, su tono firme denotando una cierta incomodidad en la situación.

— Lo siento. Estaba un poco interesado. Cualquiera que sea la razón, no tenías ninguna intención de dar tu asiento a la anciana, ¿verdad?.

Respondió él, con una actitud defensiva.

La discusión entre ellos me intrigó; el chico encajaba perfectamente con las características que había anotado anteriormente. Parecía sombrío y distante, pero también podía sentir una especie de tristeza en su mirada. Aunque sus aptitudes coincidieran con lo que buscaba, decidí alejarme por el momento. Quién sabe, tal vez solo había tenido un mal día y no tenía ganas de socializar.

Con este pensamiento en mente, decidí retomar mi camino hacia la entrada del instituto.

— Tengo que ir hacia la ceremonia de entrada.

Esto es bueno, voy a poder ver a los estudiantes de mi clase y entonces podré ver claramente quién podrá ayudarme con mi propósito, de ser un simple "extra".

Claro seguro que haré algo de revuelo en la escuela, voy a adentrarme en las sombras, para que nadie piense de mí como alguien increíble.

Al seguir caminando con mi tren de pensamientos en mente, sin darme cuenta ya había llegado a mi destino, los estudiantes llegaban y formaban una fila en sus respectivos puestos.

Yo era de la clase D así que me uní en la fila junto a mis futuros compañeros, observando con astucia a las chicas para recopilar información que pudiera usar en conversaciones pervertidas y así ganarme aún más desprecio por la gente que me rodeaba.

Mi mirada escrutadora se desplazó por el grupo, buscando a personas que seguramente serían los más odiados de la clase.

Finalmente, mis ojos se posaron en un chico de estatura baja, su cabello castaño contrastaba con sus ojos marrones mientras hablaba animadamente con otro chico de estatura media, cuyo cabello negro y ojos rojos resaltaban en su rostro. Intrigado por su actitud, me acerqué sigilosamente para escuchar su conversación.

— Oh, amigo, esto es increíble, mira todas las chicas. ¡Esto sí que es una escuela de élite! —exclamó el chico de cabello castaño, emocionado por la presencia de las chicas a su alrededor. Pronto, su compañero se aprestó a responder.

— Sí, esto es asombroso. Pero no hay nada que El Gran Yamauchi no pueda seducir -dijo el otro chico con una confianza desmedida en sí mismo.

Al escuchar sus palabras, mi mente formuló una conclusión inmediata:

— Pervertidos

Pensé para mí mismo, reconociendo que estos chicos encajaban perfectamente en mi plan para encontrar a los más despreciados de la clase. Sin embargo, mientras observaba su amistad florecer tan rápidamente, surgieron una serie de preguntas en mi mente.

¿Cómo se habían vuelto amigos tan rápidamente? ¿Había alguna conexión especial entre ellos o algo más extraño en juego? No, esa línea de pensamiento parecía demasiado retorcida y la descarté de inmediato. Decidí ignorar mis pensamientos anteriores y centrarme en mi objetivo.

Con la certeza de que estos chicos probablemente serían los más odiados del curso en el futuro, me preparé mentalmente para dirigirme hacia ellos y entablar una conversación.

— Hey, ¿cómo están? Parece que va a empezar la ceremonia. ¿Están emocionados?

Pregunte con un poco de emoción en mi tono.

— Oh, sí estamos bien.

— Sí, supongo que lo estamos.

Veo, parece que mi aparición repentina les hizo sentir incómodos por su conversación anterior. Pero tengo una idea para esto.

— ¿Vieron a las chicas? son increíblemente lindas, esa chica de pelo azul está increíblemente buena ¿vieron esos melones?

Los chicos se miraron entre sí y sonrieron.

— Eres uno de los nuestros. Nos vamos a llevar muy bien. Me llamo Ike kanji y a mi lado está Yamauchi Haruki.

— Un placer nuestro gran amigo del alma. Vamos a disfrutar de nuestra escuela de ensueño!!!

