—¿Tu tienes un cigarro? —Luo Yuan le preguntó al Comandante Xia. Aunque había dejado de fumar hace mucho tiempo y ya no era adicto a él, sentía la necesidad de fumar ese momento en particular.
El comandante Xia se quedó atónito por un momento. Dudó un poco, pero al final sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo. La caja era mucho más corta que la habitual y no tenía ningún logotipo de la empresa.
Luo Yuan lo miró y preguntó dudoso: —¿Es este un tipo especial de cigarrillo?
El comandante Xia no lo negó: —Podría decir eso. Pero no es lo que está pensando. Es un cigarrillo suministrado internamente. No se vende a forasteros. Es solo para personas que están bajo mucha presión o que enfrentan un gran peligro. ¿Quieres probar uno?
—Suena muy alto. ¡Yo también quiero probar uno! La gorda Xie dijo con entusiasmo cuando los escuchó.
El comandante Xia le arrojó uno. La gorda Xie cogió el cigarrillo y lo olió.
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