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Jugando por el Sueño

Eijun Sawamura, un talentoso y apasionado lanzador de béisbol, se une a la prestigiosa Escuela Seido, que tiene un equipo de béisbol de primera categoría. Su objetivo es unirse al equipo de Kazuya Miyuki, un receptor estrella con habilidades excepcionales y una gran estrategia de juego.

Rakuuh · Anime & Comics
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17 Chs

Un Nuevo Desafío

El Torneo Nacional continuaba su marcha implacable, y la Escuela Secundaria Seido, en el cenit de su rendimiento, se encontraba frente a un nuevo desafío. El siguiente oponente en la competición era un equipo que había demostrado ser no solo formidable sino prácticamente impenetrable en los últimos encuentros. La emoción y la tensión colgaban en el aire mientras Seido se preparaba para enfrentar a este rival de otro nivel.

Eijun Sawamura, a pesar de la intensidad del torneo, estaba lleno de determinación. Su experiencia en el montículo hasta ahora lo había preparado para situaciones como esta. Caminaba con confianza hacia el estadio, su mirada fija en el próximo desafío. En el vestuario, la atmósfera estaba cargada de energía. Haruichi Kominato ajustaba su guante con seriedad, Satoru Furuya repasaba su estrategia de lanzamiento y Miyuki Kazuya, el hábil receptor, compartía palabras de ánimo.

Miyuki se acercó a Eijun, reconociendo la magnitud del enfrentamiento. Eijun, este equipo es fuerte, pero también lo somos nosotros. Confía en tus lanzamientos, y hagamos que cada inning cuente".

Eijun asintió, apreciando la confianza de Miyuki. "Vamos a dar lo mejor de nosotros. Este es nuestro momento".

El juego comenzó con una intensidad palpable. El equipo rival mostró desde el principio por qué eran considerados un contendiente tan formidable. Sus bateadores eran precisos y pacientes, y su pitcheo era incisivo. Seido, sin embargo, no retrocedió. Eijun, en el montículo, lanzaba con la misma intensidad que había demostrado en los juegos anteriores.

El marcador se mantenía cerrado, y cada jugada era crucial. En la tercera entrada, Seido se encontraba detrás por una carrera. Eijun, sin embargo, estaba decidido a cambiar eso. Con una mezcla de bolas rápidas y curvas impredecibles, logró tres ponches consecutivos, retirando a la ofensiva rival. El estadio estalló en vítores mientras Seido tomaba el control del juego.

Pero la verdadera prueba estaba por llegar. En la quinta entrada, el equipo contrario ejecutó una serie de bateos precisos y estratégicos, llevándolos a anotar dos carreras. La presión en el estadio era palpable, y el equipo de Seido necesitaba una respuesta.

En el dugout, Miyuki se acercó a Eijun. "Necesitamos cambiar el impulso. Tú y yo, Eijun, vamos a trabajar juntos para superar esto".

Eijun asintió, su determinación reflejada en sus ojos. "Estamos listos, Miyuki

Con esa conexión entre lanzador y receptor, Seido entró en la caja de bateo con una nueva resolución. Satoru Furuya, el potente lanzador, conectó un sólido sencillo, llevando a un corredor a primera base. Haruichi Kominato, con su destreza en el bate, avanzó al siguiente corredor con un imparable bien colocado. La esperanza renació en el equipo.

Miyuki, al bate, enfrentó al lanzador rival con una estrategia astuta. Cada lanzamiento era evaluado, cada movimiento calculado. Finalmente, con una precisión quirúrgica, conectó un potente doble, llevando a dos corredores a casa. El estadio vibraba con emoción mientras Seido empataba el juego.

Eijun, inspirado por el esfuerzo del equipo, volvió al montículo con renovada ferocidad. La batalla estaba reñida, y cada lanzamiento era una declaración de determinación. A medida que avanzaba el juego, Eijun demostró un control asombroso y una variedad de lanzamientos que mantenían a raya a los bateadores contrarios.

En la novena entrada, con el juego empatado, Seido tenía la oportunidad de sellar la victoria. El estadio resonaba con cánticos y aplausos cuando Eijun, con la cuenta llena, lanzó una curva perfecta que dejó a los bateadores contrarios desconcertados. El último out fue asegurado, y Seido avanzó a la siguiente ronda del Torneo Nacional.

En el dugout, Miyuki se acercó a Eijun con una sonrisa. "Lo hicimos, Eijun. Trabajar juntos fue la clave".

Eijun asintió, agotado pero lleno de satisfacción. "Nuestro trabajo aún no ha terminado, Miyuki. Hay más desafíos por delante".

El Torneo Nacional se volvía cada vez más exigente, pero Seido, con su unidad y determinación, estaba preparado para enfrentar lo que viniera. La colaboración entre Eijun y Miyuki, tanto en el montículo como en el plato, se había convertido en un faro de inspiración para el equipo. El viaje de Seido en el torneo estaba lejos de ser fácil, pero cada desafío solo fortalecía su resolución de alcanzar la grandeza.