Al parecer funcionó mi plan...

— Siiiii!!!

Los tres gritamos y levantamos el puño hacia arriba.

Nuestros compañeros de clase nos miraban extrañados, las chicas nos miraban con desprecio, había una chica que parecía no importarle mucho, parecía socialmente buena y posiblemente se convirtiera en la popular de la clase. Tal vez podría confesarme hacia ella que esta me rechace, así poder mantener aún más mi personalidad de personaje "extra"

— Oh, se me olvidó presentarme, soy Cid Kagenou, espero pasarla bien con ustedes.

Antes de que siguiéramos conversando escuchamos una voz proveniente del escenario.

— Muy buenas estudiantes de Koudou Keisei, me alegra que hayan decidido querer ingresar a nuestras instalaciones. Primero que nada me gustaría dar un discurso para adentrarnos al nuevo entorno.

El presidente de la escuela, según recuerdo apellidado Sakayanagi, parecía alguien serio e inteligente, pero su conversación se estaba poniendo pesada.

...

Al fin terminó esa basura de discurso, no me gustó para nada. Fue realmente aburrido.

— Pensé que me iba a dormir con tan solo escucharlo.

— Tu lo has dicho Ike.

Lo único que pude hacer fue asentir a sus comentarios, no voy a hablar del tema con las personas, pero sí que fue aburrido.

Los tres fuimos juntos hacia nuestra clase.

Cuando llegamos vimos un cartel que indicaba que este era el aula de la Clase D, donde pasaremos los siguientes 3 años en estas instalaciones juntos como compañeros de clase.

Busqué mi asiento y sorprendentemente estaba delante de Ike y Yamauchi. Parece que la suerte está de mi lado.

— Es increíble, que estemos juntos. Ahora podremos hacer planes malvados.

Yamauchi se estaba frotando las manos, mientras dijo eso.

Parece que realmente elegí bien con quién juntarme, son lo peor de lo peor.

La gente estaba empezando a hacer sus círculos de amigos.

Miré hacia mi alrededor y había 3 personas exactamente las cuales no estaban pidiendo conseguir hablar con alguien. Podría apuntar a hablar con ellos, estos son probablemente las personas menos sociables del salón.

Y de vuelta había visto al chico de cabello castaño, solo, con la misma cara sombría. Ese será mi próximo objetivo. Pero por ahora debo mantenerme tranquilo y encontrarlo "intencionalmente".

Sacándome de mi tren de pensamientos escuché la puerta abrirse.

Había entrado una mujer de apariencia de unos 25 años, probablemente nuestra profesora de Aula.

— Ahem, buenos días estudiantes. Mi nombre Chabashira Sae y estoy a cargo de la clase D este año. Enseño historia japonesa. Esta escuela no cambia las clases cada año, por lo que en los próximos tres años, espero conocerlos a todos. Saludos. Aunque la ceremonia de entrada será en el gimnasio en una hora, voy a distribuir la lista de reglas especiales y la guía de matrícula.

[Voy a resumir, no es necesario escribir las mismas reglas de siempre...]

Nos dieron una tarjeta de identificación y 100.000 puntos, lo cual cuando la profesora lo mencionó muchos estaban felices y querían salir y comprar ya.

También me llamó la atención, cuando enfatizó que está asignación de puntos de 100.000 será "este mes" y que probablemente no recibamos esa cantidad de puntos.

Pero bueno, no es importante. Lo importante es mantener mi máscara colocada.

— Parece que nadie tiene preguntas. Pues bien, por favor, lleven una buena vida estudiantil.

Muchos de los compañeros de clase no pueden ocultar su sorpresa por la cantidad de subvención.

— Oye, oye~, ¿no quieres ir a ver esas tiendas? ¡Vamos de compras!

— Umm. Con tanto dinero, podemos comprar cualquier cosa. Es genial que haya entrado a esta escuela~.

Después de que la maestra salió del salón, los estudiantes, que recibieron una gran cantidad de dinero, estaban inquietos.

