Adrienne solo podía mirar mientras Gavin lloraba desconsoladamente sobre su hijo muerto, sintiendo un profundo sentido de tristeza y desesperación. No podía evitar sentirse culpable por haber separado al padre y al hijo con sus acciones. Si solo hubiera prestado más atención a Dylan, él no habría muerto con ella.
Adrienne sintió un escalofrío ominoso recorrer su espina dorsal al darse cuenta del peso de su negligencia. En un ensueño, miró al par padre-hijo. Veía la devastación en sus ojos, sabiendo que sus acciones habían destrozado irrevocablemente la posibilidad de estar juntos.
Luego dirigió su atención a su esposo. Adrienne intentó tocarlo, pero su mano lo atravesó como si no fuera nada más que un fantasma. Se dio cuenta de que ahora estaba verdaderamente sola.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com