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Jugando por el Sueño

Eijun Sawamura, un talentoso y apasionado lanzador de béisbol, se une a la prestigiosa Escuela Seido, que tiene un equipo de béisbol de primera categoría. Su objetivo es unirse al equipo de Kazuya Miyuki, un receptor estrella con habilidades excepcionales y una gran estrategia de juego.

Rakuuh · Anime & Comics
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17 Chs

"La Revancha"

El sol poniente teñía el cielo de tonos dorados sobre el estadio de béisbol, marcando el escenario para un enfrentamiento épico en el Torneo Nacional. Después de la prueba de determinación de Eijun Sawamura frente al lanzador estrella, la Escuela Secundaria Seido se preparaba para un nuevo desafío que resonaba con el eco de una derrota pasada. El equipo contrario, que los había vencido en un encuentro crucial en el pasado, ahora se interponía en su camino, pero Seido estaba listo para la revancha.

El vestuario bullía con una mezcla de emociones. La derrota previa aún pesaba en las mentes de los jugadores, pero la determinación ardía más fuerte. Eijun, con la experiencia reciente de enfrentarse a un rival formidable, lideraba la carga hacia la redención. Chris, desde el rincón del vestuario, ofrecía palabras de aliento. "Esta es tu oportunidad, Eijun. Pero recuerda, el juego es más grande que cualquier individuo".

El campo estaba lleno de espectadores ansiosos, conscientes de la narrativa que se desplegaba en el diamante. El equipo contrario, con la confianza alimentada por una victoria previa, se enfrentaba a un Seido decidido a reescribir la historia.

El juego comenzó con una intensidad palpable. Cada lanzamiento resonaba como un eco del pasado, pero Seido estaba determinado a cambiar el rumbo de la narrativa. Eijun, en el montículo, lanzaba con una ferocidad renovada, cada bola un recordatorio de su deseo de redención.

En las primeras entradas, el juego era un equilibrio tenso. Seido anotó carreras con una ofensiva valiente, pero el equipo contrario respondió con estrategias tácticas y lanzamientos precisos. La multitud observaba con atención, consciente de la historia que se estaba escribiendo en tiempo real.

La verdadera prueba llegó en la mitad del juego. El equipo contrario, recordando su victoria anterior, intensificó sus esfuerzos para mantener la delantera. Sin embargo, Seido no se intimidó. Cada jugador, impulsado por la determinación de cambiar el curso de la historia, daba lo mejor de sí en cada turno al bate y en cada lanzamiento.

En la sexta entrada, Seido encontró la oportunidad esperada. Con las bases llenas, Haruichi Kominato, el bateador estrella, se preparó para un momento crucial. La multitud contenía el aliento mientras el equipo contrario buscaba impedir la remontada.

Haruichi, con un swing preciso, conectó la pelota con una fuerza que resonó en todo el estadio. La pelota se elevó en el cielo, y los jugadores de Seido corrieron con determinación por las bases. La multitud rugió de júbilo cuando la pelota aterrizó más allá del límite del campo. Grand Slam.

El estadio estalló en aplausos y vítores. La revancha estaba tomando forma. Seido, liderado por la determinación de cada jugador, tomó la delantera. El equipo contrario, consciente de la creciente amenaza, ajustó sus estrategias, pero Seido no iba a permitir que la victoria pasada se repitiera.

En las entradas finales, la tensión era palpable. El equipo contrario, con una última oportunidad para revertir la situación, buscó desesperadamente puntos. Seido, sin embargo, defendió con tenacidad. El pitcheo de Eijun y la coordinación en el campo demostraron ser elementos clave en la recta final del juego.

El estadio resonó con el estruendo de la victoria cuando el último out aseguró la revancha para Seido. Los jugadores se abrazaron en el campo, la redención palpable en sus sonrisas y abrazos. La historia que se había escrito en ese estadio había cambiado, y Seido celebraba no solo la victoria del día, sino también el triunfo sobre las sombras del pasado.

En el vestuario, el entrenador Kataoka expresó su orgullo por el equipo. "Esta victoria no solo es por lo que hicieron hoy, sino por la resiliencia que demostraron al enfrentar el pasado. Sigamos construyendo nuestro camino".

La noche caía sobre el estadio, pero la luz de la revancha brillaba en los corazones de los jugadores de Seido. Habían superado la sombra de una derrota anterior y habían demostrado que, con determinación y trabajo en equipo, podían cambiar el curso de la historia en el diamante de béisbol. La determinación de Eijun y el espíritu de redención que impregnaban el equipo resonaban en cada rincón del vestuario, creando una melodía de triunfo y superación.