Capítulo II

Casi dos años...

Casi dos años fueron los que conviví con mi compañero Max, bajo la ciudad, yendo y viniendo robando los materiales de la zona de la ciudad con más riqueza.

En este tiempo logré constituir poco a poco mis partes del cuerpo, ahora soy un robot algo más grande y completamente blindado. También,

Hoy terminaría de construir el nuevo cuerpo de Max. Un diseño distinto al mío, pero igual de blindado.

Casi dos años junto a Max, me ha hecho quererlo como un hermano.

Él me ha enseñado mucho, yo le he enseñado a él, y hemos aprendido muchas cosas nuevas juntos.

La forma en la que fabricaron a Max es muy distinta a la mía, así que tardamos un poco en lograr hacer que Max controle el nuevo cuerpo.

Lo logré conectar al cuerpo, pero tenía que configurarlo.

Kan: ¿Ya? ¿ya puedes moverte?

Max: No se, ¿cómo se tiene que sentir poder mover los brazos?

Kan: Bueno, ahora te puedo escuchar al menos.

Aver espera...

¿Ahora?

Max logra mover los brazos agresivamente y también las piernas.

Se mueve brutalmente y trata de mantener el equilibrio.

Max de una manera alterada;

Max: ¡SI! YA ME MUEVO.

Kan: ¡BUENO QUÉDATE QUIETO!

Max para de moverse repentinamente y se tambalea levemente;

Max: K~kan, me caigo, ¡me caigo! ¡ME CAIGO!

Kan va rápidamente a salvar a Max de no besar el suelo;

Kan: ¡Te tengo! Te tengo.

Max: Kan, nose caminar.

Kan: Si ya vi.

Max: Parezco una abuelita.

Kan: Pasaste toda tu vida con ruedas, era algo obvio la verdad que pasaría.

Max pasó los siguientes días aprendiendo a controlar su cuerpo con ayuda de Kan.

Luego de tres días practicando a todas horas, Max ya lograba controlar su cuerpo a la perfección.

(La felicidad y emoción era notoria en ambos.

Luego de tanto tiempo de recolección y construcción, al fin eran dos robots completamente peligrosos. Y ya era hora de hacer justicia.)

Armamos un pequeño plan. Justo en la noche, Max se dedicaría a buscar ropa para ocultarse y buscar información de donde estarían en las próximas horas los chicos que lo desecharon sin empatía alguna.

Y yo, buscaría ropa, pero también armas de buen calibre.

En las primeras horas de la mañana nos volveríamos a ver en la base de las alcantarillas.

En la mitad de la noche, luego de tanto tiempo viviendo bajo los humanos, salí al exterior en medio de la zona pobre, en busca de armas y ropa.

Viendo en el mapa del celular veía que en un lugar había una armería, el único problema era que estaba abierta 24 hrs.

Pero... fue fácil.

Hice lo mismo que en la cárcel de Díaz.

Corte la luz del barrio, entré a la armería en la oscuridad absoluta y le rompí el cuello al dueño.

Tenía armas y munición en cantidades absurdas. Y de hecho también tenía ropa táctica, la cual serviría no solo para ocultar mi cuerpo, sino que también servía para llenarnos de cargadores.

Me sobraba tiempo, así que me dediqué toda la noche a vaciar toda la armería llevando cajas y cajas de armas, munición y ropa hacia la base.

Casi al final de la noche, la base parecía un búnker. Y me quedé esperando a Max.

Eventualmente Max llegó, y al ver la base dijo;

Max: Pero santo cielo... ¿Tan fácil es conseguir armas aquí?

Kan: Al parecer.

¿Tú los encontraste?

Max: Eeh, ¡Si! Fui a la escuela donde ellos me llevaron, y ahora van a la universidad de ingeniería.

Kan: Hoy es lunes, ¿a que hora abre la universidad?

Max: Dentro de 5 horas.

Kan: Bueno, preparémonos.

Max: ¿Qué? No tenemos ni plan, ni sabemos en qué parte del instituto estarán ellos.

Kan: Asaltaremos todo el lugar, y cualquier cosa que se mueva lo matas.

¿Te gusta ese plan?