— Todos, ¿pueden escucharme un momento? Un estudiante que tenía el aire de un hombre joven levantó la mano y habló. Su pelo no está teñido y parecía un estudiante de honor. Tampoco parecía delincuente.

— A partir de hoy, estaremos en la misma clase por los próximos tres años. Por lo tanto, sería genial si todos pudiéramos presentarnos y hacernos amigos. Todavía tenemos tiempo hasta la ceremonia de entrada, ¿qué les parece? Oh... dijo algo asombroso. La mayoría de los estudiantes no encontraba palabras que decir.

— ¡Estoy de acuerdo! Después de todo, no sabemos nuestros nombres, mucho menos nada acerca de nosotros.

Parece que nos vamos a presentar ¿Qué debería decir para quedar en ridículo?

Los estudiantes seguían presentándose hasta que llegó mi turno, decidí hacer una presentación sombría.

— ¿Huh? ¿Me toca a mí? Bueno, soy Cid Kagenou... Me gustan las mujeres... Y las novelas visuales... Un gustó conocerlos...

Hoy en día las novelas visuales están estereotipadas, como, solamente en eroges así que pensaran que soy sombrío y pervertido. Soy un genio...

La clase se silenció. Hirata no sabía muy bien qué decir, pero procedió a aplaudir. Las chicas solo me miraron con desprecio y no sacaron sus manos del bolsillo. Simplemente perfecto.

Al terminar las presentaciones nos fuimos a comprar, Yamauchi, Ike y yo nos fuimos a comprar una consola. Gastamos 30.000 PP en ella.

Tendré que encontrar alguna forma de ganar puntos, sino me quedaré sin nada, con este par descerebrados.

4 "La confesión"

Estábamos en la cafetería comiendo, hasta que escuchamos una hermosa voz.

— Hoy a las 5 pm en el gimnasio número 1, habrá una feria de clubes. Para aquellos interesados en los clubs, por favor vengan al gimnasio número 1. Repito, hoy-

Ayer nos hicimos amigos de Sudou, así que probablemente vayamos a la feria, Sudou quiere anotarse en el club de básquet y Yamauchi e Ike quieren conseguir una novia.

— Oye vamos a la feria quiero ir a ver a chicas lindas

Yamauchi estaba realmente emocionado e Ike lo acompañaba. Parece que acerté, aunque no era muy difícil.

— Si vamos!!!

Respondí hacia ellos dos, Sudou venía con nosotros.

Nos adentramos en la feria de clubes. Pasó el tiempo y vimos al presidente del consejo estudiantil, puedo decir que fue muy interesante verlo.

Hablamos de lo terrorífico que fue antes de encontrarnos con dos caras conocidas y Sudou comenzó la conversación.

— Oh, Ayanokouji-kun. ¿También viniste?

El chico de pelo castaño que quería empezar a hablarle, lo encontré casualmente. Estaba a su lado con la chica que discutió antes de ingresar al instituto ¿Qué cosas? ¿No?

— ¿Qué es esto, tres personas? Parece que ustedes se llevan bien.

Sintiéndome un poco celoso, llamé a Sudou.

— ¿También estás pensando en unirte a un club?

— No, sólo estaba mirando. ¿Eso significa que pensaste en unirte a un club?

— Sí. He estado jugando al baloncesto desde la primaria. Creo que seguiré aquí también.

— ¿Y qué hay de ustedes tres?

Ayanokouji nos preguntó.

— Solo vinimos porque parecía divertido y emocionante. También esperaba que ocurriera algún tipo de encuentro fatídico.

— ¿Qué demonios? ¿Qué quieres decir con un encuentro fatídico?

— Mi primer objetivo es tener novia. Así que esperaba que ocurriera un encuentro fatídico aquí.

Supongo que debo decir algo parecido.

— Yo estoy pensado en confesarme a la chica más linda de la escuela.

Dije tranquilamente. Vi las miradas de sorpresa de mí grupo.

