— Debería tener vigilancia. — Sentenció el arcángel Gabriel.
— Sigues con esas... — dijo su hermano Miguel aburrido del tema.
— Sí. No veo porque confía en ellos, sinceramente — dijo serio.— No son de fiar, son los mismos de antes, mudarse tras morir no nos garantiza su bondad, ¿porqué confía en que son unos santos? Es el objeto más antiguo que ha creado solo por puras reservas y aún y así el más poderoso de la historia del universo. — hizo una pausa.— Llegará el dia en el que se abrirá y entonces todos pelearán para conseguirla, y será tal el desastre que es posible que haya que sacarla del Corazón, y ya sabes que significa eso.
Su hermano permaneció callado, sabiendo que tenía razón, sabía que no serían capaces de resguardar el secreto mucho tiempo más. Lo que no sabía era que ese dia no estaba tan lejos como se pensaban.