Max se queda quieto dudando de lo que Kan le está proponiendo;

Max: . . . . . ¡A la mierda! Matemos a esos hijos de puta.

Seis horas más tarde, en la zona de los privilegiados, Estaba yo entrando por la puerta principal de la universidad con dos bolsas, una llena de armas y otra llena de cargadores, mientras tenía el chaleco con más cargadores aún. Y Max está igual, pero entrando por el patio trasero.

Había dos puertas de emergencia más, pero las bloqueamos previamente.

Mientras entraba, la gente de la calle me veía con terror y luego se alejaban.

Probablemente ya hayan llamado a la policía, pero para cuando lleguen será muy tarde.

Estoy en el principio del pasillo, dejo las bolsas en el piso y agarró el arma más grande y con más balas.

Y en ese momento, toca el timbre. Acto seguido todos empiezan a salir, los de adelante me ven y se quedan en shock.

Cuando todos salieron, Max y yo comenzamos la balacera.

La gente comienza a correr en sentido contrario mientras gritan en pánico. Los cuerpos empiezan a caer y los pasillos se llenan de sangre.

De aquí no nos vamos hasta que no haya ni un alma suelta.

Rápidamente la policía llegó. Algunos oficiales entraron, pero no pudieron ni ponerse a cubierto que ya caían ante nosotros.

Media hora tiroteado personas por los pasillos y aulas, hasta que en la mitad del instituto me encontré a Max.

Kan: ¿Y los encontraste?

Max: Aún no. ¿No los habrás matado tú no?

Kan: Quién sabe. Puede que sí, puede que no. De todos modos hay gente escondida, cuando no haya nadie ya estarás seguro que murieron.

Max: Bueno, te veo luego.

Luego de eso seguimos buscando más gente, en los baños, en la cocina. Todos caían como moscas.

Entraban algunos oficiales más armados, pero no podían con nosotros.

Luego de otra media hora, no había nadie. Ni siquiera ruido, obviando las sirenas de afuera, claro.

Caminando por el edificio encontré a Max, dentro de un baño.

Lo veo a él, y él estaba mirando un grupo de cuerpos de cuatro personas.

Max: Ya los encontré.

Kan: Perfecto, te voy avisando que no hay nadie vivo. Ya podemos salir.

Max: Cuánta... Satisfacción. Muchas gracias Kan, por... ayudarme.

Kan: No hay de que Max. Vamos, volvamos a casa.

Yo antes de irme, fui al tejado, a la vista del mundo.

Había un helicóptero de las noticias, cuando lo vi deje que me grabarán bien para que el mundo vea que soy un robot de la maldita empresa de RIAbots.

No se si lograra dejar en bancarrota a esa empresa está acción, pero sí que les dejaré las cosas muy difíciles de ahora en adelante.

Luego de eso salimos por la puerta principal. Estábamos rodeados de autos de policía y de gente a lo lejos expectante.

Repentinamente varios nos comenzaron a disparar, pero no nos hacían nada. A consecuencia abrimos fuego nosotros también hacia ellos.

La gente del fondo corría hacia lo lejos mientras nosotros matábamos aún más y más oficiales, hasta tal punto que acabamos con ellos como si nada.

Max y yo nos subimos a un auto de policía y antes de que llegaran refuerzos nos fuimos hacia la zona pobre y marginada donde pasamos el mayor tiempo de nuestra vida, y volver a las alcantarillas sin que nos vean.

A mitad del camino, autos de policía nos seguían, luego de algunos tiroteos se dieron cuenta que no podían con nosotros. Y nos dejaron de seguir.

Logramos perder el helicóptero y luego en medio de un lugar cualquiera dejamos el coche y nos metimos en las alcantarillas.

Lo habíamos hecho. Max logró su venganza y nos convertimos en dos máquinas imparables, casi indestructibles.

Fuimos hacia la salida del alcantarillado, donde estaba la orilla y podíamos ver el mar. Y nos quedamos ahí al borde del tubo viendo el mar, hablando de lo que habíamos hecho como si fuera un simple juego.

Luego de un rato cuando íbamos a adentrarnos al fondo de las alcantarillas, de nuevo, rumbo a nuestra base.

Detrás nuestro oímos que alguien entra por el tubo...

¿¡Nos habían encontrado!?