— Espera, no te confesaras a Kushida-chan, sobre mí cadáver.

Yamauchi dijo con una pose Heroica, como si fuera un dios.

— Bueno, no se a quien me confesaré, pero ya veré.

Ike se había acordado de algo.

— Ayanokouji quieres unirte a nuestro grupo de chat para los hombres. Es muy conveniente.

Este aceptó. Intercambiamos nuestros números y nos fuimos.

...

Habían pasado 4 días y faltaban 2 para que la clase de natación llegará.

Pero hoy tenía planeado una cosa. Mí confesión estaba apunto de llegar.

Los hombres hicieron una lista de las chicas más hermosas de la escuela, la cual votaron todos los chicos de los 3 años.

Vi la lista y fue la siguiente:

===

Las chicas más hermosas:

1. Fuka kiryuin

2. Ichinose Honami

3. Kushida Kykyo

4 ...

...

===

Les había avisado a Ike y a Yamauchi que me confesaría a Kiryuin Fuka, que le había dicho que viniera.

— Amigo, estás completamente loco. ¿Cómo te vas a declarar? Ni una sola vez le has hablado -dijo Ike, tratando de razonar conmigo, aunque su voz sonaba como si estuviera tratando de ahogar la risa.

— Déjalo, Ike, es un verdadero héroe -intervino Yamauchi, haciendo un gesto exagerado como si estuviera pronunciando palabras de sabiduría ancestral.

Shinohara, siempre sarcástico, soltó una risa burlona, como si estuviera viendo una comedia romántica.

— Como si alguien te quisiera tener de novio.

Decidí ignorar a Shinohara y me encaminé hacia el lugar donde le había dicho a Fuka que nos encontráramos. La brisa fría de otoño soplaba mientras esperaba, sabiendo muy que estaba a punto de hacer el ridículo más grande de mi vida.

También está la opción de que Kiryuin no venga y me deje aún más en ridículo.

Pero para mi asombro, la chica de pelo plateado apareció, mirándome con curiosidad. Kiryuin Fuka, la más hermosa del año, estaba frente a mí, esperando a que yo hablara.

Tuve que reunir todo el coraje que tenía para confesarme, tal como lo había planeado la noche anterior. Tragué saliva, y balbuceó nervioso, mis palabras tropezándose entre sí.

— Um, Kyryun, tengo algo que necesito... eh, decirte.

Tartamudeé, mi voz temblando como una hoja en el viento.

Ella arqueó una ceja, expectante, como si ya supiera lo que estaba por decir.

— ¿Sí? Adelante, Cid. Estoy escuchando -dijo, mostrando una sonrisa intrigante.

Me rascó la cabeza, sintiéndome como un niño atrapado con la mano en la galleta.

— Es que, uh, me pareces muy bonita y... M-M-Me G-Gustaría que saliéramos juntos. ¡¿Saldrías conmigo?! -

Balbuceé, y como si estuviera actuando en una obra de teatro, hice una reverencia exagerada, esperando una respuesta que probablemente sería un educado rechazo.

Pero para mi total incredulidad, en lugar de rechazarme, ella sonrió de forma misteriosa y dijo:

— Acepto tu oferta, Kagenou. Vayamos a una cafetería.

...

Espera...

...

Un momento...

...

¡¡¡¿QUÉ MIERDA?!!!

...

¿Que les pareció?

Este es un fic raro, que no se centrara en los "exámenes especiales" sinó que en ¿Romance? No sé quería hacer una escena parecida a cuando Cid se confesó a Alexis (para que lo rechazará) pero está aceptó.

También puede que esté sea el único capitulo o sino lo sigo, pero no tengo planeado que este fic dure más de 6 capitulos sinceramente...

También lo podría dejar como un One Shot o algo del estilo, pero dependerá de si tengo ganas de seguirla o no.

Pero en fin... Espero que te haya gustado y... Pues eso... Bye.

STsombracreators' thoughts